No descubriré nada nuevo si afirmo que las mujeres hemos sido invisibles durante siglos. Sus contribuciones a la ciencia, la tecnología, el arte, la política y otros campos han sido ignoradas, minimizadas o apropiadas por los hombres. Lo sabemos.
Esta invisibilidad ha tenido consecuencias negativas para el desarrollo de la humanidad, que se ha privado de la riqueza, la diversidad y la innovación que las mujeres podemos ofrecer. A pesar de los avances en materia de derechos y oportunidades, la brecha de género sigue siendo una realidad que afecta a la participación, el reconocimiento y el liderazgo de las mujeres en todos los ámbitos. Según datos de la ONU, solo el 25% de los/as parlamentarios/as del mundo son mujeres, el 28% de los/as investigadores/as científicos/as son mujeres y el 13% de los/as fundadores/as de startups son mujeres.
¿Sabían que el 50% de las mujeres que emprenden no se atreven a compartir sus logros con el mundo? ¿Qué creen que pasaría si todas las mujeres que tienen un proyecto propio lo hicieran visible y lo celebraran? Se lo digo yo: serían una fuente de inspiración y motivación para otras mujeres a las que les gustaría seguir sus pasos.
Pero muchas veces, las mujeres nos sentimos inseguras, nos comparamos con otras, nos autocensuramos o nos dejamos llevar por el miedo al fracaso o al rechazo. Y eso nos impide mostrar todo lo que somos capaces de hacer y aportar. Tampoco estoy descubriendo nada nuevo. Lo sabemos.
Pero, ¿por qué es importante visibilizar el talento femenino?
Porque las mujeres aportamos valor, diversidad, innovación y soluciones a los problemas que enfrenta la humanidad; porque somos agentes de cambio que podemos transformar la sociedad con nuestra creatividad, compromiso y pasión; porque merecemos ocupar el espacio que nos corresponde y ser respetadas por nuestro trabajo y capacidades. ¿Lo sabemos?
Visibilizar el talento femenino es una forma de empoderar a las mujeres, de inspirar a otras mujeres y niñas, de romper estereotipos y prejuicios, y de generar un impacto positivo en el entorno. Por eso, hoy quiero referirme a la necesidad de que las mujeres nos visibilicemos, de que nos demos permiso para brillar y para compartir nuestros éxitos y aprendizajes.
Porque, al hacerlo, no solo estamos reforzando nuestra autoestima y nuestra confianza, sino que también estamos creando una red de apoyo y colaboración entre mujeres que se ayudan y se impulsan mutuamente.
¿Cómo podemos visibilizar el talento femenino? Hay muchas acciones que podemos realizar desde nuestro rol de emprendedoras, profesionales, ciudadanas y personas. Podemos apoyarnos entre nosotras, crear redes de colaboración y mentoría, difundir nuestros proyectos y logros, participar en eventos y espacios de influencia, denunciar las situaciones de discriminación y violencia, educar a las nuevas generaciones en la igualdad y el respeto, y sobre todo, creer en nosotras mismas y en nuestro potencial. También podemos aprender de las mujeres que han logrado visibilizar su talento en diferentes ámbitos, como Marie Curie, Frida Kahlo, Malala Yousafzai o Ada Lovelace.
Visibilizar el talento femenino no es solo una cuestión de justicia, sino también de progreso. Las mujeres tenemos mucho que aportar al mundo y no podemos permitir que nos silencien o nos limiten. Somos protagonistas de nuestra historia y tenemos el poder de escribirla. ¿Lo sabemos?
No dejemos que nadie nos diga lo que podemos o no podemos hacer. Demostremos con hechos lo que somos capaces de lograr. Y, recuerden, visibilizarse no es presumir, ni alardear, ni competir.
Visibilizarse es empoderarse, es empoderar a otras mujeres y es contribuir a crear un mundo más justo e igualitario. Así que no nos quedemos en la sombra, salgamos a la luz y mostremos al mundo todo lo que tenemo para ofrecer.
Sabemos todo lo dicho hasta aquí pero… ¿estamos tomando consciencia de la responsabilidad que, como mujeres tenemos? Que 2024 sea un año en el que muchas de nosotras demos un paso al frente, para visibilizarnos y avanzar en lo que, por derecho, nos corresponde.
¡Feliz Año Nuevo!
Presen Simón Socióloga, Cofundadora de Transversalia Consulting y Embajadora de Hacedores del Cambio
