Rosa Dávila: “El hecho de ir rompiendo barreras nos hace más fuertes cada día”
“Las mujeres no debemos tener miedo a tomar decisiones en ningún ámbito de nuestras vidas”
Rosa Dávila, consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias, es una mujer joven, inteligente y con las ideas muy claras. Diplomada en Empresariales, cursó parte de su carrera en la Universidad Politécnica de Manchester, UK. Atesora una gran experiencia política, tanto en el ámbito local como autonómico, y persigue una meta clara: hacer un buen trabajo allí donde esté. Vive su cargo con pasión y desde la convicción de que hay que luchar mucho todavía en favor de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.
¿En qué momento decidió dedicarse a la política? Creo que desde siempre, la verdad. Recuerdo que cuando estudiaba Empresariales en la Universidad de La Laguna, un profesor de Economía Aplicada al que tengo mucho aprecio nos preguntó a toda la clase qué queríamos ser cuando terminásemos la carrera, y mi respuesta por aquel entonces fue muy clara: le dije sin dudar que quería dedicarme a la política.
¿Es para usted la política vocación o profesión? Para mi la política es una vocación, no una profesión. Quien lo asuma como una profesión creo que está equivocado porque no lo es. Le dedicas mucho tiempo, muchas preocupaciones, le restas tiempo a tu familia, a los amigos. La política, al igual que otras muchas ocupaciones, como la medicina, tiene que ser vocacional porque si no sería imposible dedicarse en cuerpo y alma.
Desde que comenzó esta carrera profesional, ¿le ha resultado complicado compaginarla con su vida personal? Siempre resulta complicado para una mujer conciliar la vida profesional con la familiar. Pero yo tenía muy claro que quería ser madre. Tuve a mis dos hijas muy seguidas, se llevan apenas 20 meses, en ese momento era directora general de Transportes del Gobierno de Canarias, y bueno… supongo que en ocasiones sí que era complicado, sobre todo cuando las niñas eran muy pequeñas. Pero también fue bonito y emocionante. Disfruto mucho de ellas y siempre han vivido en estas circunstancias desde que nacieron. Como muchas madres, conciliamos como podemos nuestras vidas familiares y laborales.
¿Le hubiera gustado desempeñar otra labor diferente a la actual? Supongo que podría haber tenido otra dedicación relacionada con mi formación y estudios. Y también me hubiera encantado, lo hubiera hecho con el mismo entusiasmo con el que me dedico a la política. El secreto es que te apasione tu trabajo, creo que no hay nada mejor que tener la suerte de dedicarte a lo que te gusta y cuando es así lo conviertes en una vocación, en algo que forma parte de tu vida.
De los cargos que ha ocupado hasta la actualidad, ¿con cuál de ellos se ha sentido más cómoda y cuál de ellos le ha aportado más a su vida personal? Tengo un recuerdo muy bonito de todas las etapas porque son distintas y tú misma eres distinta. De todas aprendes. Recuerdo que fue maravilloso el paso por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. En lo local los problemas son muy próximos y requieren soluciones inmediatas, ayudando a las personas a resolver sus problemas, es una gran escuela por la que todos los que se dedican a la política deberían pasar. También la etapa como directora del Instituto Canario de la Mujer, cuando entré a formar parte del Gobierno, fue una gran experiencia. Especialmente dura porque te involucras emocionalmente y en muchas ocasiones te sientes impotente, sobre todo cuando te enfrentas a la violencia, a la muerte de una mujer, a la violencia sobre sus hijos, a los abusos sexuales. La verdad es que fue una etapa muy complicada pero de la que me siento muy orgullosa del trabajo que hicimos aquel entonces. Después estuve al frente del sector del transporte en Canarias. No sabía cambiar una rueda -.risas- pero la gente del sector, un sector muy masculinizado, me apoyó mucho y yo tenía muchas ganas de aprender. Finalmente estuve doce años y guardo muy buenos recuerdos y amigos que lo serán para siempre. Pero si tuviera que decir en qué momento me he sentido más cómoda, me quedo con el de ahora, al frente de la Consejería de Hacienda, dentro del equipo de Fernando Clavijo. Fernando es un gran jefe, se involucra en todas las áreas de gobierno y la economía y las finanzas le apasionan así que es estupendo trabajar junto a él.
¿Ser mujer le ha dificultado en alguna ocasión ejercer su carrera profesional?Como todas las mujeres, por supuesto. Somos mujeres en un mundo de hombres y en muchas ocasiones eso entraña dificultades. En política existe el mismo techo de cristal que encuentran todas las mujeres en sus profesiones. Las mismas dificultades para llegar a responsabilidades que históricamente han estado en manos de los hombres. Tienes que demostrar constantemente tu valía, mientras que a ellos se les da por descontado. Por otro lado, me siento muy orgullosa de haber tenido la oportunidad de romper barreras impensables hace algunos años, como que haya por primera vez una mujer al frente de las finanzas en Canarias. Ir ocupando estos espacios nos hace más fuertes cada día.
¿Puede compaginar con su ajetreada vida laboral y familiar una vida sana? Pues para mi es obligado llevar una dieta sana, soy celiaca una enfermedad que cada vez se detecta más. Eso me obliga a tener mucho cuidado por que como con frecuencia fuera de casa, pero lo cierto es que cada vez más en los restaurantes tiene más información y formación sobre alérgenos. Es muy importante la labor que hacen las asociaciones de enfermos, como la FACE para concienciar. Intento hacer algo de deporte, correr o nadar, pero reconozco que no soy nada regular. Y algo que para mí es fundamental, que es tener un buen descanso, así que las horas de sueño son sagradas. De todas formas, puedo dormir en los aviones sin problema y eso a veces es una ventaja.
Según los últimos acontecimientos en la lucha por la igualdad de oportunidades entre el género masculino y el femenino, ¿cuál cree que es el rumbo que debe seguir la política en este sentido? Creo que el rumbo que debe seguir la política en la igualdad de oportunidades y en la lucha contra el machismo se tiene que intensificar. Las mujeres, sobre todo las que nos dedicamos a la política, debemos evidenciar que sigue habiendo diferencias entre hombres y mujeres. Que en las leyes podemos ser iguales pero en la calle no. Que existe una brecha en lo salarial, en el ejercicio de las responsabilidades y que sigue existiendo ese techo de cristal al que antes me refería en el ámbito profesional. Pero sobre todo, en lo que se tienen que seguir volcando las políticas públicas y también el conjunto de la sociedad es en luchar contra la violencia que sufren las mujeres, luchar contra los abusos sexuales, contra la cosificación de las mujeres, debemos seguir trabajando en favor de la libertad. En no tener miedo a tomar decisiones en ningún ámbito de nuestras vidas.
¿Cree que se debería destinar más presupuesto a las políticas de género? Por supuesto. Nosotros hemos multiplicado los recursos que destinamos a las políticas contra la violencia de género. Probablemente debamos dedicar más presupuesto, pero sobre todo hay que dedicar mucho más esfuerzo a la transversalidad y a la concienciación. Y a veces no es tanto el dinero como que todo el mundo entienda que hay cosas que no son tolerables, que no se pueden pasar por alto y que hay que denunciar cuando vemos algo que es inadmisible y que está suponiendo una vulneración de los derechos de las mujeres.
Con respecto a este último asunto, el de las políticas de género, ¿hay algo que piense que se debería hacer y aún no se ha hecho? Creo que a lo largo de los últimos años se han dado pasos muy importantes a favor de las políticas de género. Pero también creo que hay algo que se debería hacer y que aún no se ha hecho, como es el reconocimiento del feminismo, porque todavía no se acaba de entender lo que ha supuesto este movimiento. Yo me siento profundamente feminista y al mismo tiempo reivindico la feminidad, son dos cosas que son perfectamente compatibles. Podemos hacer política con perspectiva de género desde cualquier ámbito. Por ejemplo, en la política fiscal, nosotros hemos hecho una bajada de impuestos pensando en las rentas más bajas, que mayoritariamente son mujeres, deducciones para familias monoparentales, casi todas formadas por mujeres solas con hijos a su cargo, o eliminado el impuesto sobre los productos de higiene femenina que son parte de la cesta de la compra de más de 600.000 mujeres en Canarias. Se puede y se debe hacer política con perspectiva de género.
¿Considera que ser un personaje público es negativo o positivo en sus quehaceres diarios? La verdad es que no me considero un personaje público. Es verdad que tengo una responsabilidad pública en el ámbito de lo político, pero nunca he dejado que esto me cambie ni interfiera en mi familia. Hago una vida como cualquier otra persona, como cualquier madre sola, voy al supermercado como todo el mundo, llevo a mis niñas al colegio por las mañanas, no tengo todo el tiempo que me gustaría pero cuando encuentro ese hueco intento hacer un poco de deporte, ir al cine, me encanta la playa -necesito la energía del sol y del mar-. En ese aspecto, jamás he tenido ningún problema. La gente, en general, es muy respetuosa.
¿Cómo es su día a día y qué prioridades tiene a la hora de afrontarlo? Mi día a día es como el de muchas madres. Zafarrancho de combate a primera hora de la mañana para preparar desayunos y las mochilas de las niñas, llevarlas al colegio, ir a trabajar. Muchas veces, es verdad que en avión o un barco, pero como mucha gente en Canarias, a veces tengo que ir Madrid o a Bruselas. Pero no tengo ningún problema para compaginar mi vida privada con la pública y establecer prioridades, mi familia me apoya y también con la logística de niñas otros padres del colegio para llevarlas a los cumpleaños, pero como todo el mundo. Lo llevo muy bien aunque haya días que el móvil no pare de sonar, pero esta dedicación requiere estar disponible 24 horas, siete días a la semana, como Batman….- risas-. Como dije antes me apasiona mi trabajo y me hace muy feliz. Y eso no quita para que cada vez que puedo busco un rato para estar con los amigos o disfrutar con mis hijas en alguna escapada.
¿Es posible desconectar totalmente durante su tiempo libre? No, no sé si otras personas lo pueden hacer, pero al menos yo, con las responsabilidades que tengo tanto en Hacienda como en mi partido, no puedo desconectar nunca. El teléfono siempre tiene que estar encendido y en cualquier momento tienes que estar disponible para una reunión o para coger un avión en plenas vacaciones para ir a Madrid a negociar un presupuesto. Nos ha tocado vivir momentos complicados por la situación en Cataluña y la inestabilidad política y eso requiere estar disponible para lo que surja. No, no es posible desconectar, hace años que no tengo unas vacaciones tranquilas. Pero como digo, no es algo que me suponga un problema porque me gusta lo que hago. Sé que es una etapa de mi vida y por lo tanto lo hago encantada. Eso hace que disfrute más de los pequeños momentos con la familia, con los amigos.
¿Qué valores considera fundamentales en la vida? La lealtad, primero con los demás pero también con uno mismo, con tus valores y principios, para poder llevar una vida feliz y completa. Creo que debemos dar más importancia al amor, lo entendemos mejor cuando tenemos hijos. Hay que tener tiempo para dar y dedicar a los demás, sobre todo a la gente que quieres. A veces las prisas del día a día nos hace olvidar que hay que hacer que los que están a tu lado se sientan amados. Soy una persona optimista por naturaleza y me gusta ver el lado positivo de las cosas, aprender de los malos momentos y también relativizarlos. Tener una mirada positiva hace que la vida sea mejor, más feliz y que se la puedas hacer mejor también a los demás.
¿Cuál es para usted la mejor noticia que podría darse de Canarias? Si hablamos desde el ámbito de mi responsabilidad, últimamente ha habido muy buenas noticias para Canarias. Ha llegado más dinero desde el Estado, sobre todo para educación sanidad y políticas sociales. Pero creo que la mejor noticia sería que sigan bajando las tasas de desempleo, que la gente pueda tener un empleo digno, con un buen salario, que pueda tener una casa y vivir con dignidad. La crisis dejó en el Archipiélago una factura muy alta y mucha gente perdió la ilusión. Recuperar esa ilusión y tener un empleo que te dé para vivir creo que es la mejor noticia y el mejor trabajo que podemos hacer por Canarias.