La mujer que dio nombre a la cosmética

El imperio de la cosmética mundial tiene nombre de mujer, pero lo cierto es que esta firma, de raíces alemanas, fue creada por hombres. La marca tomó la inspiración de la madre del fundador, Margaret Astor Ward, con el fin de poner color a la vida de las mujeres en época de entreguerra. Una historia fascinante, con vinculaciones a sociedades satánicas, que consiguió su objetivo: transformar el maquillaje en moda.

Margaret Astor Ward nació en 1838 en Estados Unidos. En 1856 se casó con un congresista de Nueva York, pero más allá del popular apellido nunca tuvo relación con la moda. En cambio, en 1952 nacería la enseña Astor Cosméticos, la cual en sus inicios tomó el nombre de su descendiente. La familia Astor ha sido siempre conocida por su vinculación a los negocios y la política. Su salto a Europa se produjo durante el siglo XVIII con John Jacob Astor, el más joven de los cuatro hijos de un humilde carnicero de Waldorf (Alemania).

John y su hermano marcharon a Inglaterra en 1778 y de allí partieron al nuevo continente, donde la saga Astor fue creciendo en parentesco y poder, siempre vinculada a sociedades secretas como los Illuminati, que los ayudaron a convertirse en un apellido de millonarios que, además, está unido al famoso hotel Waldorf-Astoria de Nueva York.

No obstante, los Astor crearon en 1952 una firma especializada en el mundo de la belleza: Margaret Astor, marca que ofrecía calidad a precios asequibles. Su paleta de sombras, sus esmaltes para uñas y, sobre todo, su barra de labios 109, que se convirtió en un clásico de la época, fueron un boom en los años 60, época en que lanzó su gama Long Lasting, uno de los primeros labiales de larga duración.

Astor llegó a España en 1961 y fue toda una revolución cosmética para la mujer. Una fama que traspasó fronteras, pues en 1972 la gama de Margaret Astor estaba presente en 22 000 tiendas por todo el mundo. En 1990, la compañía alemana Benckiser adquirió Margaret Astor. La marca se comercializó en más de sesenta países, siendo líder del mercado cosmético alemán y español. Un año más tarde fue la primera en pasar del salón de belleza al supermercado. En 2001, Margaret Astor redujo su nombre comercial al actual, Astor.

 

por Mónica Ledesma

Periodista

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