Brigitte Gypen, dos décadas impulsando la solidaridad y el apoyo a pacientes con cáncer de mama

Brigitte Gypen es la fundadora y presidenta de la Fundación Canaria Carrera por la Vida, una organización que desde hace 20 años apoya a pacientes de cáncer de mama a través de proyectos innovadores.

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Brigitte Gypen, Presidenta Fundación Carrera por la Vida Foto: Rubén de Cándido

Brigitte Gypen es la fundadora y presidenta de la Fundación Canaria Carrera por la Vida, una organización que desde hace 20 años apoya a pacientes de cáncer de mama a través de proyectos innovadores. Recientemente, ha sido galardonada con el Premio Mujer y Solidaridad por la Asociación Más Mujer Canarias, en reconocimiento a su labor solidaria.

Brigitte, ¿qué le motivó a fundar Carrera por la Vida hace dos décadas?  En 2004, a los 40 años, me diagnosticaron un cáncer de mama con un tipo de tumor agresivo. Empezó así un tratamiento por el que tuve que pasar por quirófano, sesiones de quimioterapia y radioterapia, y sufrir efectos secundarios como una menopausia inducida y un sinfín de consecuencias. Mi ruta por el cáncer fue complicada pero salí bien y me sentí agradecida por estar viva. Sin embargo, también sentí que hubo preguntas sin responder, falta de información, y un gran peso de tabús y falsas creencias alrededor del cáncer. Sentía la necesidad de hacer algo para llamar la atención sobre la enfermedad y la posibilidad de mejorar el paso de las mujeres que también pasarían por la experiencia. Decidí organizar una caminata en Santa Cruz para concienciar sobre la detección precoz del cáncer de mama, visibilizar a las afectadas y crear un espacio para no sentirnos solas.

A lo largo de estos 20 años, ¿cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado la fundación y cómo los ha superado?  Han sido muchos porque el número de afectadas ha crecido y la necesidad de dar una mayor y mejor respuesta nos ha llevado a poner en marcha más proyectos. El reto ha sido la búsqueda de financiación y crear el equipo para hacer frente a este desafío. Yo sola hubiera sido imposible desarrollar la labor que desempeñamos en la actualidad, por eso es fundamental y ha sido siempre el voluntariado y los profesionales que me rodean. Gracias a ellas y a ellos, y a la mejora de la calidad de vida de las personas que atendemos, sigo con fuerza.

La Fundación ha implementado diversos proyectos innovadores para apoyar a pacientes con cáncer de mama. ¿Podría destacar alguno que haya tenido un impacto significativo?  Por la amplitud del espacio geográfico y por la satisfacción que nos da, destacaría el BRA Project. Nos llegaban quejas de mujeres afectadas que sufrían molestias con sus sujetadores después de la mastectomía, o que no podían pagar un sujetador terapéutico nuevo. Por eso pusimos en marcha el BRA Project que nos permite entregar nuestros sujetadores terapéuticos en todas las islas de forma gratuita. A este proyecto asistencial, sumamos la entrega de pañuelos, bolsas de drenaje y mallas linfáticas. Con Impulso Rosa ofrecemos ejercicio físico adaptado y Mente Rosa nos ha permitido poner en marcha un servicio de atención psicológica gratuita para personas afectadas y sus allegadas. Con un compromiso firme con la investigación, la Fundación destina anualmente una parte importante de las donaciones a la Fundación FERO, Fundación CONTIGO y a la Asociación de Hombres con Cáncer de mama INVI, para desarrollar estudios porque creemos que la investigación de hoy es la medicina de mañana.

«A lo largo de su historia, el cáncer de mama ha sido un tabú y ha contado con el silencio para aumentar su daño»

Recientemente, ha sido galardonada con el Premio Mujer y Solidaridad por la Asociación Más Mujer Canarias. ¿Qué significa este reconocimiento para usted y para la Fundación?  Es un honor recibir este galardón, pero además hacerlo al lado de tantas mujeres admirables por sus trayectorias. Me siento orgullosa porque es el reconocimiento al trabajo constante y duro durante los 20 años de la Carrera por la Vida. Lo comparto con todas y todos los que me han acompañado a lo largo de estos años y que han creído, y creen en nuestra labor. Yo confío en mis fuerzas para continuar, pero sin todas y todos los que me rodean, sin el apoyo del voluntariado, instituciones y empresas, hubiera sido imposible.

Desde una perspectiva feminista, ¿cómo cree que su labor contribuye a la visibilización y empoderamiento de las mujeres que enfrentan el cáncer de mama?  Una de cada 8 mujeres, aunque pronto la cifra oficial se ajustará a 1 de cada 7, tendrá cáncer de mama. Aunque los hombres también padecen esta enfermedad, sigue siendo una patología femenina. A lo largo de su historia, el cáncer de mama ha sido un tabú y ha contado con el silencio para aumentar su daño. La Fundación ha contribuido a la visibilización, a ponerle cara a las cifras y a plantarle cara a la desinformación. Y la visibilización también ha traído la sororidad, el apoyo entre iguales que es fundamental. Mujeres que comparten su experiencia y que pueden servir de guía para otras, que refuerzan la autoestima y ayudan a devolverse la confianza perdida. La mujer vive un momento crucial en su posicionamiento social y laboral, pero también en la sanidad. La Fundación exige que se aumenten los recursos de mamografías y ecografías para la detección precoz, y que la atención sanitaria sea diversa y cercana para que las mujeres sean escuchadas en sus demandas y decidan libremente sobre la reconstrucción o no de su pecho.

En su experiencia, ¿ha observado diferencias en la forma en que hombres y mujeres enfrentan el cáncer de mama? ¿Cómo aborda la Fundación estas diferencias?  Los hombres también son pacientes porque sufren esta enfermedad en un 2% de los casos diagnosticados. Desde la Fundación hemos incluido en nuestra imagen visual el punto azul como signo de apoyo al cáncer de mama masculino, además de la aportación económica al primer estudio de esta patología junto a la Asociación INVI. Como allegado a la enfermedad, la figura del hombre es crucial para la mujer afectada. Acompañar, entender, escuchar, comprender y conocer los pasos y consecuencias del tratamiento es una tarea por la que el hombre, marido, hijo, allegado, se transforma en aliado de la paciente. Con nuestro programa Mente Rosa, además de la mujer afectada, atendemos a sus compañeros y allegados para dotarlos de las herramientas que puedan favorecer a las mujeres de sus vidas, y también atenderles a ellos en el proceso, porque cuando el cáncer toca en una casa, toca a toda la familia.

«La investigación está viviendo un momento crucial en la cantidad de avances y en los beneficios de su aplicación»

La detección precoz es crucial en la lucha contra el cáncer de mama. ¿Qué estrategias utiliza la Fundación para concienciar a la población, especialmente a las mujeres jóvenes, sobre la importancia de las revisiones periódicas?  La detección precoz salva vidas. Ese lema era mi objetivo hace 20 años y lo sigue siendo hoy. Tenemos la obligación de cuidarnos y estar atentas a nuestros cuerpos. Autoexaminarse cada mes y acudir a las citas médicas son dos armas para ponerle freno a la enfermedad y evitar consecuencias. La autoexploración no sustituye la mamografía, por lo que es imprescindible acudir cuando toque. Desde la Fundación pedimos a los responsables de la sanidad que se disminuya la edad de la primera mamografía a los 40 años, dado el aumento de casos en mujeres jóvenes, y que también se aumente la edad tope de los 65 años, dado el incremento en la esperanza de vida.

Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son sus objetivos y los de la Fundación para los próximos años en la lucha contra el cáncer de mama y en el apoyo a las mujeres afectadas?  Como decía el gran doctor Josep Baselga “debemos seguir investigando y trabajando hasta lograr la desaparición del cáncer de mama”. La investigación está viviendo un momento crucial en la cantidad de avances y en los beneficios de su aplicación. Por eso es fundamental y debe ser un derecho social, el aumento del presupuesto público dedicado a la investigación. Mientras llegue el fin del cáncer de mama, que llegará, desde la Fundación Carrera por la Vida continuamos ofreciendo ayudas asistenciales, foros de formación e información, espacios de encuentro en la Sala Rosa, actividades de desarrollo como el Camino de Santiago por la Vida, o eventos deportivos como Pedaleando o Nadar por la Vida. Este año presentaremos nuestras primeras BECAS ROSAS para financiar la formación de estudiantes y profesionales en áreas imprescindibles como psicooncología o nutrición y fisioterapia oncológica. Seguiremos trabajando con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las mujeres y hombres con cáncer de mama.

A través de su dedicación y compromiso, Brigitte Gypen ha demostrado ser una líder en la lucha contra el cáncer de mama, promoviendo la solidaridad y el empoderamiento femenino en Canarias.

 

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