Jessica Chastain regresa a la cartelera española para protagonizar «La casa de la esperanza» en el papel de Antonina Żabińska, una esposa y madre trabajadora real que se convirtió en una heroína durante la Segunda Guerra Mundial. Niki Caro («En tierra de hombres») dirige la película a partir de un guión de Angela Workman, adaptado del libro de no ficción de Diane Ackerman, que a su vez se basaba en los diarios de Antonina.

La historia real es dura y emocionante. Corre el año 1939. Estamos en Polonia, donde la vida sonríe a la pareja formada por Antonina y su marido, el doctor Jan Żabiński. Ambos regentan el zoo de Varsovia, él como director y ella encargada de los cuidados de las criaturas. Antonina es una mujer entregada a su familia y a su casa de fieras. El zoo llena de vida la ciudad y sus habitantes recorren sus calles sin sospechar lo que está a punto de suceder…

Como decíamos, es el año 1939. En Polonia… Hitler lanza sus tropas hasta la capital polaca y el país cae en manos nazis. El zoo de Antonina queda clausurado y la pareja tiene que responder ante el recién nombrado zoólogo jefe del Reich, Lutz Heck (protagonizado por Daniel Brühl). El nazi Heck planea un nuevo programa de cría selectiva para el zoo. Un plan que no convence a Antonina, que sabe de la extrema crueldad de las fuerzas de ocupación.

 

 

Antonina y Jan empiezan a colaborar de manera encubierta con la Resistencia al darse cuenta de que las jaulas abandonadas de los animales y los túneles subterráneos del zoo, diseñados originalmente para proteger las vidas de los animales, ahora pueden proteger en secreto vidas humanas. Varsovia ha quedado reducida a la mínima expresión. La pareja ve cómo la muerte llena las calles del gueto de Varsovia y deciden actuar. Pero a la hora de poner en marcha su plan, exponen sin quererlo su propia vida y la de sus hijos.
Basado en una historia real
El libro de no ficción de Diane Ackerman «La casa de la buena estrella» se basó en los diarios que Antonina Żabińska escribió durante la guerra. El libro, a su vez, ofrecía una exhaustiva documentación para situar a Antonina y su marido, el doctor Jan Żabiński, en el contexto histórico más amplio de la resistencia polaca a la opresión nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El Estado de Israel reconocería más adelante a los Żabiński como Justos entre las Naciones, aunque la pareja siempre fue muy modesta en lo referente a sus logros. Aín así, personificaron el valor y la compasión, al alojar a más de 300 personas en su querido zoo de Varsovia, que había sufrido daños durante la invasión alemana de Polonia, manteniendo a salvo a estos invitados y permitiéndoles sobrevivir al Holocausto; tras salvarlos del gueto de Varsovia, a los rescatados los enviaban por rutas de huida hacia la libertad. Algunos de esos invitados aún siguen vivos en la actualidad

 

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