Atteneri Delgado: «No hace falta ver para soñar»

 

 

Las personas tenemos cinco sentidos que nos hacen la vida mucho más fácil, pero desafortunadamente existen personas que carecen de alguno de ellos. Es el caso de Atteneri Delgado, una chica de 26 años que padece una ceguera total, que la limita en cierta medida.

 

 

Esta discapacidad la acompaña desde el comienzo de su vida. Una negligencia médica provocó que vea la vida desde otra perspectiva. Pero a pesar de ello, ha tenido la suerte de contar con una familia que la ha impulsado a su independencia personal, dejándola desarrollar las mismas actividades que cualquier persona sin esta dificultad visual.

 

Personas como Atteneri Delgado suelen necesitar de una tercera persona para realizar sus actividades diarias, pero ella no quiere depender de alguien toda su vida. Su principal aspiración es lograr ser independiente. Cuando comenzó su etapa escolar, ni los centros, ni los docentes poseían las competencias necesarias para mediar con su discapacidad, y sus padres se vieron obligados de buscar otras alternativas. Entre ellas, la que más se adaptaba a sus necesidades fue el Centro de Recursos Educativos (CRE), que conocieron a través de la ONCE. Este centro se encuentra en Madrid, por lo que tuvo que desplazarse y comenzar una vida lejos de su familia, y fue aquí donde empezaron los grandes cambios en su vida. Por un lado, recibió educación académica y habilidades de la vida diaria, tareas aparentemente sencillas como hacer la cama o la higiene personal, provocando, por tanto, el inicio de su independencia. Otro aspecto que la ha motivado en la idea de su independencia es apreciar cómo sus hermanos han ido realizando su vida de manera autónoma sin necesidad de depender de sus padres.

 

De vuelta a Tenerife, y ya mayor de edad, se encontró con el mismo problema por el que se había ido; sus estudios se vieron limitados nuevamente, los docentes no sabían adaptarse a sus necesidades. A pesar de todo, logró obtener su titulación académica.

 

Atteneri se ha encontrado con muchos obstáculos que la han limitado a lo largo de su vida, como la falta de conocimiento de la sociedad sobre su discapacidad, barreras arquitectónicas, la carencia de semáforos habilitados acústicamente, obstáculos que se encuentran en las aceras como son los grandes maceteros que impiden su destreza a la hora de caminar por las mismas, la falta de adaptación de los autobuses que no comunican acústicamente su destino, etc. Todo ello provoca que una persona con discapacidad visual se encuentre constantemente desubicada.

 

 

Atteneri Delgado – Fotografía de Rubén De Cándido para @masmediagroup

 

 

Atteneri Delgado es afiliada a la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles). Durante su infancia y adolescencia recibió apoyo por parte de esta organización que la ayudó a realizarse como persona, a experimentar su autonomía personal, como su preparación académica. Esta organización la apoyó con una serie de ayudas materiales (1 Jaws – Lector de pantalla, 2 Perkins – máquina que permite la escritura en braille), escolares, de transporte, económicas, etc. Cuando fue menor recibió ayuda por parte de la ONCE y la seguridad social, con la prestación de hijo a cargo. Actualmente solo recibe ayuda por hijo a cargo.

 

Se considera una persona atrevida, sin miedos, se ve capacitada para poder desempeñar una vida normal a pesar de su discapacidad, por ello hace tanto hincapié en el término de la INDEPENDENCIA. Pero aún no se ve suficientemente preparada para poder comenzar una vida independiente de sus padres, todavía le queda un largo camino para lograrlo.

 

Sus padres son sus principales pilares. Han luchado mucho a lo largo de sus vidas para poder lograr que su hija obtenga la educación adecuada y que, a pesar de su discapacidad, no se vea limitada. Apoyan la idea de que quiera ser independiente, ya que sería un proceso gratificante para todos, tanto para ella, porque su autoestima aumentaría al verse autónoma, como para ellos, ya que tendrían una pequeña tregua después de tantos años de lucha. El apoyo de sus padres no está exento de miedos, como ocurre con todos los padres. En el caso de Atteneri aumentan porque, según sus padres, al no ver todos los posibles peligros que la rodean desconoce algunas cosas. Sus padres temen que se pueda hacer daño con algo que se encuentre en la vía pública, o que alguien pueda aprovechar su vulnerabilidad.

 

Han sido dos alumnas del Grado de Pedagogía de la Universidad de La Laguna, apoyadas por el Técnico Rehabilitador y profesor, Benito Codina, las que han tenido la oportunidad de intervenir en el caso de Atteneri para detectar sus necesidades, ayudarla en la mejora de su autonomía personal y trabajar en aquellas habilidades en las que tuviera dificultades. El grupo se ha centrado en mejorar sus habilidades de desplazamiento desde su domicilio hasta la sede de la ONCE, enseñarle a cocinar con la Thermomix o realizar la compra en el supermercado. A pesar del poco tiempo del que dispusieron, hubo notables avances por parte de Atteneri quien agradeció la ayuda y capacidad de comprensión, así como la habilidad del grupo para hacerla sentir una más en su compañía. Por su parte, las alumnas valoran la destreza y la capacidad de superación de Atteneri.

 

Por: Carla Molina / Lara Hernández

Fotografía: Rubén De Cándido

 

 

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