El romanticismo y la nostalgia se respira en cada rincón de esta preciosa ciudad Europea. Te invitamos a hacer tu guía de fin de semana para conocer lo mejor de Lisboa.

 

Muchas veces, cuando se trata de descubrir otras ciudades europeas, echamos la vista por encima de los Pirineos y empezamos a soñar con otros lugares. Pero, como en tantas veces en la vida, muchas veces obviamos que las cosas más increíbles están más cerca de lo que pensamos. Es lo que sucede con Lisboa, capital muchas veces olvidada pero, sin duda, una fantástica ciudad por descubrir en la que el romanticismo y la nostalgia se respira en las calles y se siente en sus populares fados o en su emblemático Tranvía 28.

 

Lisboa es una capital histórica, un popurrí con un carácter y un encanto fuera de lo común, donde 800 años de influencias culturales diversas se mezclan con las más modernas tendencias y estilos de vida, creando contrastes verdaderamente espectaculares. En Lisboa siempre hay algo que hacer: caminar por la ciudad con más de mil años de historia, conociendo sus monumentos y barrios más característicos; visitar la ociosa zona ribereña del Tajo que une Belém con el moderno Parque de las Naciones; divertirse en la animada noche de la capital por el Barrio Alto o relajarse en sus parques y miradores.

 

Y, cómo no, disfrutar de su auténtico placer gastronómico, sus hoteles de lujo, spas y zonas de compras. ¿Quieres descubrir, paso a paso, qué hacer y qué ver en Lisboa? Te lo descubrimos en esta guía que repasa lo mejor de la capital portuguesa.

 

Qué ver en un fin de semana en Lisboa

 

Empezamos nuestra guía por Lisboa contándote lo imprescindible que puedes ver en la ciudad y por qué merece la pena verlo:

Castillo de San Jorge. Es uno de los monumentos más conocidos de Lisboa, situado en la cima de la colina de Jorge, donde se encuentran los barrios de la Alfama y Castelo. Paseando por esta fortaleza que ofrece las mejores vistas del Este de la ciudad, te sentirás como un auténtico caballero, donde los cañones serán los protagonistas de tus fotografías. La mejor forma de subir al castillo es cogiendo el Tranvía 28, también una de las mejores experiencias lisboetas.

Lisboa Story Centre. En la conocida Plaza del Comercio -más conocida por los lisboetas como Terreiro do Paço-, se encuentra este centro de interpretación dedicado a la historia de la capital portuguesa, cuya apertura ha cumplido en septiembre 2 años. Se trata de un lugar ideal que visitar, ya que ofrece al público una crónica de la ciudad a través de seis núcleos de información expuestos de forma innovadora gracias a las nuevas tecnologías.

Parque de las Naciones. Se trata de un espacio vivo, dinámico y multifuncional, construido como sede de la Exposición Mundial de 1998. A día de hoy, constituye la marca de la Lisboa más contemporánea, un lugar donde los lisboetas y turistas de divierten, disfrutan de espectáculos, pasean, hacen deporte van de compras, trabajan y viven. En el plano cultural, destaca el Oceanário-el segundo mejor acuario del mundo, según TripAdvisor, y el segundo más grande de Europa-, que acoge cientos de especies como tiburones, rayas, mantas y peces tropicales

 

Belém, la estrella de Lisboa

 

Seguimos nuestro fin de semana de ensueño a Lisboa con otras joyas imprescindibles que ofrece esta capital europea. Entre todas, Belém es el barrio que, sin ninguna duda, debes visitar.

Belém.Es el barrio más paradigmático en términos de patrimonio relacionado con los descubrimientos. Desde su playa, partieron las naves del navegante Vasco de Gama rumbo al descubrimiento de la ruta marítima hacia la India y en todas partes se respira la grandeza de aquel imperio. Uno de los emblemas de la ciudad es el Monasterio de los Jerónimos, de gran excelencia arquitectónica debido a la mezcla de los estilos gótico tardío y del renacimiento. La Torre de Belém, situada junto al río Tajo, es un símbolo de la expansión portuguesa e icono lisboeta, con una decoración de influencias árabe y veneciana.

 

Belem

 

Jardín da Estrela. En Lisboa abundan las zonas arboladas. El Jardín da Estrela es uno de los oasis verdes de la ciudad donde las parejas pueden disfrutar de un paseo con encanto. Inspirado por el estilo romántico inglés, posee una abundante y cuidada vegetación. Su estanque con patos y cisnes y las diferentes variedades de flores que pueblan el jardín, aportan a este lugar la guinda para el auténtico deleite visual. Cuenta, además, con un templete en el centro en donde a menudo tienen lugar conciertos de diferentes agrupaciones musicales, añadiendo, si cabe, más magia a este lugar.

Elevador de Santa Justa. Uno de los medios de transporte con más encanto de Lisboa, que conecta la parte alta y baja de la ciudad, es el Elevador de Santa Justa, aunque actualmente, y al igual que ocurre con los tranvías lisboetas, es uno de los principales atractivos turísticos de la capital lusa. Sin duda, la vista que se contempla tras subir en el elevador de 45 metros de altura a Bairro Alto -sobre todo por la noche- es una de las estampas más románticas de la localidad.

 

Qué comer en Lisboa

 

La gastronomía portuguesa es irresistible. Sus platos típicos se componen fundamentalmente de patatas y tomates que se emplean para acompañar a las exquisiteces del mar y de la tierra. El bacalao es su plato principal. Incluso dicen que los portugueses saben hasta 365 recetas diferentes para prepararlo, una para cada día del año.

 

El bacalao es uno de los platos más típicos de Lisboa

 

Entre los históricos soportales que acordonan la famosa Plaza del Comercio lisboeta, se esconde uno de los cafés con más personalidad de la ciudad, el Martinho da Arcada, abierto desde 1782. De sus paredes cuelgan fotos del escritor Fernando Pessoa, para quien este café fue como su segundo hogar. Aquí podremos degustar los platos más tradicionales de la ciudad, como el arroz con pato a la portuguesa o los champiñones con nata.

Muy cerca del Monasterio de los Jerónimos, en el famoso barrio de Belém, se encuentra la Antigua Confitería, que esconde uno de los secretos más codiciados de la ciudad: la receta de los Pasteles de Belém, sólo conocida por tres personas. Allí se pueden degustar estos dulces únicos en el mundo, los cuales, según la tradición, se comen de dos en dos.

 

Los mejores miradores de Lisboa

 

Lisboa es una ciudad perfecta para admirar desde las alturas, ya que se encuentra rodeado de siete colinas. Eso sí, ¡prepárate para subir cuestas! Aunque merece la pena, porque desde ellas se pueden observar atardeceres completamente diferentes dependiendo del lugar desde el que se haga y de la hora, donde el río Tajo y los colores rosados que tiñen la ciudad son los principales protagonistas.Algunos de los miradores más destacados de Lisboa son:

 

Elevador de Santa Justa

 

El Mirador de San Pedro de Alcántara, en el JardínSan Pedro de Alcántara (Bairro Alto). Ofrece una panorámica impresionante del centro histórico de Lisboa, del Castillo de San Jorge y la Catedral de Sé. A él podemos acceder por el Elevador da Glória.

Mirador del Arco da Rua Augusta. Inaugurado hace un año, proporciona las mejores vistas de la Plaza del Comercio, el Castillo de San Jorge y el Río Tajo.

Mirador de la Puerta del Sol, situado en el histórico barrio de la Alfama, junto a la Iglesia de Santa Lucía, al que accedemos con el Tranvía 28.

 

Qué ver en Sintra

Si vas a estar más de dos días en Lisboa, merece la pena acercarse a Sintra y a Cascais, a los alrededores de la capital. Sintra es un punto de atracción inagotable. La perfecta simbiosis existente entre la naturaleza y el patrimonio edificado hicieron que la UNESCO la considerara Patrimonio de la Humanidad, en la categoría de Paisaje Cultural, en 1995.Comenzando en el centro histórico de la villa, se alza el Palacio Real, uno de los muchos edificios monumentales de la región.

Pasear por su centro es viajar hasta un mundo mágico, rodeado y vigilado por la imponencia de la Sierra de Sintra, con su verde vegetación, en la que todo tipo de paseos es posible.
Sintra es un ejemplo único de parques y jardines, habiendo influido en muchos paisajes europeos. Merecen especial relevancia el Parque da Pena y los Jardines de Monserrate.

 

 

Sintra – Palacio da Pena

 

En el alto de la Sierra, en una de sus cumbres escarpadas, encontramos el Palacio da Pena,el más completo y notable ejemplar de la arquitectura portuguesa del romanticismo, ahora recuperado y pintado con los colores originales, destacando entre el verde salvaje. Construido a partir de las ruinas del Monasterio Jerónimo de Nossa Senhora da Pena, el palacio se remonta a 1839.Otro de los lugares que no podemos perdernos en Sintra es la Quinta da Regaleira, una mansión de jardines surrealistas que revelan mundos mágicos y misteriosos, con pozos, grutas y senderos subterráneos.Los monumentos que forman parte del área clasificada de la UNESCO son innumerables y todos merecen una visita. Pero será paseando por la villa y por la sierra cuando se deslumbrará con un encanto único o un ambiente mágico proporcionado por su típica neblina.

 

Qué ver en Cascais

 

Cascais se encuentra a tan sólo unos 30 kilómetros de Lisboa. Se trata de un destino ideal para el verano,ya que cuenta con tres bahías de arena dorada que atrae a turistas para la práctica de deportesacuáticos, tomar el sol y nadar en el Atlántico.
Cerca de la Playa da Ribeira se encuentra el Mercado del Pescado, que recuerda al pueblo pescador que fue Cascais en ataño, donde se subasta pesca de lunes a sábado.

En su Casco Antiguo podemos dar con la Iglesia de Nossa Senhora da Assunçao, una construcción en color blanco cuya decoración está basada en azulejos, muy cerca de la Ciudadela, lugar de verano de la familia real. Hoy, la Ciudadela está ocupada por militares, aunque hay en marcha un proyecto de reconstrucción cultural. Detrás de ella podemos encontrarnos con la Marina de Cascais, una de las principales bahías de la ciudad, con un representativo faro.

 

Cascais – Faro de Santa Marta

 

En la Casa das Histórias Paula Rego, situada en la Avenida da República, se exhibe una gran colección de pinturas portuguesas vivas, que abarcan la carrera de Rego. Otra de las referencias culturales de Cascais es el Museu Condes de Castro Guimarães, donde podemos encontrar un manuscrito del siglo XVI que representa la ciudad de Lisboa antes del terremoto.

 

Vida cultural en Lisboa: museos y rutas literarias

 

Museo del agua. Se trata de la primera estación de bombeo de Lisboa que abastecía a la ciudad con el agua procedente del Acueducto do Alviela. Hoy, este lugar repasa la historia del suministro de agua desde la época romana hasta nuestros días.
La estación estuvo en servicio entre 1880 y 1928 y aún conserva las antiguas máquinas a vapor, referencia del patrimonio histórico industrial clasificado conjunto de Interés Público. El espacio acoge el Museo del Agua para dar a conocer el marco histórico, científico, tecnológico y sostenible del agua.

Museo de la Marioneta. Este museo cuenta con una increíble recopilación de marionetas tradicionales portuguesas utilizadas en la antigüedad para narrar y representar historias, una técnica que fue considerada como una de las primeras formas de arte popular.
Los títeres y sus diversas formas de teatro están documentados y explicados en este museo situado en Estrela, una de las zonas de visita obligada en Lisboa. Asimismo, su galería muestra marionetas y máscaras africanas y asiáticas de la colección de Francisco Capelo.

Museo Nacional del Azulejo. Hallado en el antiguo Convento da Madre de Deus, fundado en 1509 por la reina Leonor, este museo hace un recorrido por la historia del azulejo desde el siglo XV hasta la actualidad.
El museo está considerado uno de los más relevantes del país porque recoge una de las expresiones artísticas propias de la cultura portuguesa. Además, la iglesia del convento es el mayor ejemplar del barroco portugués, decorado con talla dorada, pintura y azulejos.

Casa Fernando Pessoa. Fernando Pessoa es el mayor literato de lengua portuguesa del siglo XX y uno de los más brillantes de la literatura mundial. Su casa, situada en Campo de Ourique, uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, se ha convertido en un espacio cultural que sirve para hacer presentaciones de libros, debates, conferencias y exposiciones.
Su hogar permite conocer de cerca la vida y obras del escritor, desde las vistas a través de la ventana de su habitación y que alimentaban su inspiración hasta sus artículos personales como su cómoda, su máquina de escribir, sus gafas, sus blocs de notas o sus libros.

Museo del Fado.Intérpretes, guitarristas y autores del fado se concentran en este museo que venera una de las herencias culturales más significativas del país: la música tradicional portuguesa. La galería acoge exposiciones permanentes y temporales. Además, contiene un auditorio, un centro de documentación y obras de grandes artistas que dieron melodía a la “saudade”, que se pueden conocer a través de los puestos de consulta interactivos y las audioguías. Asimismo, el edificio cuenta con un restaurante de cocina típicamente portuguesa para completar una experiencia de tradición y cultura.

 

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