Bisexualidad: ¿Libertad o Libertinaje?

Hace poco leí un artículo titulado “Diez mitos tontos sobre la bisexualidad” y pensé que este era un tema en el que se podía ahondar en un artículo corto, sensato y con una pizca de ironía.

Ante cada uno de los mitos que leía, pensaba en qué pesados somos los seres humanos en posicionarnos en los extremos, siempre en la dicotomía, pronunciándonos al dar nuestras opiniones en un polo u otro, indiferentemente del tema del que estemos hablando:

Guapo-Feo, Alto-Bajo, Tolerante-Intolerante, Heterosexual-Homosexual, Libertad-Libertinaje. Eso sí, después siempre tenemos a esa persona que nos recuerda la escala de grises… es más, ahí estamos nosotros para recordar esa misma escala de grises a ellos y ellas en otros tantos momentos en los que se ponen terriblemente extremistas.

Así somos, diciéndonos continuamente a nosotros mismos y a los demás que estamos en los extremos: de estrés, de cansancio, de aburrimiento, de desmotivación, de apatía, de sueño. Cuando en realidad estar a un 100% de todas estas cosas juntas es totalmente incompatible con seguir vivos.

Aún con estas decidimos, para ser aún más fatalistas, complementar nuestras opiniones o nuestros juicios con palabras como TODO, SIEMPRE, NUNCA y NADA, ¡como si eso fuera posible! Yo creo que cuando único podría unir estas palabras en una misma frase es para decir que “En TODO, NADA NUNCA… es SIEMPRE”. Nada de lo que piensas, lo piensas siempre, ni de lo que haces, ni de lo que sientes. Porque somos seres racionales, pero subjetivos y eso significa que aunque tenemos la capacidad de pensar, de entender y de actuar, lo vamos a hacer en base a nuestros principios. Y nuestros principios están influidos por la subjetividad de nuestras percepciones, que a su vez van a estar marcadas por nuestra cultura, educación, género, etc… Y para acabar no nos olvidemos, que esas creencias, nuestras creencias, van a estar condicionadas por nuestros propios intereses y deseos.

Así somos; seres complicados que nos complicamos.

Así que, tras hacer una selección de aquellos mitos que me parecieron más destacables, pensé que estaría bien compartir los pensamientos o más bien réplicas que tuve mientras leía, posicionándome en el polo opuesto a las personas que consideran estos mitos verdades universales acerca de la bisexualidad. Me he tomado la libertad de contestar, en algunas ocasiones, con una pregunta que lanzo al aire a ver si resuena en alguna conciencia.

MITO 1: “La gente bisexual se anda acostando con todo el mundo”.

¿Quieres decir que la gente heterosexual y homosexual no se acuesta con todo el mundo?

MITO 2: “Las chicas bisexuales dejarán a su pareja homosexual por un hombre”.

O por una mujer… ¿no?

MITO 3: “La bisexualidad solo es una fase”.

¿Y la heterosexualidad no suele ser la primera fase de las personas homosexuales y bisexuales?

MITO 4: “La gente bisexual no puede tener relaciones monógamas porque son infelices”.

En esta no termino de entender si ya da por hecho que la gente bisexual es infeliz o que las relaciones monógamas les hace infelices. Lo sorprendente es, ¿crees que solo a los bisexuales?

MITO 5: “Las chicas solo dicen que son bisexuales para atraer a chicos heteros”.

Aquí yo puntualizaría, por un lado, ¿no crees que deberíamos eximir a la comunidad bisexual de la responsabilidad de estas chicas heterosexuales, con poco seso o poco sexo, que mienten acerca de su orientación para atraer a hombres heterosexuales? Por otro lado, ¿entonces eres de los que cree también que las mujeres decimos no, cuando queremos decir sí?

MITO 6: “Los bisexuales están confundidos”.

¿Porque todos los que no son bisexuales lo tienen todo claro, no?

MITO 7: “Ser bisexual significa sentirte igualmente atraído por hombres y mujeres”.

Por mucho que intentemos esconderlo, casi todos y casi todas, es decir, todos y todas las que no pertenecemos a los enfermizos extremos, nos hemos sentido en alguna ocasión atraídos por una persona de nuestro mismo sexo. ¿Te consideras bisexual por ello? ¿O no?

MITO 8: “Los bisexuales aman los tríos”.

No sé, corrígeme si me equivoco, pero ¿la fantasía más recurrente del hombre heterosexual no es un trío con dos mujeres? y si se besan y tocan entre ellas, mejor. Esto me provoca otra cuestión: si me gusta ver comportamientos bisexuales, ¿qué soy?

La bisexualidad no es más que una opción a elegir. Y elegir es algo que hacemos continuamente, sin querer y queriendo. Elijo qué quiero hacer con mi vida, elijo quién quiero que me acompañe, elijo ser libre de elegir pese a todo y a todos, el problema no es por la “bi”, porque el ser humano camina continuamente en la dualidad entre dos polos, el problema viene cuando después de “bi” se escribe “sexual”.

Intenta usar palabras que no sean de extremos y lucha por tener creencias que no sean de extremos. Porque los extremos van contra-natura y porque todo lo que sale de tu boca, a donde primero entra es a tus oídos.

 

Autor: Ana Paredes.

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