Sunset Boulevard, no hay una edad para soñar, siempre hay una razón para sonar

 

El Auditorio de Tenerife está acostumbrado a vestirse de gala y, aún así, anoche lo hizo aún con más garbo con los sublimes diseños de Leo Martínez sobre la piel de una camaleónica e inconformista Norma Desmond magistralmente interpretada por Paloma San Basilio.

De sobra es sabido que el teatro musical no es fácil, no en vano el director musical de Sunset Boulevard, el maestro Julio Awad, afirmaba, en declaraciones exclusivas para Más Mujer, que :»El Teatro está vivo y el público es la ley». En base a ello realizar, producir y dirigir un megaproyecto como lo es Sunset Boulevard, con el añadido de tener la presión característica de hacerlo por primera vez en su historia en castellano, no es fácil…Tal vez debido esa hipnotizante dificultad, el director de directores, hijo adoptivo de Tenerife, Jaime Azpilicueta, el aclamado y reconocido director musical, Julio Awad, la polifacética cantante y actriz Paloma San Basilio, el Auditorio de Tenerife y el Cabildo de la isla del Echeyde dijeron «Sí» a este reto que anoche vio la luz ante una «ley» estricta y, a la par, completamente entregada a la sensación de no poder controlar «los vellos de punta».

Podría centrarme en la calidad escénica de todos y cada uno de los protagonistas que formaban dicho elenco, quizás debería aclamar la irrefutable calidad vocal de todos y cada uno de ellos, tal vez debería reseñar que las palmas de mis manos hoy se resienten ante tanto aplauso incontenido, a lo mejor tendría que escribir la típica crónica al uso desde la A a la Z pero…Sería imposible obviar que, una obra de tal magnitud en la que se ha dejado la piel todo el equipo que la conforma, el resultado de tanto esfuerzo ha merecido la pena.

Desde el minuto uno en el que un Gerónimo Rauch ansioso de musical, daba vida a Joe Gilis, con dicho personaje eclipsando a su persona,pasando por la apoteósica entrada en escena de una Paloma San Basilio absorbida al completo por su personaje,la bipolar y excéntrica Norma Desmond y con la boca abierta ante la sublime actuación de Gonzalo Montes encarnando a Max Von Mayerling, mis sensaciones estaban encontradas entre un sonido al más puro estilo Disney, cuando entraba en escena Inma Mira interpretado una Betty Shaefer a la que daban ganas de abrazar constantemente, y un desfile de voces en recurrente sintonía magistralmente aderezadas por la orquesta que dirigía ,con esa autenticidad y supremacía características de los grandes, el maestro Julio Awad que fue, indiscutiblemente, uno de los grandes protagonistas de la velada.

Absorta ante la rapidez de los cambios de vestuario de Paloma San Basilio, obnubilada ante tanto melodrama ansioso de poder y sin caer el craso error de la comparativa de turno…Los 27 números musicales de la función me dejaron un buen sabor de boca y con esas ganas de más pasión, deseo, sensibilidad y furia incontrolable Desmond.

Anoche, el Auditorio de Tenerife, dio el pistoletazo de salida a las 7 funciones restantes de Sunset Boulevard, que se podrán paladear hasta el 4 de Enero.Anoche ,el teatro musical en Castellano,tuvo un antes y un después. Anoche, tras ser una privilegiada espectadora, las palabras de Desmond redundaban en mi mente: «No hay edad para soñar…» Y, osadamente añado que, con espectáculos de la talla de Sunset Boulevard, siempre hay una razón para SONAR.

Por Ale Hernández.

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