Rosa Dávila Mamely, natural de la isla de Tenerife, Canarias, es diplomada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de La Laguna. Realizó parte de su formación en la Manchester Bussines School y en su trayectoria profesional, además de estar ligada a la banca, sus inicios fueron en el Cabildo en el proyecto de restauración del paisaje en la isla de Tenerife.
A nivel político, atesora una larga experiencia en distintas administraciones. Ha sido concejal de Medio Ambiente y Teniente Alcalde de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Santa Cruz, directora del Instituto de la Mujer, directora general de Transportes durante doce años. Fue la primera mujer en ocuparse de los asuntos económicos en Canarias como Consejera de Hacienda de Canarias cargo que ocupó hasta el 2019 desde ese año hasta la actualidad es Vicepresidenta 2.ª del Parlamento de Canarias. Recientemente ha sido elegida por su partido para encabezar la lista del Cabildo de Tenerife. Rosa Dávila podría convertirse en pocos meses en la primera mujer en la historia que presidiera Cabildo Insular.
La carrera de Ciencias Económicas y Empresariales tiene numerosas salidas. ¿Por qué ha decidido centrar la mayor parte de su trayectoria profesional en la política? “Soy una apasionada de la economía, de los números, pero es cierto desde muy joven tenía inquietudes políticas y lo tenía muy claro. Desde entonces tenía una enorme vocación hacia el activismo, primero en la universidad a través del movimiento asociativo, y colectivos estudiantiles. Allí descubrí que me motivaba poder hacer algo por los demás, por cambiar las cosas y por mi tierra. Por ello, fue primero en la universidad y después en mi partido, donde encontré el vehículo en el que poder canalizar ese compromiso con Tenerife y con Canarias. Diría que para mí la política es una vocación, a la que le dedico tiempo, pasión ganas y mucho tiempo”
El papel de la mujer en la política canaria es cada vez más importante. ¿Qué cree que aporta usted tanto en el plano profesional como en el personal a este ámbito? “Las mujeres estamos teniendo una presencia masiva en el ámbito laboral, de la empresa, las universidades, profesionales, la política no iba a ser distinta. Tiene y debe ser reflejo de la sociedad que representa y las mujeres están más presentes en la actual sociedad. Como dije la política tiene mucho, o más bien todo, de vocación. Se entrega mucho tiempo, tiempo que restas a tu familia, a tus hijos, realmente renuncias a una parte de tu vida. En parte, por eso, ha sido un ámbito donde no estaban las mujeres, por el rol que se nos tenía asignado la sociedad, y por eso también ha sido difícil que se incorporaran mujeres a la política, era un espacio ocupado por hombres esencialmente. Pero en la actualidad se ha avanzado mucho, cada vez hay más mujeres en política y ocupando espacios más relevantes y de poder, en las instituciones y en los partidos. Nuestra experiencia vital y profesional hace que tengamos una visión completamente distinta del mundo, de la política, de los problemas y de las soluciones. Nuestras vivencias son distintas a las que han tenido los hombres y eso es exactamente lo que aportamos a la política, un punto de vista que hasta hace unos años no existía en política y que no se tenía en cuenta, el de las mujeres. Cuando te reúnes con otras mujeres de otros ámbitos, trabajadoras, autónomas o profesionales todas además de nuestra responsabilidad profesional somos, madres, hijas, abuelas, cuidadoras todas compartimos muchas cosas y vivencias comunes. Esta realidad te da otra perspectiva tanto en la visión del mundo como, en la forma de afrontar y solucionar los problemas. Creo que esta visión es positiva que esté incorporada para que las políticas realmente den respuestas a toda la población”.
¿Cuáles son sus objetivos políticos de cara a este nuevo año 2023? “En este momento tengo la inmensa fortuna de que mi partido político, Coalición Canaria, ha decidido de forma unánime que encabece la lista al Cabildo de Tenerife. Solo tengo palabras de agradecimiento por el apoyo y la confianza que me han otorgado. Supone una gran responsabilidad y un enorme reto, me siento muy comprometida a luchar por obtener el mejor resultado, ganar las elecciones. Queremos recuperar el orgullo y la fuerza de esta isla, sacar a Tenerife de la parálisis en la que la han sumido estos últimos cuatro años y afrontar con determinación el futuro. Es un proyecto ilusionante, tenemos la experiencia para saber que se requiere coraje y valentía para luchar por esta isla a la que queremos y que nos duele verla estancada. Son muchos los retos, pero hay una garantía y es tenemos el mejor equipo, mujeres y hombres comprometidos y preparados.
Saber que puedo llegar a ser la primera mujer Presidenta del Cabildo de Tenerife es un aliciente adicional, para seguir normalizando la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y el trabajo por la igualdad”.
“La principal motivación tiene que venir de ti misma”
¿Cree que la política discrimina en algún sentido a las mujeres? ¿Cómo ha evolucionado esto desde su punto de vista? “En la política como en muchos otros ámbitos hay discriminación, es un nuevo espacio que hemos conquistado recientemente. No hace tantos años en los que las mujeres no podían votar, y que veíamos parlamentos, instituciones donde no había mujeres. Sería injusto decir que yo personalmente me he sentido discriminada. Me siento enormemente afortunada de haber podido tener la trayectoria política que he tenido, pero soy consciente que eso es gracias a muchas mujeres que lucharon antes que nosotras. Es un legado que no podemos olvidar, hay que seguir trabajando por la igualdad. Y en el trabajo por la igualdad hay que incorporar y concienciar a los hombres. Trabajar unidos es la única manera de avanzar y acabar con las discriminaciones.
Las mujeres tanto en la política como en otros ámbitos, tenemos todos esos elementos que se siguen sumando cuando eres mujer, seguimos siendo las cuidadoras de las personas mayores y vulnerables, somos las que nos ocupamos de las tareas, de los niños, sigue siendo difícil la corresponsabilidad. Por ejemplo, el hecho de abordar la maternidad. Siempre tuve muy claro que quería ser madre y que esto no debía suponer un impedimento para mi carrera política, como no lo es para los hombres, ellos no se lo plantean. Pero sigue siendo real que las mujeres se lo plantean, cuando en un determinado momento de su vida profesional, si ascender, asumir nuevos retos o si abordar la maternidad por miedo a no tener las mismas oportunidades. Es como si tuvieras que elegir, la sociedad no lo pone fácil. No hay que rendirse, hay que tener determinación. Pero es verdad que comparto con otras mujeres de cualquier profesión esa incertidumbre a la hora de pensar en la conciliación familiar, entre otros temas importantes. Esa es la parte es positiva de ocupar responsabilidades desde las se pueden tomar decisiones, medidas y cambiar para que la sociedad avance”.
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¿Ha encontrado alguna dificultad en su carrera por el mero hecho de ser mujer? Si es así, ¿cuál ha sido y por qué cree que ocurrió? “Yo he estado en ámbitos muy distintos. He sido directora del Instituto Canario de la Mujer. Esto último me dio una experiencia muy clara a la vez de dura de la realidad que viven las mujeres que realmente sufren violencia de género, situaciones de discriminación y acoso laboral. Allí pudimos poner en marcha el servicio de atención a víctimas de violencia en el 112, los dispositivos de emergencia para mujeres agredidas en las islas, la primera Ley Canaria contra la Violencia de Género, el Plan de Igualdad para las mujeres, etc.
En esos cuatro años estuve completamente orientada a luchar contra discriminación de mujeres en todos los ámbitos. Y pasé a ocupar una responsabilidad en un sector principalmente ocupado por hombres, el transporte. Nunca, ninguna mujer, ni en España ni en Canarias, había sido directora general de transportes, es un sector masculinizado y a nadie se le había ocurrido que una mujer pudiera estar al frente de un sector tan duro. En las reuniones todos eran hombres excepto yo, pero tengo que decir con orgullo que siempre me sentí respetada en mi posición. Y que también desde allí pude trabajar para que se incorporaran otras mujeres a este sector, normalizar la presencia de mujeres guagüeras, taxistas, cada vez son más. Pero siguen siendo un sector con una presencia mayoritariamente masculina.
Lo mismo ocurrió al estar al frente de Hacienda, no puedo decir que me sintiera discriminada, era la primera mujer Consejera de Hacienda para mí era un honor y un orgullo, es justo lo que me apasiona y mi vocación profesional, la economía. Eso no significa que no vea o sienta la discriminación que existe. He sentido la responsabilidad de estar al frente de cuestiones que históricamente habían estado reservados para los hombres y poder aportar una visión diferente. Por ejemplo eliminando el IGIC a los productos de higiene femenina, Canarias ha sido pionera en el mundo quitando los impuestos a productos que son básicos en la cesta de la compra para las mujeres o apoyando a las familias monoparentales, mayoritariamente mujeres para sacar a sus hijos adelante”.
¿Qué le llevó a presentarse como candidata a la presidencia del Cabildo de Tenerife por Coalición Canaria? “La primera razón es ver con preocupación el estancamiento y la parálisis de Tenerife, estamos perdiendo el tren. El desempleo, la precariedad, la falta de oportunidades de los jóvenes. La situación de las personas más vulnerables, de los mayores a quienes quitaron el programa Ansina. La preocupación por la situación de la sanidad, de la movilidad y ver que desde el Cabildo nadie se ocupa. Es el Gobierno de la Isla, tengo los referentes de Adán Martín, con quien empecé en el Cabildo, o Ricardo Melchior o Carlos Alonso, personas que luchaban por su isla. Igual que Ana Oramas o Fernando Clavijo pelean y defiende a Canarias en Madrid. Aquí es donde yo nací, donde estoy sacando adelante a mis hijas y donde quiero ver un futuro para la gente, para mi isla sin complejos y con valentía. La verdad es que me alertan los pasos atrás y la falta de un proyecto para Tenerife. Me preocupa mucho el enfoque que se le está dando a las políticas sociales, cómo el actual gobierno socialista ha abandonado a los mayores y la situación de crisis que se está viviendo.
¿En qué confían los votantes de Rosa Dávila? ¿Cuál es su mensaje como candidata? “Yo espero que confíen en que hay alternativa a la actual estancamiento de Tenerife y del Cabildo y que esa alternativa en este momento es Coalición Canaria. Tenerife necesita un nuevo impulso, renovado, necesitamos recuperar el control en Tenerife de nuestro futuro. Sólo desde un partido canario, que pone a Tenerife en el lugar que le corresponde podremos recuperar el liderazgo y generar esperanza en el futuro de esta Isla. Como candidata les diría que se le puede dar giro a la situación actual, con políticas orientadas a las personas y sus problemas, una alternativa completamente diferente a la que hoy en día tiene el Cabildo de Tenerife, con propuestas, compromiso y determinación. Espero que las mujeres y hombres de Tenerife nos ayuden a recuperar el orgullo y la fuerza que tenía la Isla y que el Cabildo vuelva a ser el motor que Tenerife necesita. Tenerife necesita un equipo solvente y eficaz al frente del Cabildo, yo di un paso adelante en este momento porque siento que tengo la edad, la experiencia y con el bagaje suficiente como para abordar este reto. Pero sobre todo y lo más importante es que somos un equipo, un equipo de hombres y mujeres dispuestos a sacar adelante Tenerife y el Cabildo. ”
A nivel personal, ¿qué mensaje podría mandarle a todas aquellas mujeres que quieren dedicar su vida profesional a la política y tienen miedo de ser rechazadas o minusvaloradas? “Lo más importante es que no tengan miedo, el miedo paraliza, estanca. Ese es el verdadero mensaje. Que tengan el valor y que no renuncien a perseguir sus sueños, si es en la política, adelante. A veces tenemos la sensación las mujeres que, para llegar a algún lado, tenemos que renunciar a una parte de nuestra vida. La lucha es no renunciar, les diría que no se dejen minusvalorar, y que no se minusvaloren tampoco, que no renuncien a su vida personal, a su vida privada, a la maternidad las que quieran ser madres ni a intentar llegar donde quieran, que tengan confianza en ellas mismas y no se quiten valor, no están solas. Todas y todos nos equivocamos en algún momento y tenemos ese derecho a equivocarnos, eso no significa nada. Atrévanse y no renuncien. Es algo que creo que llevo como bandera”.
Por: Sofía Estrada