El hotel Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel 5* GL, epicentro de arte canario

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El hotel Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel 5* GL, epicentro de arte canario

El hotel Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel 5* GL rinde homenaje a sus raíces canarias con un espectacular conjunto de piezas mural, obra del reconocido pintor canario Fernando Álamo.

Si las paredes del hotel Santa Catalina pudieran hablar, contarían la historia de los huéspedes que durante más de un siglo han cruzado sus puertas. El imponente edificio ha sido desde 1890 un lugar emblemático de la vida cultural de Las Palmas de Gran Canaria, y su reapertura de la mano de Barceló Hotel Group trae de vuelta una leyenda a la isla.

A un paso de finalizar la reforma, el alcalde de la capital grancanaria Augusto Hidalgo ha querido disfrutar en primera persona de esta obra de arte inspirada en la naturaleza y en las diversas referencias poéticas que dan título al conjunto: Tulípero del Gabón, Amaryllis, la Caña de Indias. Paraísos lejanos, exóticos, un viaje de ida y vuelta… La maravillosa aventura de la vida.

Santa Catalina, a Royal Hideaway 5* GL ha apostado por el talento canario para crear dos obras de grandes dimensiones destinadas a decorar una de las zonas principales del histórico edificio. El encargo ha recaído sobre el artista canario Fernando Álamo, hijo adoptivo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y Premio Canarias de las Bellas Artes 2014. Su legado, procedente de una incansable pasión por la pintura, le ha convertido en uno de los representantes del arte canario contemporáneo. Entre sus innumerables intervenciones se encuentra la del conjunto de murales instalados en la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias (Santa Cruz de Tenerife). En esta ocasión, su aportación artística dota de color y viveza a una reforma que ha devuelto el esplendor a este emblemático hotel de Gran Canaria.

La inclusión de los murales del pintor canario es un tributo a las raíces de las islas. Tal y como ha expresado Álamo en la visita al hotel, la flora que aparece representada juega con los recuerdos de una tierra que bebe de diferentes culturas. “El tulípero de Gabón es una clara referencia a África. La amaryllis, junto a la rosa y los liliums, nos hablan de Europa, y son un guiño al jardín de mi familia política, y a mi traslado, hace más de cuarenta años, a la isla de Gran Canaria. Por su parte, la caña de Indias hace mención a nuestra relación histórica con el continente americano”.

Ambas piezas han sido instaladas en la galería del hotel, a la salida del emblemático Salón García-Escámez, que ha pasado a llamarse Salón Miguel Martín-Fernández de la Torre, en honor al reconocido arquitecto grancanario que convirtió al hotel en el icono del lujo que es en la actualidad. Las obras del pintor contemporáneo sirven de transición entre la parte clásica e histórica del hotel y la nueva terraza cubierta que se abre al Parque Doramas.

El carácter de esta región queda retratado en este hotel para el disfrute de los huéspedes nacionales e internacionales. ”A lo largo de su historia, Canarias ha sido lugar de paso y puente entre África y, sobre todo, entre América y Europa. Somos punto de llegada y de partida para todo tipo de viajeros y aventuras, lo que ha conformado el carácter abierto y cosmopolita de nuestras gentes”, explica el pintor.

Pintando el espíritu de las Islas Canarias

El pintor Fernando Álamo (1952, Santa Cruz de Tenerife) es un destacado representante del arte canario contemporáneo de las últimas cuatro décadas. Su obra está presente en numerosos museos y colecciones de todo el mundo, entre ellos la Fundación La Caixa, Barcelona; el Palacio Real de Rabat, Marruecos; la sede del Parlamento Europeo, Bruselas; o la reconocida Colección Roland Penrose, Londres.

Su producción artística ha evolucionado con el paso de las décadas. Durante los años setenta, el pintor navega entre lo experimental y el eclecticismo hasta que al final de esa etapa se sumerge en el pasado de la Historia del Arte y se fija en la técnica del collage. A partir de los ochenta, su pintura figurativa introduce inequívocas referencias al mundo del deseo, haciéndose también festiva e irónica, incluyendo difusas referencias surreales. En la década de los noventa teje la iconografía de su peculiar versión de las naturalezas muertas y de los bestiarios, logrando así una nueva etapa de su propia pintura.

Hoy, su legado lo sitúa como uno de los artistas más destacados del archipiélago canario. Su extenso trabajo y su particular forma de entender el arte “escenifica contundentemente la vigencia de la pintura en el siglo XXI»­ −según palabras del crítico Carlos Díaz-Bertrana.

Un hotel con pasado, presente y futuro

El hotel Santa Catalina se inauguró en 1890 y ha formado desde entonces parte de una larga tradición turística en Las Palmas de Gran Canaria. Gracias a su privilegiada ubicación en la ciudad y a su entorno de ensueño, se convirtió en una referencia del éxito turístico de Gran Canaria, especialmente a finales de los años 50 y los 60. El establecimiento fue adquirido por el Ayuntamiento en el año 1923 y, en el año 1951, se inauguró el nuevo edificio creado por Miguel Martín-Fernández de la Torre, cuya configuración se conserva hasta la fecha. Actualmente, es uno de los ejemplos más significativos del movimiento regionalista de la arquitectura de la ciudad del siglo XX.

Bajo la gestión de Barceló Hotel Group, Santa Catalina, a Royal Hideaway hotel está llamado a convertirse, una vez, más en un ejemplo de elegancia clásica y lujo, gracias a la conservación y rehabilitación de sus espacios más icónicos, como el Patio de las Tortugas, uno de sus espectaculares espacios exteriores que “abrazan” al Salón Miguel Martín-Fernández de la Torre y donde los clientes podrán disfrutar de un área de relajación en un apacible entorno natural.

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