María Fernanda Escobar: “Se trata de actitud, constancia y valentía”

 

 

María Fernanda Escobar Corredor es Health Coach y lidera el movimiento Love HumanKind. Se graduó en Microbiología y Ciencias Biológicas en La Universidad de los Andes en Bogotá y se especializó en Biotecnología en la Universidad de Cambridge. Trabajó más de 10 años en el sector de la salud, en un laboratorio farmacéutico y en una consultoría.

 

Escribió el libro “El cangrejo que se atrevió”, “como ejercicio de reflexión interna. Además, con esta obra quise ayudar a otros a entender que la vida es un constante cambio, y que podemos llevarla llena de bienestar y felicidad en medio del caos y la imperfección”.

 

¿En qué consiste el movimiento Love HumanKind? “Tiene como objetivo dar las herramientas y acompañar a las personas y a las empresas para que aprendan a sacar su máximo potencial, a vivir la vida plenamente, y a aprovechar el presente. Es una nueva forma de visualizar el éxito, la salud, la educación, la alimentación, el amor y la vida en general. Es una corriente que pretende que encontremos en nuestro interior la inspiración para vivir con el propósito de construir el mundo que queremos. En este movimiento somos amantes del potencial humano. Creemos que cada individuo tiene en sus manos todo lo que necesita para llegar a su ideal. Solo debe querer hacerlo. Amamos el bienestar pero no perseguimos el estar bien sino el sentirnos increíbles. Para conseguir esto hay que mezclar muchos factores que nos ayuden a estar presentes, a vivir el ahora, a conocernos y a entender que dentro tenemos todo lo que necesitamos para llegar más lejos de lo que hemos soñado alguna vez”.

 

¿Qué preparación requirió para manejar esta disciplina? “Mi formación formal es Health Coaching del Instituto de Nutrición Integrativa de Nueva York. Además, tengo un certificado en Hatha Yoga de Happy Yoga. Sin embargo, mucho de lo que enseño son herramientas que he adquirido en mi vida y que aplico a diario. He tomado muchos cursos y he asistido a muchos talleres, pero la experiencia más grande la he tenido en el día a día”.

 

¿Cuál es su sistema de trabajo? “Ofrecemos seminarios gratis cada dos meses en forma de webinar (conferencias, talleres o seminarios que se transmiten vía Internet. Se caracterizan por la interactividad entre los participantes y el conferenciante). Pueden encontrar información en www.lovehumankind.com. De forma adicional, tenemos diferentes programas tanto en grupo como individuales. Uno de los más frecuentes es un proceso de transformación que consta de ocho semanas en el que trabajamos los cambios que las personas quieran realizar en su vida. Es un proceso grupal pero muy íntimo y personal. Usamos herramientas como la meditación, pensamiento positivo… para llevar a cabo cambios profundos y así vivir de la forma que queremos. También, brindamos asesorías corporativas para empresas que quieran mejorar el bienestar de sus empleados y su productividad. Hacemos desde charlas corporativas, semanas de la salud… hasta procesos de consultoría más intensos. En nuestra web pueden encontrar toda la información sobre estos servicios así como mis últimas grabaciones y tips para tener una vida más increíble y llena de bienestar. También, pueden descargar gratis un vídeo sobre cómo tener más energía y ser más felices y productivos. Tenemos un canal de You Tube, http://www.youtube.com/c/LoveHumanKind. Pueden seguirnos en Instagram y Facebook”.

 

¿Qué es un Health Coach? “Somos personas que te acompañamos para que alcances los objetivos, que con respecto a tu salud te marcas, de una manera integral y personalizada. No solo miramos tú alimentación, sino que te ayudamos a identificar los aspectos que puedes mejorar para conseguir una vida plena. Te ayudamos a encontrar las respuestas a tus retos, que siempre tienes dentro y a incorporar hábitos más saludables”.

 

“Estudié con la ilusión de curar el cáncer y otras enfermedades”

 

¿El ser humano tiende a ser negativo? “De cierta forma sí, tenemos un instinto de conservación que nos hace ser muy precavidos. Varios investigadores en el área de psicología han estudiado esto y han encontrado que tendemos a reaccionar más ante lo negativo que ante lo positivo. Evolutivamente, estamos diseñados para guardar más información sobre experiencias negativas que positivas, esto como un modo de supervivencia. Habiendo dicho esto, hay algunas personas que son naturalmente positivas. Y todos podemos aprender a manejar los retos y problemas de una manera más adecuada, para que los resultados sean mejores. También, a través de diferentes técnicas, podemos entrenar a nuestro cerebro a ver las oportunidades en todas partes”.

 

¿Con la actitud se nace? “Hay personas que nacen. No es mi caso. Yo me hice. Tuve y tengo que entrenar a mi cerebro para pensar de manera positiva y ver lo bueno que hay a mi alrededor. Conozco personas que nacen así, que son optimistas por naturaleza. Yo tuve que entrenarme. Lo bueno, es que una vez lo vuelves hábito, ya se convierte en algo natural y no tienes que estar pensando todo el tiempo en ello”.

 

¿Por qué se decantó por esta rama? “He soñado toda mi vida con curar enfermedades porque desde pequeña me ha apasionado cuidar a la gente aunque no recuerdo haber vivido alguna experiencia en particular que me haya incentivado a esto. Siempre he tenido una mente muy curiosa y activa y me encanta solucionar problemas de todo tipo. Me gustaban las matemáticas y las clases de ciencias (biología, química y física) porque ahí podía solucionar varios problemas. Entre más difícil la dificultad mejor me parecía. Es por eso que hubo una época en la que me obsesioné con el cáncer, debido a que mientras crecía la incidencia y prevalencia de esta enfermedad iba en aumento en todo el mundo y era muy difícil su cura. Ahora veo la enfermedad de una manera diferente porque no tiene que tener un nombre y apellido y estar en una parte especifica del cuerpo. Es más bien una señal que te da tu organismo para avisarte que andas por un camino que no te conviene. Todas las enfermedades se manifiestan en diferentes partes del cuerpo, pero están conectadas con tu alma y tu emocionalidad”.

 

¿Tiene este fenómeno justificación científica en el sentido de determinar qué sustancias produce nuestro organismo cuando pasamos por situaciones de estrés, rabia… y de qué manera nos envenenan? “Sí. Y me encanta que la tenga. Yo soy científica de formación y lo que no tiene un fundamento científico me cuesta trabajo creerlo. Hoy en día está más que estudiado que nuestra biología no está determinada por nuestros genes únicamente. En las últimas décadas se ha encontrado que nuestra genética está regulada (se prende y apaga) por diferentes moléculas que se pueden pegar a ellos o por una cadena de procesos que involucra diferentes señales. A esta rama de la biología se le llama la epigenética que literalmente significa “encima de los genes”. Esas moléculas pueden ser hormonas, proteínas, y otros elementos que pueden entrar a nuestras células por medio de la membrana o pueden pegarse a la membrana celular y desencadenar unas señales que a su vez van a regular los genes. Esta rama de la biología ha puesto a la luz que nuestras células son capaces de percibir lo que pasa en nuestro ambiente, y reaccionar. Cuando estamos estresados o tenemos rabia, miedo o rencor, producimos ciertos químicos en nuestro cuerpo, como la norepinefrina, que puede regular ciertos genes que a su vez están involucrados en diferentes mecanismos de desarrollo de enfermedades como el cáncer. Autores como Burce Lipton y Candence Pert han dedicado su vida a estudiar esto. Es por esto que nuestros pensamientos se vuelven tan importantes. La forma en la que vemos al mundo también determina nuestra biología. Todo es cuestión de percepción y si logramos cambiar nuestra percepción del mundo, nuestra biología también va a cambiar. Ahí es donde técnicas como la meditación y el pensamiento positivo son tan importantes.”

 

 

 

 

¿Cuáles son los síntomas que nos pueden ayudar a reconocer que necesitamos cambiar de rumbo? “Para mí, el solo hecho de que te cueste trabajo salir de la cama, que no quieras empezar tu día, ya es una señal. Muchas veces nos sentimos vacíos viviendo de la manera que lo hacemos. Y comenzamos a operar en piloto automático, siendo inconscientes de lo que hacemos y de cómo actuamos. Muchas veces preferimos no pensar en nuestra vida y simplemente rezar que los días pasen rápido. Pero yo pienso, al final de la vida, ¿qué recordarás? ¿Qué legado dejarás? Fue por eso que, aunque me gustaba mi trabajo, decidí dejarlo y vivir algo diferente. Porque sentía que algo en mí estaba vacío. Y me di la oportunidad de probar algo nuevo que presentía podía ser la misión de mi vida.”

 

¿Hay gente que nos roba la energía? ”Creo que nos dejamos robar la energía. Nadie te roba energía si no lo permites. Yo siento que muchas veces de estas personas es de las que más podemos aprender a no reaccionar, a soltar y a perdonar. A vivir en paz y serenidad sin importar el mundo exterior.”

 

¿Por qué hay gente que se regodea en la tristeza y no tiene interés en salir de ahí? “Puede ser que no sepan más. Puede ser que hayan crecido en un ambiente donde estar triste o sentirse víctima era la mejor posición a tener y donde era normal. También puede ser, que sientan que algo bueno están sacando de eso. Creo que entre más conscientes somos de nuestros comportamientos, más entendemos que estas actitudes no tienen mucho de bueno y más bien nos perjudican. No está mal sentir tristeza y vivir un luto de cualquier clase, por ejemplo. Lo que tenemos que entender es que todo es pasajero, y que eso también pasará. Hay que vivir las emociones y no esconderlas, pero no vivir en emociones negativas eternamente.”

 

¿Cómo funciona el sector tradicional de la salud? “Trabajé por más de diez años en el sector corporativo de la salud y me di cuenta que esta se ve desde una perspectiva muy corta y fraccionada. Si nos duele la cabeza nos tomamos un acetaminofén, si nos duele el estómago, recurrimos a una buscapina. No nos detenemos a entender qué nos está pasando. Por ejemplo, un dolor de cabeza puede ser una señal que estamos deshidratados. Estamos desconectados de nosotros mismos y siempre buscamos las respuestas fuera. También me di cuenta de que a veces nos enfocamos mucho en el físico y no en nuestras emociones y nuestro espíritu. Como humanos tratamos de simplificar y conceptualizar todo. Yo no culpo a los médicos ni a los funcionarios del gobierno por el fraccionamiento del sistema. Es un problema muy complejo, y empieza por nosotros, las personas, los pacientes. Hemos dejado de lado la responsabilidad sobre nuestra salud, bienestar y felicidad. Estamos buscando fuera las soluciones para todo lo que nos pasa, sin darnos cuenta de que las tenemos en nuestro interior. Esto no quiere decir que no busquemos ayuda y apoyo en especialistas y amigos. No, ellos nos pueden ayudar y apoyar, nos dan las herramientas. Pero la solución esta en nosotros y es nuestra responsabilidad. He visto cómo pacientes con diabetes se niegan a dejar de comer dulce. ¿Cómo alguien con una enfermedad crónica no quiere incorporar ciertos hábitos saludables para que su calidad de vida mejore?”.

 

¿Por qué no hay interés en integrar la salud? “Porque es más sencillo fraccionar las cosas para poder tratarlas. La ciencia, gracias a Dios, ha evolucionado tanto que nos permite mejorar nuestras dolencias con la ayuda de productos farmacéuticos. El problema no son los medicamentos, somos nosotros. Los pacientes y los médicos y demás personas, les damos toda la responsabilidad a estas sustancias para curarnos. Es verdad que ayudan hasta cierto punto, pero los pacientes tenemos que adquirir un compromiso con nuestra propia salud y ayudarnos. También, queremos que nuestros médicos sepan todo, pero no nos damos cuenta que son tan humanos como nosotros. Que si se especializaron en cardiología, les queda muy difícil entender sobre otras enfermedades en otros órganos y la relación entre ellas. Además, la educación médica convencional está también fraccionada. La atención a los pacientes, por ende, es fraccionada”.

 

«Con mi enfermedad aprendí que no nos queremos lo suficiente, que siempre nos estamos criticando»

 

¿Y sobre usted? “Tengo esclerosis múltiple y me di cuenta de que tengo que vivir por las cosas importantes. Considero que nos pasamos toda la vida pensando en el futuro o en el pasado, pero no disfrutamos al máximo del presente. Nos la pasamos queriendo algo que no tenemos, añorando algo que se fue o que no ha llegado. Con mi enfermedad aprendí que no nos queremos lo suficiente, que siempre nos estamos criticando. Para mi ha sido un proceso de perdón, de dejar la culpa, de sanar heridas internas. Adicionalmente, ha sido un proceso en el que aprendí a agradecer todo. Hoy en día siento mucha más conexión con lo que tengo a mi alrededor. También ha sido un proceso de reconexión espiritual. Lo único seguro es que hoy tenemos este día, y que hay que aprovechar la vida al máximo”.

 

¿Qué cambios debemos aplicar a nuestra forma de vivir? “Primero, darnos tiempo para reconectar con nosotros mismos y conocernos. Entender qué tenemos que aprender de cada situación. Tenemos que aprender a cómo vivir en calma y aceptarnos. En el afán de la vida, no nos paramos a pensar. Hoy en día con los celulares, si tenemos un momento de quietud, empezamos a mirar nuestras redes sociales. Es un error que yo misma cometo, así que no juzgo. Pero tenemos que darnos el tiempo de escuchar a nuestro cuerpo y a nuestra alma. Nosotros tenemos todas las respuestas a cada una de nuestras preguntas. Tenemos la capacidad innata de curarnos y calmarnos, pero no hemos aprendido cómo porque no nos escuchamos. Segundo, tenemos que tomar responsabilidad de nuestra vida, sin juzgarnos, pero sí entendiendo que somos autores de todo lo que nos pasa. No somos víctimas de nuestra vida, sino que somos nosotros la que la creamos, tal y como es. Tercero, debemos entrenar a nuestro cerebro para pensar en positivo para aprender de todo lo que nos pasa. Tenemos que practicar la resiliencia, que consiste en aprender a superar las situaciones traumáticas, todos los días. También, la vida es más agradable si la vivimos con una actitud de agradecimiento. Así mismo, es importante rodearse de amor. De amor por ti mismo, por los demás y por el mundo. Debemos perdonar, liberarnos de cargas y resentimiento. Por último, debemos darnos el tiempo de cuidarnos. Tenemos que incorporar hábitos saludables en nuestra vida, no de manera temporal, sino para siempre. No sirve hacer una dieta que sabes que es demasiado restrictiva, sino que debes hacer de una alimentación saludable un hábito constante. Lo mismo pasa con el ejercicio, con alguna rutina para consentirte y estar a solas, con el sueño y demás aspectos de tu vida”.

 

¿Tan poderosa es la mente? ¿Somos capaces hasta de curarnos? “Sí, todos conocemos algún caso de remisión espontánea, es decir, de alguien que se curó casi milagrosamente de una enfermedad complicada. Creemos que es suerte o una intervención divina, pero no sabemos que ese milagro lo podemos vivir cada uno de nosotros. Si crees en Dios, con la mano de Él todos podemos curarnos. Pero tenemos que ayudarnos, y no esperar el milagro externo. Más bien actuar para que a través de nuestros actos Él actúe. Si no crees en Dios, podemos curar nuestra biología porque nuestro cuerpo es una máquina perfecta. El problema es que no trabajamos con nuestra mente, cuerpo y alma integralmente.”

 

«La felicidad no es un destino. La felicidad es una actitud, una decisión que se debe practicar todos los días»

 

¿Cómo podemos vivir la vida que nos merecemos? “Se trata de actitud, de constancia y valentía. La actitud va primero, porque a veces tenemos que vivir cosas que no nos gustan tanto, mientras creamos las que nos gustan. Aquí la actitud es súper importante. A veces tenemos que trabajar en cosas que no nos llenan plenamente, pero hay que buscar una visión de hacia dónde queremos llegar, y seguro que todo es mejor. La felicidad no es un destino. La felicidad es una actitud, una decisión que se debe practicar todos los días. Después, con el tiempo, puedes aprender a crear exactamente lo que quieres, pero todo esto se debe hacer con actitud, constancia, práctica y resiliencia. La constancia se necesita para poder crear resultados duraderos. Y por último el coraje para sobrellevar diferentes situaciones y poder parar cada vez que lo necesitemos.

 

¿Qué orden de importancia debemos darle a las cosas? “Para cada uno es diferente. No hay nada bueno o malo. Creo que si estás conectado con tu alma, puedes saber lo que te llena a ti, lo que te hace feliz, lo que te hace sentir pleno. Creo firmemente que siempre que tengas como prioridad tu bienestar y además estés ayudando a alguien más con lo que haces, va a ser muy importante y satisfactorio. Pero es tan personal que no sabría como debería ser el orden. Le corresponde a cada uno priorizar”.

 

¿Nos engrandece nuestra forma de ver la vida? ¿Podemos realmente autoayudarnos? “Definitivamente, sí. Como dije antes, creo que las respuestas sólo están en nosotros. Podemos apoyarnos de terapeutas, coaches, médicos, amigos y familia. Pero la última respuesta está en nuestro interior. He tenido la bendición de conocer personas que tienen todo lo físico que puede uno tener y personas que tienen poco, pero que las dos son felices y viven en plenitud. Lo común entre éstas dos, es la forma de ver la vida, la actitud y su gentileza y entrega a los demás”.

 

¿Qué técnicas utiliza para crear esa conciencia? “Me encanta la meditación. Primero, fui una escéptica del tema, creía que no era para mí. Con la práctica conseguí incorporarla. Yo siento la diferencia en los días que puedo meditar y en los que no. La meditación me ayuda a centrarme en el presente, a reconectarme con mi sabiduría interior, a tranquilizarme, a ver las cosas con mayor claridad. Asimismo, rodearme de personas que amo y que tienen la misma visión de la vida, ha sido clave en todo este proceso. También me gusta hacer ejercicio, porque muevo la energía, mi cuerpo y libero sustancias buenas para mi salud. Mi alimentación también es clave, creo fielmente que la comida puede ser tu medicina o tu veneno, además hoy en día siento que me ayuda a tener una vida de mayor conexión conmigo misma y con el planeta. Tengo una gran variedad de técnicas pequeñas para pensar en positivo, para agradecer por mi vida y mantenerme en el presente. Con mi movimiento no pretendo que te sientas bien, quiero que estés increíble”, concluyó María Fernanda Escobar.

 

 

Texto: Luz Toro

Foto: Adriana Saravia

 

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