Las modas y tendencias son cada vez más raras. Después de la gente que ha encontrado el placer en casarse con estaciones de tren, llega la que apuesta por celebrar una boda consigo misma. Sí, parece una broma, pero ahora hay gente que se está dedicando a casarse consigo misma y a esta nueva moda la han llamado sologamia.
La encargada de dar el paso ha sido Erika Anderson, una mujer de 37 años que terminó casándose consigo misma después de estar harta de que la gente le cuestionara por qué no se casaba con nadie y la llamaran solterona.
La idea de Anderson no es única en el mundo. Se ha denominado sologamia, y la han promulgado un grupo de mujeres de Australia, Japón, Taiwán y Reino Unido. Anderson, que pertenece a este grupo, defiende su decisión como un acto de autoestima: «Lo describiría como mujeres diciendo sí a sí mismas. Significa que somos autosuficientes a pesar de no estar con otra persona«, ha detallado a los medios.
Esta nueva moda surgió tras la emisión de un episodio de ‘Sexo en Nueva York’ en el que Carrie Bradshaw decide casarse consigo misma porque estaba harta de que nadie celebrara su soltería, mientras que tenía que estar continuamente comprando regalos de boda para sus amigas.
Uno de los primeros casos oficiales se dio en 2014, cuando la joven británica Grace Gelder decidió casarse consigo misma porque no había encontrado a ninguna persona mejor. Según relató, llevaba seis años sin pareja y la idea cruzó su mente cuando estaba escuchando una canción de Björk que dice «My name’s Isobel, married to myself» (mi nombre es Isobel, estoy casada conmigo misma).
Desde entonces, los casos han sido numerosos, como el de Joelle Bourdeau, que se casó consigo misma a pesar de tener pareja porque no quiere comprometerse con nadie. O el de Sophie Tanner, que lo percibe como un rito cultural capaz de aportar mucha riqueza. Hay múltiples casos a lo largo del planeta.
Como en todo, detrás de este nuevo fenómeno se está creando toda una industria que, finalmente, está generando muchos beneficios para algunas empresas que han encontrado en la sologamia su nicho de mercado.
Los enlaces no tienen ningún tipo de validez legal, ya que la ley no los contempla, pero los eventos que se realizan pueden ser, en ocasiones, similares a toda una boda real. Una empresaria del sector ha relatado que, dentro de unos años, esto será completamente normal: «Hace una década era demasiado alternativo, pero dentro de unos años será completamente corriente«.
Claro está, no todos los que practican la sologamia llegan a la autoboda, pero cada vez hay más personas que reivindican la soltería y su derecho a realizar planes sin la compañía de nadie.