El filme se podrá ver en este centro de arte del Cabildo de Tenerife este jueves, día 27, a las 20:00 horas
TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro de arte contemporáneo que depende del Área de Cultura, Educación, Juventud y Deportes del Cabildo insular de Tenerife que dirige la consejera Concepción Rivero, proyecta este jueves, a las 20:00 horas, coincidiendo con la celebración de los Carnavales, Orfeo negro (Orfeu Negro, 1959). La película dirigida por el cineasta francés Marcel Camus y protagonizada por Breno Mello, Marpessa Dawn, Lourdes de Oliveira y Jorge dos Santos, constituye una adaptación del mito de Orfeo al ambiente del carnaval brasileño.
Ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes en 1959 y de los premios Oscar y Globo de Oro a la mejor película en lengua extranjera en 1960, Orfeo negro se rodó en Río de Janeiro y contribuyó a convertir en mundialmente famosa la música popular brasileña. El filme se pasa en versión original en portugués con subtítulos en español y la entrada para asistir a esta proyección es libre previa retirada de las invitaciones en la taquilla de TEA.
En Río de Janeiro, Orfeo se gana la vida como conductor de tranvías y músico, feliz con su novia Mira. Durante la semana de Carnaval, cruza la mirada con Eurídice, una chica que ha llegado a la ciudad huyendo de un acosador, y tiene un flechazo inmediato. Resulta que la prima de Eurídice, Sarafina, es amiga de Orfeo y Mira, por lo que el joven no tarda en volver a encontrarse con su misterioso objeto de deseo, que se le acerca bailando una provocativa samba mientras lleva puesto un vestido de su prima.
Mira se pone hecha una furia cuando descubre la identidad de la bailarina, pero esa no es la mayor preocupación de Orfeo, sino que Eurídice está siendo acechada por la Muerte, que la persigue entre la multitud que se agolpa festejando en las calles y la conduce hasta una morgue. ¿Podrá Orfeo salvar a su amada y no echar la vista atrás?
Marcel Camus (Chappes, 1912-París, 1982) antes de descubrir su talento cinematográfico se dedicó a la escultura y a la pintura, e incluso fue profesor de dibujo. Empezó su carrera cinematográfica como ayudante de dirección. Tras unas películas de corte político, como Mort en fraude (1957), se inspiró en paisajes y temáticas exóticas, como por ejemplo en Orfeo negro (1959). Gracias a este trabajo fue el primer realizador que consiguió el Oscar a la Mejor Película Extranjera y la Palma de Oro del Festival de Cannes por una misma película. Le siguieron títulos como Los bandeirantes (1960), El último edén (1962) y Otalia de Bahia (1976). Los últimos años los dedicó a trabajar para televisión.