La mayoría de las personas, incluidas las personas transexuales, se identifican como “hombre” o “mujer”. Pero hay quien no encaja en ninguna de estas dos categorías: son las personas de género no binario.
Algunas de estas personas pueden sentirse en algunos aspectos hombre y en otras mujer. Otras, se saben pertenecientes a un género distinto que no es ninguno de esos dos. También hay quien no se siente identificado con ningún género, o cuya identidad de género fluctúa en el tiempo. Así, bajo este término confluyen personas que entienden la identidad como un espectro amplio por el que se puede transitar libremente.
¿Qué es una persona de género no binario?
Una persona de género no binario es aquella que no se siente identificada con ninguno de los términos de la dualidad tradicional entre lo femenino y lo masculino en la sociedad, es decir, que se considera a sí misma en un punto intermedio, o bien en ambas categorías a la vez, o incluso en una u otra dependiendo del momento de su vida.
Se trata de un término “paraguas”, es decir, de una categoría muy amplia dentro de la cual pueden hallarse diferentes posturas respecto al género, como pueden ser:
- Personas agénero. Aquellas que se identifican con un “género nulo” o “género blanco” que no encaja ni en lo masculino ni en lo femenino.
- Personas de género fluido. Aquellas que se identifican con un género masculino, un género femenino o un género no binario dependiendo del momento vital y de las condiciones específicas.
- Personas bigénero. Aquellas que se identifican con ambos géneros al mismo tiempo, es decir, que pueden ser masculinas y femeninas en simultáneo.
- Personas pangénero. Aquellas que se identifican con múltiples géneros, no solo los dos binarios tradicionales, sino también con otros de los incluidos en esta lista.
Es importante entender que el género no binario no tiene nada que ver con la orientación sexual o con los gustos eróticos de las personas, sino que se trata de una manera de pensar la relación con la propia esencia, o sea, con lo que comprendemos como nuestra identidad psicológica y social. De manera que una persona no binaria puede sentirse atraída por personas de cualquier sexo o género, del mismo modo en que lo hace cualquier persona que se identifique con los géneros binarios (masculino-femenino).
Historia del género no binario
Desde tiempos antiguos, han existido en relatos y representaciones mitológicas personajes que no encajaban con la idea de la época de lo que era un hombre o era una mujer. Eso incluye personas intersexuales, homosexuales o que tenían rasgos de uno y otro género, ocupando una especie de posición intermedia.
Incluso en algunos grupos étnicos ancestrales se admitía la posibilidad de personas de un tercer género, como era el caso de ciertos eunucos (hombres castrados) que no se consideraban ni mujeres ni hombres propiamente dichos.
Por otro lado, a lo largo de la historia Occidental ha habido distintas personalidades que se han anunciado al mundo como “sin género” o del “tercer sexo”. Por ejemplo, en el siglo XVIII, la estadounidense Jemima Wilkinson se convirtió en un predicador protestante luego de sufrir una experiencia mortal, y regresó al mundo convencida de no tener género, adoptando el seudónimo de Public Universal Friend (“Amigo Público Universal”).
Otro caso conocido es el del activista alemán del siglo XIX, Karl Heinrich Ulrichs, quien abogaba por los derechos de los homosexuales argumentando que en realidad se trataba de personas de un “tercer sexo”, a quienes bautizó como “uranianos”: personas intersexuales, transexuales y homosexuales.
¿Qué es la identidad de género?
La identidad de género es la percepción íntima y personal que tiene de sí misma una persona en lo que a la identidad sexual se refiere (pero no a la orientación sexual o romántica). Es decir, la identidad de género es la manera en que nos pensamos a nosotros mismos dentro de las posibilidades sociales de género, es decir, ser hombre, ser mujer, ser ambas cosas o ser algo distinto.
A menudo se define la identidad de género como el “sexo psicológico”, para diferenciarlo de lo estrictamente corporal y biológico, y se piensa que estaría conformado por las (auto)percepciones y experiencias del individuo. La identidad de género, junto a la orientación sexual (por quién se siente atraída) y el rol de género (cómo vive socialmente su sexo), constituye la identidad sexual de una persona.
¿Qué es la expresión de género?
Se llama expresión de género a la manera en que las personas comunican socialmente su identidad de género. Esto incluye sus gustos, actitudes, gestos y vestimenta, así como sus roles de género, es decir, lo que se atribuye socialmente a una persona de un género u otro. Equivale a la totalidad de los elementos externos (sociales) a través de los cuales una persona vive su identidad sexual, lo cual se contrapone a la percepción psicológica e interior del género.
Así, las personas cuya expresión de género no se sujeta a las distinciones binarias, o sea, a lo que la sociedad atribuye a “conductas masculinas” o “conductas femeninas”, se les suele denominar cuirgénero (del inglés genderqueer). Mientras que a las personas cuya expresión de género es indistinguible, o sea, que resulta imposible juzgar exteriormente si se trata de un hombre o una mujer, se les suele denominar andróginos.
Otras identidades de género
Además del conjunto de las identidades de género no binarias, tales como agénero, bigénero, pangénero o género fluido, existen otras categorías de uso común, como son:
- Cisgénero. Se refiere a aquellas personas cuya identidad de género coincide con su cuerpo y sexualidad biológica, es decir, que se sienten hombres o mujeres y sus cuerpos reflejan biológica y socialmente ese sentir.
- Transgénero. Se refiere a aquellas personas cuya identidad de género no coincide con su cuerpo y sexualidad biológica, es decir, que se sienten hombres o mujeres, a pesar de haber nacido con un cuerpo femenino o masculino, respectivamente.
Fuente: Concepto
