Rosana Arbelo Gopar nació en la isla de Lanzarote el 24 de octubre de 1963. Es la menor de ocho hermanos: cinco chicos y tres chicas. Cuando tenía tres años, su padre le regaló un pequeño piano de plástico, y con cinco, su primera guitarra. A los ocho ya había compuesto su primera canción. Desde que decidió lanzarse a interpretar sus propios temas, hace más de 20 años, Rosana se ha mantenido como una de las grandes cantautoras de nuestro país. Su música es una fusión de estilos y se define a sí misma como “un tango mezclado con un bolero, una mezcla imposible”. En 1996, sus amigos la convencieron para que presentara una maqueta a una discográfica, en la que ella interpretaba sus propia canciones, el álbum “Lunas rotas”, del que se vendieron más de dos millones y medio de discos en todo el mundo y, canciones como “El talismán”, “Si tú no estás” o “A fuego lento”, fueron número uno.

 

El caso es que ya es una veterana del pop, con su mosaico de temas entre el pop, el rock y el folk. No desdeña ritmo alguno. En su Lanzarote natal aprendió a convivir con sones mestizos. Persigue no aburrir. Busca la complicidad de su público para emocionar y emocionarse, transmitiendo mensajes sencillos, preferentemente los que escucha de la gente con la que se cruza en las calles. La ternura es su mejor tarjeta de visita.

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