Luz Casal: «Para mí no hay una dicotomía entre mi trabajo y mi vida»

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Luz Casal: «Para mí no hay una dicotomía entre mi trabajo y mi vida»

 

Luz Casal es de esos nombres propios que forman parte de la banda sonora de cualquiera de nosotros. Una artista cercana en las distancias cortas y que desconoce el significado de la palabra diva. Esta magnífica cantautora gallega, que hace de su voz un sentir y de su arte un trabajo que asume con naturalidad y agrado, regresa a los escenarios presentando su nuevo trabajo discográfico «Que corra el aire». En él ventila las malas vibraciones dando paso al aire fresco propio de un amanecer en el paraíso. Luz Casal actuará, formando parte del elenco del Festival Mar Abierto 2018, el 23 de mayo en Fuerteventura, el 24 de mayo en Gran Canaria y el 26 de mayo en Tenerife.

 

Escuchando su nuevo trabajo discográfico «Que corra el aire”, encuentro a una Luz Casal con la misma energía de siempre, pero que suena diferente. ¿A qué se debe este cambio? “Soy parte, pero no tengo la capacidad de analizar si soy más, si soy menos o qué diferencia existe. Cuando cuentas con un determinado grupo de músicos, con una determinada producción, hay también una sensación diferente. Efectivamente, hay una grabación en la que, prácticamente de manera muy espontánea, todo el mundo ha tocado al mismo tiempo, se han producido cosas que no estaban previstas y que han hecho que aparezca un determinado sonido que no estaba contemplado.»

Siempre la he visto como una artista muy humilde, muy cercana y sencilla… «No sé si soy humilde, por más que me dedique a una profesión. Yo tengo muchos colegas que son muy talentosos y no son tan humildes. He aprendido de aquellos que me parecen que son, no sólo los mejores profesionales, sino nada arrogantes, nada vanidosos, nada divos. Son gente sencilla, gente dubitativa que nunca están muy seguros de lo que hacen. Siempre he tenido inclinación por aquellos que, siendo muy buenos, eran los más sencillos. He aprendido de esa gente y, desde luego, mi carácter no me da para ser de otra manera. No puedo creerme que soy la leche porque no va conmigo».

Por lo que dice se deja aconsejar… «Vamos a ver, yo soy una persona bastante atenta, me gusta que la gente, sobretodo los próximos y aquellos en los que confío, digan lo que piensan de un concierto, de una canción o de lo que sea, pero eso no quita que, no ya la última palabra, pero que la penúltima o la antepenúltima palabra sea la mía. Si yo no veo algo, si no siento algo, si no entiendo algo, si no estoy de acuerdo con algo, por ahí no paso. Siempre espero encontrar algo que no esperaba y que me ayude a ser mejor, pero no pierdo nunca de vista que yo quiero alcanzar un objetivo y que, si ese objetivo tiene que tomar un camino con el que no estoy de acuerdo, desde luego ese camino no lo tomo. Es así de toda la vida, ni voy a cambiar ni tengo idea de cambiar».

¿Es más racional o más sentimental? «Yo creo que soy una persona sensible a las emociones; si sentimental es dejar que tus sentimientos afloren, sí, claro, todo está unido, pero creo que los sentimientos, sobretodo los propios, tienen que tener una cierta dosis de pudor, no puedes ser impúdica, no puedes echarle a los demás encima tus problemas. Aborrezco un poco el sentimentalismo, esa cosa impúdica de mostrar todo absolutamente de manera descarnada. En cambio, soy absolutamente explícita siempre y cuando las palabras escogidas, el modo en que se dicen, sea un poco elevado. Es como saber que existe una operación quirúrgica pero no has visto las vísceras encima de la mesa del cirujano».

Con casi 40 años de carrera musical, ¿su discografía forma parte de su biografía? ¿En qué tanto por ciento?  «Sí, absolutamente. Pues no sé pero, desde luego, en un alto porcentaje sin ninguna duda. Por ejemplo, yo no podría haber escrito» «Eres tú», que fue una gran primera canción de amor en la que yo participé como autora, si no hubiera vivido lo que viví; no hubiera podido cantar «Sé feliz» si no hubiera pasado por un momento determinado; no hubiera hecho «Lo eres todo» si no hubiera tenido una cercanía a lo que describe esa letra sobre el amor. Creo que, sin ser obvias, sin ponerle fecha concreta, se lee más a través de mis canciones que lo que yo pueda decir de mí».

Recuerdo uno de sus conciertos en Santa Cruz de Tenerife, corría el año 1991. Fue un conciertazo que puso al parque Viera y Clavijo de la capital a reventar. En dicho concierto interpretó majestuosamente una canción que forma parte de la banda sonora de mi vida «Loca» ¿Se sigue volviendo loca por amor? «No. Verdaderamente, “Loca» tampoco es una canción de amor. Como yo canto mucho en primera persona parece que todo se circunscribe al tú y al yo como una relación amorosa en términos de pareja. «Loca» es, aunque describe «al saber de ti», es como la sensación de dejarme de ataduras, de convencionalismos y soltar la melena. «Loca» no es una canción de amor. Muchas veces intuyo que la gente tiene una idea de los textos como de relación de pareja, de dependencia, de deseo, pero, verdaderamente, uno de los ejemplos más claros es con sentir. «Loca» es una canción como en plan consejera, animando a un chico diciendo: «venga, eres capaz de romper barricadas, creo en ti» y la verdad es que me sorprende porque, la mayoría de las veces que he escuchado qué significa esta canción para alguien, es como si fuera una canción de amor. «Loca» sigue siendo una canción importante de mi repertorio».

Si me permite mi percepción de «Loca», la interpreto como una canción muy pasional de alguien que se encuentra con su ex pareja y de lo que tiene ganas es de volver a estar con ella.  «(Risas) Bueno, no está mal la interpretación, eso debe de ser la repera. Es algo curiosísimo lo que puede significar para alguien, independientemente del momento de su vida en el que fue escuchada, de cuando luego lo vuelve a escuchar. Creo que dijo algo parecido Oscar Wilde: «La música es el arte más cercano a la memoria y a las lágrimas”. Tiene ese poder de significar muchas cosas y algunas incluso bastante alejadas de lo que el compositor y el autor hayan podido imaginar».

Entrevisto a muchos artistas a diario y, en su caso, me pregunto ¿cómo consigue que parezca que estoy charlando con una amiga de toda la vida?  «Hace mucho tiempo que he considerado que cualquier persona que se acerque a mí tiene como una oportunidad de estar con alguien con el que tiene un vínculo, el que sea, momentáneo, intenso, etc. No soy una mujer de imposturas yo, soy como soy todo el tiempo: agradable, desagradable, simpática o un coñazo, depende del día. Lo que no hago, dentro de la educación recibida, es mostrar lo contrario de lo que siento, eso no lo hago. A mí no se me da nada bien mentir, soy lo que soy, me muestro tal como soy, para mí no hay distingos. A lo mejor, esa naturalidad, espontaneidad o franqueza, o todo ello mezclado, es lo que te puede producir, a ti o a otra mucha gente, es esa sensación de que no hay distancia».

Por lo que dice, deduzco que usted no es de las personas que se pone «el traje de artista» para subir al escenario y al bajar se lo quita. «No, yo me pongo el traje todo el rato; o me lo pongo o no lo llevo. Quiero decir que para mí no hay una dicotomía entre mi trabajo y mi vida, es más, hay veces que me produce pudor decir “trabajo», claro que lo es, no hay ninguna duda, pero es mi vocación y, además, muy temprana. Yo vivo a través de la música, todos los días de mi vida, desde que recuerdo, la música está presente diariamente. He aprendido desde muy joven, que una cosa es mi trabajo, mi profesión, mi vocación que es la música, que reporta una serie de cosas que tienen que ver con lo que muchos otros desean: el aplauso, la fama, los premios, las relaciones sociales, pero que cuando lo asumes de manera natural, la valía o la excepcionalidad de lo que tú haces la tienes que demostrar en los sitios adecuados, encima de un escenario, cuando te expresas y entregas cuerpo, espíritu, alma, todo a través de esa canción y ya después digamos que no hay que darle tanta vuelta a la cosa».

¿La fama tiene un precio? «La fama tiene, a mi modo de ver, más beneficios que cosas que te produzcan contrariedad porque se va buscando eso, tú quieres ser popular, quieres ser conocida, tienes mejor libertad sobretodo en espacios donde hay gente, se te acercan, la foto. Tiene esa incomodidad pero también es algo que tú has buscado, yo no sé cómo se puede ser capaz de negarle a alguien que te pide que le firmes porque tú has buscado que esa persona se acuerde de ti. Todo tiene un precio».

Lo que observo que no ha perdido es el Norte…  «No, el Norte no lo he perdido pero estoy mucho en el Sur”. (Risas)

Le veo muy bien y con energías para estar de nuevo sobre el escenario. ¿Por qué «Que corra el aire»?  «Pues porque tenía como esa necesidad, me pasa como con la canción «Tanto ruido», como la necesidad de demasiados estímulos, demasiado aire viciado, diciendo que ventilemos los espacios aunque luego sea una misma realidad. Como en las casas, como en una habitación cuando llevas mucho tiempo y necesitas airearla, los mismos muebles, el mismo color en las paredes, pero hay como un aire renovado. El perseguir cambiar durante, al menos un rato, eso que te está resultando pesado».

¿Qué es lo que ventila a su vida?  «Para mí son muy importantes los viajes, la distancia, el paisaje nuevo, el estar en diferentes sitios a menudo. Lejos de cansarme, me produce una cierta ventilación, un ánimo renovado”.

Más Mujer es una revista de corte feminista y, por ende, en pro de la igualdad real. Estuve leyendo unas declaraciones suyas sobre el 8 de marzo, día de las mujeres trabajadoras, en las que decía que «no se podía permitir parar». «Sí, ahí hubo una polémica. Yo lo que debería haber dicho, (que es lo único que lamento, no haber sido más precisa o no haber tenido más picardía), era que yo tenía que ensayar porque no teníamos nada más que 8 días para preparar la gira y teníamos que hacerlo, no me podía permitir saltarme un día. En cualquier caso, he de decir que ahí hubo una manipulación severa, y no le planté cara porque estaba en un momento de preparación de la gira, luego empezamos con la gira, con mi mamá bastante enferma, y verdaderamente no me sentía capaz para esa batalla. Si tienes oportunidad vete a esa entrevista del ABC y ve la respuesta y verás que no es para nada tan sorprendente como era el titular. Cuando leí el titular estaba de promoción y dije «Dios, ¿qué es esto?”. De más está decir que no sólo he demostrado a largo de mi vida que soy mujer, que me siento mujer y que me he peleado y batido el cobre con todas las expresiones posibles para definir mi comportamiento; que he escrito letras como «Sumisa» o «Un ramo de rosas» mucho antes que mucha gente y mucho antes de que fuera algo de una opinión masiva. Verdaderamente pasé unos días mal, sintiendo que había sido tratada de manera injusta, de manera miserable. Parecía como si yo estuviera en contra de la mujer, como si no hubiera sido suficiente todo lo que he vivido. Era el momento oportuno de echar madera al fuego y me cayó la china».

¿Cómo ve a la mujer del Siglo XXI? «Más poderosa que nunca, pero poderosa, no ya porque tenga el poder en la mano que no, sino porque tiene la convicción. Cuando conozco mujeres en puestos, por ejemplo, a nivel científico, me produce una sensación tan maravillosa… Han cambiado muchos las cosas y en eso hay que estar, como individuos buscar la mayor de las libertades y como mujer pues no sentirte nunca humillada por serlo».

El día 26 de mayo estará en concierto, dentro del Festival Mar Abierto, en el Auditorio de Tenerife. ¿Qué nos vamos a encontrar los asistentes al mismo?  «Pues creo que a alguien rodeada de músicos excelentes, algunos ya conocidos, pero es como si todo lo que hemos hecho juntos, la suma de todos los conciertos, de todas las experiencias que hemos tenido en relación a un escenario, las estuviéramos exponiendo. Creo que estamos haciendo los mejores conciertos de nuestras vidas».

 

Por Ale Hernández.

 

 

 

 

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