Departir con Pilar Socorro es como sentir la brisa fresca del mar sobre la piel, en una cálida tarde de verano. Poseedora de un carisma arrollador, conversadora nata y con esa sonrisa limpia y perenne que fulmina a cualquiera, esta periodista, venezolana de nacimiento y con ADN canario, podría dar clases al mismísimo Mark Twain si estuviese con vida. Con una carrera profesional intensa donde las haya, Pilar Socorro es, ante todo, una mujer concienciada con la sociedad actual. Acérrima luchadora en pro de la igualdad real, dejando los absurdos estereotipos aparte. Amante de la Cultura, prepara su próximo libro sobre un tema tan candente como lo es la subrogación parental. A caballo entre Madrid y Canarias no ha dejado, ni por un segundo, de adorar la tierra que la vio crecer. Mujer, madre y periodista, Pilar Socorro abre las puertas de su corazón y de su razón en una entrevista carente de desperdicio alguno.
Venezolana de nacimiento, de padres canarios, a los seis años abandona dicho país y llega a Gran Canaria ¿Qué significado tiene en su vida las Islas Canarias?
Muchísimo, son mi base, tengo doble nacionalidad. Obviamente, también me duele mucho Venezuela y estoy sumamente triste por la situación actual del país. Por Canarias siempre he sentido y sentiré algo especial.
Llegó al mundo del periodismo por casualidad, estudió medicina ¿Por qué se decidió por el periodismo?
Me matriculé en medicina e hice hasta quinto de oftalmología sacando sobresalientes. Era de ciencias puras, sinceramente, el periodismo ni se me pasaba por la cabeza. Hice baile contemporáneo y empecé en el mundo del modelaje. Hice el curso de modelo y, a la par, continuaba con mis estudios. Lo que quería era ser actriz. Pero mi padre no me dejó serlo, eso del destape de la época en el mundo del cine no comulgaba con su arraigada fe católica. Durante un concurso que se llamaba «Repaso», en el que participaba como azafata, me ofrecieron entrevistar a un escritor, lo hice y les gustó el resultado. Me ofrecieron suplir la baja de maternidad de la locutora de continuidad de dicho programa y acepté. Tras ello, me presenté al casting como locutora de los 40 Principales y me seleccionaron para ello. Nos pagaban una porquería, ya que era una hora de radio semanal, costaba más la gasolina para el transporte que lo que ganaba por dicho trabajo. A partir de ahí no he parado, el mundo del periodismo es el mío y la Radio mi pasión. Llegué a tener hasta tres trabajos en un día. Personas como Paco Padrón y José Antonio Pardellas fueron muy relevantes para mi carrera profesional a los cuales, por ende, estaré eternamente agradecida.
Me tiene estupefacta… Estudiaba medicina y trabajaba tanto como modelo, como de periodista, es usted toda una superdotada.
No, para nada. Tengo la gran suerte de tener a una madre que me ha apoyado en absolutamente todo. Cuando me entraba la nostalgia siempre me escapaba a Gran Canaria los fines de semana. La sinergia la llevo en el ADN.
Abrazó tanto la Radio como la Televisión ¿Qué medio le gusta más?
La Radio, lo que sucede es que en la Televisión tu caché se dispara, aun así la Radio es mi pasión.
Ese decir siempre a todo que sí, profesionalmente hablando, ¿le afectó a su vida privada?
Hice un programa de madrugada que tuvo como consecuencia mi separación matrimonial. No fue por el padre de mi hijo, él era maravilloso, pero teniendo en cuenta que tenía un hijo y que cuando empiezas con una pareja vas en paralelo, ese trabajar tanto hizo que dichas líneas se empezaran a separar. En la época de dicho programa nocturno, «Cita con Pilar», que, por cierto, fue innovador, ya que fue el primer programa de radio que implantó una webcam en el estudio, estaba todo el día volcada en el trabajo. El padre de mi hijo me ayudaba muchísimo con él, e incluso yo me llevaba a mi hijo de viaje, nunca dejé de estar con él. Aun así fue una época muy dura.
Hablando de eso que denominan «conciliación familiar» y a colación de lo que me cuenta al respecto ¿No cree que dicho término se debe enfocar también hacia el hombre y no solo hacia la mujer?
Como ya te comenté anteriormente, el padre de mi hijo me ayudaba muchísimo con ello, pero, por supuesto, debería de ser así y se debería de tener en cuenta. Estamos en una sociedad en la que cuidar de los hijos está mal visto. Por ejemplo, un padre que se queda hasta horas intempestivas en un pleno de un ayuntamiento cualquiera, es un señor que obtiene un respeto por su dedicación a su labor profesional, en cambio a una madre, con el mismo puesto laboral y en la misma tesitura, se la considera una mala madre porque llega tarde a casa por atender su trabajo, desatendiendo a sus hijos. Es sumamente injusto.
Pongamos la misma situación a la inversa ¿Cuál es su opinión acerca de esos padres que asumen, por el motivo que sea, tanto la responsabilidad de la crianza y educación de los hijos, como las labores domésticas?
Si el intercambio de roles respectivos es real, me parece fenomenal. A igualdad de carreras que se opte, voluntaria y concertadamente, por los roles respectivos correspondientes a cada miembro de la pareja. Otra cosa muy diferente es el caso de ciertos hombres y mujeres que no tienen trabajo porque tampoco lo buscan, vamos, que no tienen ni oficio ni beneficio, hay parados y quietos. Es cierto que con lo que se cobra en España a los autónomos no hay quien se mantenga. Igual de malo es una señora que tiene una asistenta doméstica interna en casa y que su único trabajo consiste en ir a la peluquería y estar estupenda, que el hombre que opta por quedarse en casa alegando un trabajo doméstico inexistente.
Hablando de volver a imponer el matriarcado ¿Se refiere a hacerlo referente a la lucha en contra del patriarcado o para nivelar ambos estatus?
En Canarias nunca ha dejado de existir. No hablo de un matriarcado político en el que los hombres estén sometidos a las mujeres, en plan amazonas que solo los utilicen para procrear, no hablo de ese tipo de matriarcado para nada. Hombres y mujeres debemos de estar unidos y disfrutar de nuestras diferencias, pero tenemos que complementarnos. Nuestra capacidad intelectual está equiparada a la de los hombres.
¿Está a favor de la custodia compartida?
Verás, me separé en 1999, la custodia compartida era y es voluntaria. El padre de mi hijo es tan amoroso que fui pionera, en esa época, en firmar de mutuo acuerdo la custodia compartida. Aquí no hay buenos ni malos, debemos abogar exclusivamente por el bien del menor.
Esa problemática existente en España, en pleno siglo XXI, de conceder por defecto la guardia y custodia del menor a la progenitora, simplemente por haber parido, cuando existen tantos progenitores que quieren la custodia compartida, para poder disfrutar y educar a sus hijos con los mismos derechos y obligaciones que poseen dichas progenitoras.
Lo malo es que, por querer rizar el rizo, les están quitando las custodias a las madres por ese motivo. En España no tenemos término medio, como te comenté, anteriormente, hay que pensar, exclusivamente, en el bien del menor. Jamás me podré llevar mal con la persona que me ha dado lo más importante de mi vida, que es mi hijo. Muchas mujeres piensan solo en la manutención, en gran parte, es por ello por lo que no firman la custodia compartida y muchos hombres prefieren pagar y olvidarse de sus hijos.
España es un país machista, pero, lo peor del tema, es que España es un país de mujeres machistas.
¡Exacto, ahí le has dado! Somos nosotras las que hacemos el machismo, somos nosotras quienes criamos a nuestros hijos en función de unos parámetros predeterminados: «Los chicos no lloran», etc. Me refiero, cuando digo «nosotras», a nivel generalizado, porque no es mi caso, mi hijo está educado en el machismo CERO. Con mi hijo, tanto su padre como yo, hemos hecho el trabajo bien.
¿Se considera feminista?
El feminismo existe porque no hay igualdad. Soy feminista y femenina, por ejemplo, en lo que al mundo laboral se refiere, trabajamos igual que un hombre, por lo tanto, tenemos que cobrar igual que ellos. El feminismo acérrimo, que no es feminismo sino es «anti hombres», eso tampoco me interesa. Creo que era Lidia Falcón la que decía: «La igualdad llegará el día en que mujeres mediocres ocupen altos cargos». En RNE estoy muy bien tratada y no he notado dicha discriminación en mi persona.
¿Comulga con el término «feminazi»?
No me gusta nada, Nazi, de por sí, no me gusta para nada. Lo que no quiero es que se utilice el término feminismo como arma arrojadiza, ni de ellos contra nosotras, ni de nosotras en su contra. Utilizar el término feminismo en contra del género masculino, porque has tenido problemas con determinados elementos de dicho género, me parece fatal. Que determinados elementos, que son machistas, utilicen dicho término cuando se sienten agredidos y lo que hacen, en lugar de defenderse, es atacar con el término «feminazi», también, me parece intolerable. Hay que dialogar y no pelear.
Hablemos de periodismo… ¿Es normal que en nuestro país un periodista tenga que trabajar gratis?
No, ahí es cuando perdemos la batalla. Un periodista que trabaja gratis no se está valorando a sí mismo. Evidentemente, el empresario, si te puede sacar gratis mejor para él. No todos los pagos tienen que ser en euros, hay muchas formas de pagar el trabajo realizado. Uno no entra en un concesionario de coches y se lleva uno gratis a cambio de hacerle publicidad a dicho concesionario. El trabajo del periodista no se valora. La caridad bien entendida empieza por casa, no se debe trabajar gratis.
Su opinión sobre el intrusismo profesional en nuestro sector.
No creo en el intrusismo profesional. Yo estudié medicina, no periodismo. Lo que te da la carrera son las herramientas. Por ejemplo, Goya no estudió la carrera de Bellas Artes, pero nadie osaría decir que no era pintor. Lo que me parece mal es que haya ciertos personajes que le pegan constantemente patadas al diccionario y se hagan llamar periodistas. También, es cierto que muchos licenciados en Ciencias de la Información no saben escribir.
¿Por qué está infravalorada nuestra profesión?
Siempre digo, en tono de humor, que nosotros somos el cuarto poder y los otros tres nos temen. En realidad, la gente le teme al periodista, piensan que lo vamos a contar todo. Los periodistas somos personas normales, somos capaces de ser discretos. La gente no tiene miedo al periodista en sí, sino a que sus zonas oscuras salgan a la luz a través del periodista.
Como periodista especializada en la Cultura ¿Qué opina Pilar Socorro sobre el impuesto de lujo que posee la Cultura en España?
Acaban de bajar los impuestos, pero aún falta que lo hagan con la Música. Un 21% de impuesto para la Cultura es vergonzoso.
Para concluir, aunque estaría charlando con usted por lo menos 10 horas más, pero sé que su tiempo es oro, le voy a realizar una pregunta que sé que va a interesar mucho a nuestras lectoras ¿Cree que una mujer para poder presentar, profesional y dignamente, un programa de televisión debe tener una talla 38?
No, para nada. Lo que hay que tener es la cabeza bien amueblada. Evidentemente, un buen físico ayuda, pero no es óbice para no poder realizar dicha actividad profesional correctamente. Hace mucho tiempo que dejé de tener la talla 38 y sigo trabajando.
¿Aconsejaría a las nuevas generaciones que estudiasen Periodismo?
A mi hijo le dije que estudiase lo que quisiese y que trabajaría de lo que pudiese. A los que les guste, que lo hagan. La economía va a mejorar y el periodismo no va a morir, se va a reciclar. Tenemos que ser buenas personas para dejar un buen legado a los que vengan detrás.
Por: Ale Hernández
Fotografía: Marta Socorro
MU&H: Carlos Menéndez