La típica excusa que la mayoría de las personas ponemos para liberarnos de la actividad física es: «No tengo tiempo». Ahora bien, lo cierto es que la voluntad y la determinación pueden hacer maravillas. Para ponerlas en práctica, te proponemos estas ideas para hacer ejercicio cuando no hay tiempo.

Haz que tus mañanas sean más provechosas!
¿Qué te parece si te acuestas 30 minutos antes y te levantas más temprano? De esta manera, podrás hacer ejercicio por la mañana, justo antes que tu jornada laboral comience. Este hábito matutino encierra numerosos beneficios: regula el apetito, confiere energía y evita que te saltees tus sesiones de actividad física por otras responsabilidades.

Procura no permanecer mucho tiempo delante de la pantalla!
¿Alguna vez haz calculado el tiempo que pasas frente a una pantalla? Prueba a hacerlo. Te resultará increíble todo el tiempo que inviertes en facebook o en otras redes sociales. Trata de limitar este tipo de actividades y notarás cómo, casi por arte de magia, comenzarás a disponer de más tiempo para dedicarle a la actividad física.

Intenta que hacer ejercicio sea parte de tu rutina!
Lavarse los dientes, comer, dormir… todo lleva tiempo. ¿Por qué entonces nos resulta tan loco invertir algunos minutos en ejercitarnos? La razón por la que evadimos hacer actividad física es sencilla: nunca llegamos a incorporarla a nuestra rutina por completo. Esto puede deberse, por ejemplo, a que desconocemos los indiscutibles beneficios de este hábito.

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