En muchas ocasiones nos habrán prevenido de andar descalzos o andar jugueteando con con aquello de ¡Cuidado, no vayas a coger hongos! Pero ¿Sabemos realmente por qué se desarrollan? La onicomicosis, nombre técnico que se refiere a la infección por hongos,  es una afección bastante común que afecta, sobre todo, a las uñas de los pies.

 

La aparición de los hongos se debe a los dermatofitos, unos parásitos microscópicos que suelen proliferar en ambientes húmedos y en épocas de mucho calor. ¿Cómo podemos detectar la presencia de estos parásitos?

 

Cuando se desarrollan hongos en las uñas, éstas tienden a volverse amarillentas, apareciendo pequeñas manchas amarillas en el borde de la uña o rayas amarillentas en los primeros días. Si no se le pone remedio y la infección sigue penetrando en la uña se irán oscureciendo aún más, pudiendo derivar en un marrón ennegrecido.

 

Además del desagradable color, las uñas tienden  a deformarse y se vuelven más frágiles. Como los hongos se sitúan debajo de las uñas, pueden aparecer roturas, resquebrajándose por los bordes hasta separarse de la piel y caerse.

 

Por supuesto todo esto acompañado por la incomodidad y el dolor que suponen rozar cualquier superficie con una infección ya sea por un simple roce o la presión que ejerce el calzado.

 

Para tratar de evitar la aparición de hongos os sugerimos una serie de prácticas que prevendrán la aparición de estos desagradables parásitos.

 

En primer lugar, la higiene es una cuestión clave, deberemos tratar de mantener nuestras manos y pies lo más secos posible, después de lavarnos, de realizar ejercicio físico ya que es posible que nuestras manos y pies estén sudando y la humedad favorece la aparición de hongos. Debemos, además, incidir especialmente en los espacios susceptibles de continuar húmedos como pueden ser los espacios existentes entre los dedos.  Asimismo deberemos tener cuidado con el material que utilizamos, es decir, las herramientas que usamos para la manicura y la pedicura deben estar perfectamente limpias y desinfectadas.

 

El estado y mantenimiento de nuestras uñas puede también resultar condicionante. Es importante que las mantengamos cortitas y bien limadas. En el caso de los pies, es preferible hacer un corte recto y limpio para evitar dejar bordes irregulares que permitan la proliferación de bacterias.

 

Siempre nos han alertado de la importancia de usar calzado en lugares públicos como gimnasios, piscinas, etc. lo cual es realmente necesario. Además, en caso de realizar limpiezas en sitios húmedos se recomienda el uso de guantes.

 

El uso de calzado cómodo también es esencial, los hongos suelen desarrollarse en zonas sometidas a mayor presión. Por ello, es importante que utilicemos calzado cómodo que permita que el pie transpire, una manera de asegurarnos es tratar de ventilar los zapatos por las noches.

 

Por último, el uso de productos que disminuyen la humedad de nuestra piel, como pueden ser polvos de talco, puede prevenir la aparición de estos desagradables hongos.

 

Esperemos que encontréis útiles estas recomendaciones para tratar de prevenir la aparición de los hongos y lucir uñas espectaculares.

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