Llevar unos zapatos de tacón no debe ser necesariamente un martirio.
Llevar unos zapatos de tacón no debe ser necesariamente un martirio.

Usar zapatos de tacón no tiene siempre que ser un martirio diario. O al menos, no debería ser así. A veces pareciera que es un requisito que los zapatos de tacón lastimen mucho, lo que es más, pareciera que lo mucho que lastiman es proporcional a lo altos que son. Pero no tiene que ser así!

Hay algunos trucos para hacer que nuestros pies luzcan unos buenos tacones sin tener que morir en el intento.

1. Dar prioridad al balance: Desde el momento que elegimos nuestros zapatos, tenemos que darle prioridad a que sean cómodos y estén balanceados. Cuanto más delgado sea el tacón, menos soporte tiene nuestro talón. Sí, los tacones de ultra aguja, ultra altos siempre van a lastimar nuestros pies, eso es algo casi inevitable. Para que nuestros pies no nos duelan tanto debemos elegir tacones un poco gruesos, o algo más bajos. Si somos de las que preferimos usarlos muy altos, procuraremos que tengan plataformas al frente para que todo nuestro peso no se vaya hacia adelante.

2. Cuidar la fricción: Si ya de por si los tacones son cansados de llevar, a veces hay áreas que causan fricción y por tanto ampollas. Es un problema mayor caminar con tacones que además causan ampollas. Lleva siempre en el bolso un par de curitas para librarte de este problema. Incluso, puedes comprar almohadillas adherentes para esas zonas problemáticas de tus zapatos nuevos y ¡asunto arreglado!

3. Calentamiento: Antes de hacer un gran esfuerzo físico realizas un calentamiento, ¿verdad?. Los tacones lastiman mucho menos cuando haces algunos estiramientos con tus pies antes de ponerte los zapatos. Dobla tus pies unas cuantas veces, párate de puntas y baja, realiza un círculo con cada pie. Tus pies van a realizar el máximo esfuerzo de llevar el peso de tu cuerpo, dales un poco de amor con un buen calentamiento.

4. Segundo par de zapatos:U Los flats fáciles de doblar que vienen en bolsitas de tela se inventaron para algo: salvarte de cuando ya no aguantas los zapatos en la fiesta. Lleva siempre un par de flats en tu bolso, porque eventualmente vas a necesitarlos. Es simple, los pies se cansan, no puedes tenerlos haciendo el máximo esfuerzo todo el día. Ahora bien, si no traes flats y ya no aguantas los zapatos, ¡no te los quites! Tus pies se hincharán al estar en contacto con el piso y te será imposible volverlos a poner.

5. Estíralos: Siempre es difícil hacer que los zapatos se amolden. Simplemente coloca una bolsa de plástico llena de agua en cada zapato y mételos al congelador. El agua se congelará y el hielo expandido se encargará de estirar tus zapatos nuevos.

6. Las medias son tus amigas: Finalmente, aunque sientas que te hacen ver como una abuela, las medias son tus amigas, no lo olvides. Con ellas el zapato entrará más fácilmente, habrá menos fricción y mucho más soporte. Mantienen todo en su lugar y están de moda desde que han aparecido en las publicaciones especializadas. Espero se olviden del dolor de pies, sin dejar los lindos tacones. Eso sí, como propósito fashionista yo me propuse dejarlos para ocasiones especiales, nada más.

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