Si yo fuera un carpintero, ¿acaso te casarías conmigo?  Canta en una balada de guitarra acústica y un fondo de cuerdas armonioso y tranquilo Robert Plant de Led Zeppelin.

De ellos se esperaba ruido, desborde, energía reventando por todos los lados concebibles e inconcebibles, no una balada, sus temas eran el rock.

Repetir no ha sido nunca lo mismo que desarrollar, basta escuchar los inicios de cada uno y hasta donde llegaron.

Hay pintores que desarrollan una misma temática durante gran parte de su oficio, con obsesión. Como Cristino de Vera y Giorgio Morandi. Hay otros que con peligro de dispersión van buscando distintas maneras de expresarse. Vi hace poco un documental con una entrevista a Sidney Lumet (44 películas en 50 años, 46 nominaciones al Óscar, 4 estatuillas, ninguna como director, con películas como Tarde de perros, Serpico, Veredicto Final, Network, etc.). Decía que lo acusaban de tratar siempre temas diferentes y, no con poca razón, explicaba que las situaciones cambiaban, pero su raíz era continuamente la justicia.

En el arte no hay una única fórmula para obtener un resultado.

Qué pasaría si pierdo la memoria y luego de un tiempo me doy cuenta que tengo la habilidad de pintar, cuánto de esa memoria regresaría y cómo. Para qué decir qué temas me podrían interesar, porque estos sí creo que pertenecen al desarrollo de cada historia. Cuántas de mis creencias quedarían obsoletas y de cuánta carga me podría liberar. Pasarían cosas.

Y de pasar cosas, una última vuelta de tuerca, la moda de algunas galerías que ahora quieren cobrar a los pintores por exponer, además a tanto el metro, la pared,  si más cerca del escaparate, etc. A buen entendedor que les paguemos por pintar: Qué bonito.

Pero el ser humano es tozudo, por decirlo de una manera amable, y sigue entrando gente nueva al oficio del arte, aun a sabiendas que tenemos una historia como oficio y un futuro que no entra en los intereses de Trump. Y al final ganó para desdicha de muchos, entre los cuales me cuento, y es que lo dije, si existieron Nerón y Calígula por nombrar un par, ¿por qué le restaban posibilidades? De acuerdo que no fueron elegidos, pero también existen otros pares que sí lo fueron. La locura y el poder a veces se llevan maravillosamente bien.

¿Cómo será el ombligo de este señor? Supongo que grande de tanto mirarse y rascarse.

Estoy recordando un par de fotos aparecidas en los periódicos el día en que asumió, enfocado desde abajo en el mejor sentido teatral de la impostura, con el mundo y nosotros a sus pies. En la pintura religiosa se puede observar esta perspectiva, salvo que en ese caso el pintor pretendiera realzar el vínculo de la santidad con lo divino… a lo mejor también es el caso.

P.D. Como la vida me ha hecho perder la vergüenza, y hoy sin publicidad no somos nadie, les aviso que inauguro Exposición en Galería Marvick, en Santa Cruz el 17 de Febrero.

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