Actuamos como modelos para nuestros hijos. Muchas veces no somos conscientes de la fuerza que tiene el cómo nos comportamos en su presencia. Las relaciones sociales marcan nuestra forma de ser y nuestra forma de resolver las eventualidades con las que nos tropezamos a diario.

Ya en 1961 Bandura nos demostraba con su teoría del aprendizaje social y su experimento del muñeco bobo cómo lo que hacemos determinará el comportamiento de los que nos observan. El muñeco bobo es un juguete hinchable, que simula cierta apariencia humana, que al ser golpeado cae, pero vuelve a erguirse con facilidad. Nos mostró, empíricamente, cómo la observación será un conducto poderoso de aprendizaje.

En su experimento utilizó a 36 niños y 36 niñas de la guardería de la Universidad de Stanford. Todos tenían edades de entre 3 y 5 años. Fueron divididos en tres grupos y expuestos de forma individual a modelos con un comportamiento agresivo, a modelos con un comportamiento no agresivo y a ningún modelo actuando como grupo control.

En una sala de juegos, donde habría un muñeco bobo, el modelo debía actuar según el papel asignado, mientras era visionado por un niño. El agresivo golpeaba, pateaba, lanzaba por los aires e insultaba al muñeco.

Todos aquellos niños que fueron expuestos a comportamientos agresivos, después en la sala de juegos, mostraron más conductas agresivas que el resto, hallándose, asombrosamente, modos de agresión que no fueron imitación directa del comportamiento del modelo a seguir, sino manifestaciones violentas que surgieron de forma espontánea. También se observaron diferencias de género, donde los niños mostraron mayor agresividad que las niñas, más aún cuando su modelo fue un hombre frente a una mujer.
Ya hace más de 50 años que se nos trasladaba la influencia que ejerce el aprendizaje observacional. A pesar de ello, ignoramos la evidencia científica en aspectos educacionales y nos relajamos en nuestra forma de actuar delante de nuestros hijos, trasladando aprendizajes que luego negamos haber enseñado.

Dentro de los tipos de aprendizaje existentes, uno de los más importantes es el que se basa en la observación, conocido también como observacional, vicario o social cognoscitivo.

Cuatro son las etapas de este aprendizaje:

  1. Adquisición: Es la observación y aprendizaje visionando un modelo. Aumentará el interés por el aprendizaje cuanto más interés genere el modelo para el niño. wwEj. Profesor, madre, padre, compañero de clase, personaje famoso…
  2. Retención: Se analizan los comportamientos observados y se almacenan en la memoria en forma de imágenes mentales.
  3. Ejecución: Se ponen en práctica los comportamientos apropiados y útiles que se han ido almacenando en la memoria. Sería el momento de ensayo y error. Ej. Empujo a un niño y me da la pelota> empujo a un niño y no me da la pelota> empujo a un niño y me empuja más y no me da la pelota> empujo e insulto a un niño y me da la pelota.
  4. Consecuencias: Se comprueba si lo aprendido es útil y se obtiene lo que se quiere a la hora de usarlo. Se usará lo aprendido en base a la consecuencia esperada. Ej. Empujo e insulto a un niño y me da la pelota.

Les dejo a modo de reflexión este artículo para que recapacitemos acerca de nosotros mismos, de lo que hacemos y de lo que queremos enseñar y que aprendan nuestros hijos.

Esto no es opinión, no es placebo, no es homeopatía,… esto es ciencia.

 

Autor: Silvia García Gómez
Psicóloga nº col T-1545
www.hebepsicologia.com

Comentarios

comentarios