Procrastinación: el mal arte de dejarlo para mañana
Procrastinar es todo aquello que posponemos, ya sea porque nos da pereza o por temor a emprender un proyecto y comprometernos a llevarlo a cabo.
Nuestra vida está llena de planes que se posponen una y otra vez hasta que, cuando ya es demasiado tarde, nos lamentamos por lo que desearíamos haber hecho.
Se pospone tareas con la esperanza de encontrarlas realizadas al día siguiente como por arte de magia”. Todo ello viene acompañado normalmente por sentimientos de culpa, autoengaño y desesperanza. La procrastinación es un verdadero lastre para los planes personales, pero lo peor de todo es el precio psicológico que pagamos por ello. El hábito de procrastinar esconde estas dos actitudes negativas personales: miedo al fracaso y exceso de perfeccionismo.
Contra la inercia paralizante de posponer, un remedio eficaz es ser tan estrictos y cumplidores con nuestra misión como lo somos con nuestras obligaciones. Algunas actividades que deseamos hacer son muy propensas a provocar procrastinación porque requieren de un esfuerzo continuado. Veamos algunos ejemplos: Salir a hacer ejercicio diariamente. Iniciar y mantener una dieta. Dejar de fumar. Aprender un nuevo idioma. Sacarse el permiso de conducir. Escribir una tesis. Ordenar el armario. Estudiar a diario. Todas estas tareas se prestan mucho a ser procrastinadas, puesto que requieren una dosis extra de constancia y motivación para ponerse manos a la obra con ellas.
¿Qué se puede hacer para dejar el círculo vicioso de la procrastinación o postergaciones de actividades y recuperar el pulso de nuestros proyectos?
Una herramienta muy potente es hacer mindfulness, técnica de atención consciente, son ejercicios para que nuestra mente nos obedezca. Con pocas sesiones de mindfulness serás capaz de hacer lo que realmente quieras hacer. Otra herramienta potente es marcarte unos objetivos y anotarlos en la agenda como actividad obligatoria.
Empieza con buenos propósitos, llévalos al campo de la realidad y por fin a la procrastinación y “¡No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy!”
TEST ¿Tiendes a procrastinar? Responde a éstas cinco preguntas:
1- Cuando tengo que iniciar una tarea nueva…
a. Frecuentemente no la resuelvo pues dejo pasar los días sin hacer nada
b. ¡A por ella! Así me la quito de encima lo antes posible.
c. Dejo pasar más tiempo del que quisiera para ponerme con ella.
2- Cuando veo las carpetas y papeles sobre mi escritorio…
a. Ahí se quedan hasta que encuentre el momento de ordenar.
b. Me molestan por lo que archivo todo lo antes posible.
c. Reconozco que hago una montaña y al final la guardo pero sin orden.
3- Tengo que revisar mí CV y es algo que no me gusta hacer…
a. A veces, tengo problemas por no haber dado dicha respuesta.
b. Me propongo un día y lo hago, así me libro de la carga.
c. Dejo pasar algunos días hasta que al final me decido.
4- Cuando quiero quedar con alguien que hace tiempo que no veo…
a. Quedo bastante después de lo previsto.
b. Fijo el día lo antes posible.
c. No encuentro el momento y digo: ya quedamos, nos vemos.
5- Frecuentemente, cuando me he comprometido con alguien para realizar algo…
a. Se queja de que doy largas.
b. Cumplo rápidamente mi compromiso sin dar largas.
c. Me tiene que dar algún toque que otro para que lo haga.
Interpretación del Test:
Las respuestas “b” son las sanas, las que muestran que tu tendencia no es la procrastinación.
Por: Silvia Schoffer Kraut
www.schofferconsulting.com
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