Julio Awad: «El teatro está vivo, estás constantemente al filo de la ley y la ley es el público»
Julio Awad es una de esas personas que escasean. Charlar con él hace que cualquier nube gris se disipe para dar paso al rayo de sol más cálido donde los haya. Argentino de nacimiento, confiesa amar a España por ser un país con una gran calidad humana.
Conversador nato, el maestro sucumbe al aprendiz que lleva dentro al nombrar a grandes del mundo de las Artes escénicas tales como Jaime Azpilicueta y Paloma San Basilio. Sonrisa perenne, autenticidad irrefutable, esa humildad que caracteriza a los grandes y un carisma embaucador definen a la persona; su amplia trayectoria artística y su magnífica calidad profesional definen al personaje. Julio Awad volverá a coger su batuta, cual hada madrina con su varita mágica, como director musical de Sunset Boulevard, un nuevo musical dirigido por Jaime Azpilicueta, un megaproyecto que verá la luz en diciembre en el Auditorio de Tenerife.
¿Cuándo y porqué razón decide dedicarse a la música? «Se dio sólo. Nací en una familia de músicos, mi madre y mi abuelo eran cantantes y mi tío director musical. No fue una decisión, era una cosa natural que vi desde pequeño. Si hubo una decisión fue por parte de mi madre, me metió «el bichito» de la música dentro y ya no pude vivir sin ella».
Sus comienzos fueron como pianista… «Sí, comencé tocando el piano. Mi abuelo me decía que yo tenía que tocar el piano y cantar… Lo de cantar lo llevo muy mal, me da vergüenza cantar en público».
Comienza tocando el piano y pasa al teatro y a la televisión…¿Cuál de estos medios le condujo a la popularidad? “Hay mucha gente que no lo sabe pero también fui el pianista de Paloma San Basilio durante 14 años. Entré a trabajar con ella con 23 años y recorrimos el mundo. Lo que me llevó a la popularidad fue el teatro».
¿Qué tiene el teatro que no tiene ni el cine ni la televisión? «El teatro lo que tiene es que está vivo, estás constantemente al filo de la ley y la ley es el público. La reacción de «la ley» es inmediata; estoy dirigiendo la orquesta y lo tengo detrás y se nota cuál es su energía en torno a su reacción. En el teatro no hay nada premeditado, todo sucede en el momento».
¿Cómo sobrelleva esa presión que supone el directo más puro? «Estudiando, teniendo la obra muy clara y poseyendo todas las vías de escape en la cabeza, por si sucede algo inesperado en algún momento de la obra. Siempre hay que saber qué hacer para que el público nunca se entere de lo que pasó».
«Tenerife es una tierra bestial, me encanta sentarme en la terraza del Auditorio de Tenerife, observar el mar y después ponerme a trabajar, eso es un lujo. Estoy enamorado de esta tierra»
Usted lo sabe hacer muy bien, es obvio… «Lo intento. Me han pasado muchas cosas al respecto a lo largo de los años, son espectáculos tan grandes, que mueven decorados gigantes y, a veces, el motor falla… En ocasiones he tenido que recurrir a cosas para que no se noten estos fallos, esa es la gracia del teatro, el estar vivo. El día que queramos hacer una función idéntica a la siguiente estaremos muertos, para eso que pongan robots».
Lleva 17 años en España, su país natal es Argentina. ¿En qué momento se «lió la manta a la cabeza» y decidió venir a España? «Fue por trabajo, venía por un mes a trabajar y mira, 17 años pasaron».
¿Qué tiene España para haber decidido quedarse? «España es un país que engancha, se vive muy bien, se come muy bien y la amabilidad de la gente es bestial. Ese calor humano que tiene España no existe en otros países. Además, al llegar se enlazaron muchos espectáculos. Cuando volví a Argentina, por primera vez tras mi llegada a España, ya habían pasado 5 años. Cuando escucho a chicos jóvenes que se quieren marchar de España siempre les digo que se lo piensen bien… España tiene buen clima, buena gente y es un buen país. A veces no sabemos apreciar lo que tenemos, vemos la piedra pero no sabemos apreciar que debajo hay oro… El oro que tiene España es su gente».
Hablando de España. Usted hace cultura, la música lo es como tal. ¿Cuál es su opinión acerca de los impuestos de lujo que se le imponen a la cultura en España? «Metieron mano en un lugar en el que no debían haberlo hecho. Una vez dicho esto, también hay que decir que hay mucha gente que se ha aprovechado de ello, no solamente tiene la culpa un lado, son varias formas de ver las cosas. El impuesto repercute a la hora de vender la entrada y muchos empresarios se agarraron de eso para bajarle el sueldo a todo el mundo… Repercutir en la cultura es bastante malo, si no tenemos cultura vamos mal. Aún así, han dicho que lo van a bajar, creo que a un 10%. Me gustaría que haya muchos más gobiernos como el canario que apoyen tanto el Teatro como nos están apoyando a nosotros aquí. Tenemos un apoyo brutal del Cabildo de Tenerife, nos abren las puertas y el corazón para poder realizar todos estos megaproyectos. El apoyo económico y humano que tenemos aquí está establecido como una competencia nacional y eso es impagable. Además, Tenerife es una tierra bestial, me encanta sentarme en la terraza del Auditorio de Tenerife, observar el mar y después ponerme a trabajar, eso es un lujo. Estoy enamorado de esta tierra».
La colaboración de los integrantes del Auditorio debe haber sido primordial para realizar sus obras aquí… «El trato del personal del Auditorio, de la gerencia por parte de Enrique Camacho, es una delicia. Se nota mucho que están apostando por la calidad del espectáculo y no por sacar provecho del mismo. Ellos lo que quieren es que la gente salga del espectáculo con la boca abierta y eso repercute muchísimo en el elenco de la obra; la gente se siente cómoda y ,por lo tanto, trabaja más a gusto. Además, cada día nos encontramos con gente canaria más preparada, de hecho, hay dos chicos del elenco que ya están trabajando en Madrid».
Hablemos de Sunset Boulevard. ¿Cuál es la intención primordial de este megaproyecto? «Tanto Jaime Azpilicueta como yo pensamos lo mismo al respecto. La intención primordial de este proyecto es conseguir que 10 personas al año se dediquen al teatro, con eso ya hemos ganado».
Nombraba a Enrique Camacho, director del Auditorio de Tenerife. ¿Qué ha significado Camacho para Sunset Boulevard? «Todo. Enrique nos dio el apoyo total por parte del Auditorio. Tanto para Jaime como para mí, Enrique significa todo. Además, es una persona que lucha y se rompe la cabeza para que esto salga adelante. El agradecimiento a Enrique Camacho es absoluto».
¿Podríamos decir que Jaime Azpilicueta y usted forman un tándem inseparable? «Creo que sí. Somos muy amigos y nos pasa algo anecdótico: no tenemos que hablar para saber lo que queremos, en los casting con sólo mirarnos ya sabemos lo que queremos. Somos como un matrimonio, nos entendemos con la mirada. Nuestra complicidad es a favor de otra, siempre buscamos cómo sorprender al público. Llevó casi 15 años trabajando con Jaime y nunca dejo de aprender de él. Es el mejor director de musicales, es una leyenda viva».
¿De qué trata su música? «La música es cuestión de sinceridad y de corazón…Hay que dejar a un lado los egocentrismos y luchar a favor de la emoción del público. Hay que tocar el corazón del público y para ello hay que ponerse en el lugar del mismo».
Estamos hablando de estrellas. Mejorando lo presente, estuvo trabajando con Paloma San Basilio como pianista. Ahora, va a dirigirla musicalmente en Sunset Boulevard. ¿Qué diferencia hay entre ambas facetas? «Es casi lo mismo. Es otra de las personas con las que hablo con la mirada. No tenemos nada que ensayar, me conoce desde que era adolescente. Ahora lo que tengo que hacer es acompañarla con una gran orquesta, es una cosa tácita, con la mirada se puede comunicar todo. Además, es una barbaridad de persona, con un nivel intelectual y una cultura musical altísima. Ella me hizo conocer el mundo, el trato humano de ella hacia sus músicos es magnífico. Paloma nos hace sentir cómodos en todos los sentidos».
«Es un espectáculo que va a ser muy difícil que se vuelva a repetir en España porque Paloma San Basilio hay una sola, hay que verla en este papel. Aconsejo que no se pierdan Sunset Boulevard»
He tenido la oportunidad de ver sus obras, «Priscila, reina del desierto”, «Evita»… En una de ellas, concretamente en «Iba en serio», confieso que fui con cierta reticencia hacia su protagonista, Jorge Javier Vázquez, no me cuadraba el perfil de un periodista como él con una obra musical de tal calibre. Tras ver la obra me sorprendió gratamente su calidad interpretativa. ¿Cómo ha sido su experiencia trabajando con él? «Jorge Javier Vázquez es una persona muy inteligente, él se supo colocar en el lugar que nosotros le dictábamos. Estudió y se preparó muchísimo para su papel. Lo que pasó con en esa obra es que, por más que muchos quisieran, no podían pillarle por ninguna parte. El Auditorio de Tenerife se llenó al completo en ambas funciones. Jorge Javier movió a mucha gente mayor que nunca había visto un musical. Era un musical sobre su vida y se hizo con mucho corazón y emoción. Fue una obra que llegó al corazón de todo el mundo».
Como en cualquier artista, en usted conviven la persona y el personaje. Como persona, ¿cuáles son sus prioridades? «Las relaciones humanas, me quedo con el privilegio que supone poder estar y tratar con la gente».
¿Porqué hay que ir a ver Sunset Boulevard, del 27 de Diciembre del 2017 al 4 de Enero de 2018 en el Auditorio de Tenerife? «Primero, porque el concepto de la historia es maravilloso, es un conflicto de amor y de despecho. Segundo, porque está dirigido por Jaime Azpilicueta. Tercero, está Paloma San Basilio y un gran elenco junto a ella y, además, es la primera vez en la historia que este musical se va a hacer en castellano. Es un espectáculo que va a ser muy difícil que se vuelva a repetir en España porque Paloma San Basilio hay una sola, hay que verla en este papel. Aconsejo que no se pierdan Sunset Boulevard«.
Por: Ale Hernández
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