El verano está lleno de placeres, muchos de ellos para el paladar, y la mayoría cargados de contraindicaciones para la forma física. Aperitivos que se convierten en almuerzos, cafés que derivan en tapeo, actividades que retrasan la hora de comer incitándonos a picar snacks poco saludables… Sobrevivir a estos maravillosos momentos es posible, pero solo si prestamos atención a estos errores a evitar que te contamos a continuación.
Confundir sed con hambre: en verano nos deshidratamos con mucha más facilidad y más del 30% de las personas cometen el error de confundir la sed con hambre, ¿cómo diferenciarlo? Es muy sencillo: bebe un vaso grande de agua y espera cinco minutos, si la sensación vuelve escoge un snack saludable como las nueces. La mayoría de las veces se trata de una mezcla de ambas sensaciones”.
Barra libre de fruta: sí, pero no descontroladamente. No hay que olvidar que la fruta contiene azucares, por lo que no se recomienda comer más de 4 o 5 piezas al día (aunque depende de la condición y ejercicio físico personal). Lo ideal es consumir cuatro piezas: dos en el desayuno, una a media mañana y otra después de comer.
Los smoothies son una opción fit que aglutina de un plumazo y en versión rica una buena cantidad de frutas. Se combinan con verduras, semillas y otros súper alimentos en función de los intereses, patologías (colesterol, problemas digestivos, hipertensión…) o condición física (ricos en proteínas para los deportistas).
Recuerda que una buena dieta siempre debe ir acompañada de ejercicio físico y el verano también es una buena época para realizarlo.