Simone Mirman hizo del sombrero un auténtico complemento de la elegancia. La fama de esta sombrerera se hizo notoria gracias a unos diseños que, a pesar del tamaño o de los ornamentos, no disfrazaban a sus portadoras. Una capacidad extraordinaria de ‘sombrerería a la carta’ con el que logró transformar sus creaciones en arte. Entre su clientela destacó la Reina Madre e Isabel II de Inglaterra, para quienes trabajó como sombrerera oficial.

 

Simone Parmentier, que adoptaría más tarde el apellido Mirman, nació en París el 18 de mayo de 1912. Tras concluir sus estudios optó por formarse como sombrerera con Rose Valois, una de las modistas más famosas de París en los años 20. Durante esta época conoció al judío, Serge Mirman, con quien inició una relación, pero ante la negativa de sus católicos padres a aceptar a su pareja, ambos se fugaron a Londres para casarse.

 

Allí, Simone comenzó a trabajar con Elsa Schiaparelli, encargándose de dirigir el taller de sombreros que la modista tenía en el barrio de Mayfair. No obstante, cuando estalló la II Guerra Mundial, esta sucursal de moda tuvo que cerrar, pero la diseñadora facilitó a la sombrerera su lista de clientela.

 

Los diseños de Mirman, creados a partir de materiales reciclados, lograron un éxito inmediato y, gracias a ello pudo abrir en 1947 su propio local en las inmediaciones de Hyde Park, trasladándose cinco años después a un nuevo salón en Place Chesham y en el que se mantuvo activa durante 30 años. La década de los 50 supuso el reconocimiento de la sombrerera, pues comenzó a suministrar sus sombreros a grandes nombres de la moda como Norman Hartnell, Hardy Amies y Christian Dior.

 

Asimismo, entre su distinguida clientela se encontraban miembros de la aristocracia británica o actrices tan famosas como Vivien Leigh y Valerie Hobson, pero su mayor reconocimiento llegaría en 1952, cuando se convirtió en la sombrerera oficial del Palacio de Buckingham, confeccionando tocados para la princesa Margarita, la Reina Madre e Isabel II, para quien creó el sombrero que lució en la investidura del Príncipe de Gales en 1969. Un trabajo por el que le fueron concedidas las órdenes reales en reconocimiento a sus servicios.

 

Simone Mirman se retiró en 1990 del mundo de la moda y regresó a su Francia natal para dedicarse a su hobby, la pintura. El 1 de agosto de 2008 falleció a los 96 años de edad.

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