El Tai Chi Chuan es originario de China, y consiste en una serie de ejercicios ligeros que colaboran en la relajación, la meditación y la puesta en forma de las articulaciones.
De hecho, por su suavidad está muy recomendado a las mujeres mayores de 65 años, ya que ayuda a potenciar el equilibrio y la elasticidad de las articulaciones, previniendo así las caídas y los daños que de ellas se derivan.
Pero no sólo las mayores pueden beneficiarse de todas las cualidades del Tai Chi Chuan. Sus movimientos suaves y armónicos contribuyn a flexibilizar las articulaciones, disolver los bloqueos crónicos y restaurar el libre flujo energético. Se trata de una gimnasia terapéutica que conserva la salud y ayuda a la curación de distintas enfermedades. Sin embargo, se necesita ser disciplinados, constantes y pacientes para obtener los resultados deseados.
En la actualidad, el Tai Chi se ha popularizado tremendamente, por lo que es posible apuntarse a cursos de iniciación y perfeccionamiento que ofrecen muchos gimnasios y centros deportivos municipales. Al iniciarse en esta práctica es necesario potenciar la concentración y no utilizar la fuerza para lograr un buen entrenamiento de las células cerebrales y los movimientos. Así se logra un estado de relajación que deriva en una sensación de plenitud y bienestar en todo el cuerpo que producirá una mejora en la circulación de la sangre y una mayor facilidad en la inspiración del aire.
La práctica del Tai Chi también mejora la nutrición del músculo cardíaco y previene la arteriosclerosis y las distintas enfermedades cardíacas.
Además, con el Tai Chi aprenderemos a dominar una buena técnica respiratoria, que colabora en la relajación. Las contracciones y relajaciones del diafragma y de los músculos abdominales, además de realizar un verdadero masaje de los órganos contenidos en el abdomen, también asegura una buena circulación favoreciendo los procesos digestivos y una correcta evacuación intestinal.
Fuente: Natalia CdM