Carlos Alonso: «Dentro del mundo de la política hay mucho teatro»

 

Carlos Alonso eligió la luz del alba para sentarse a charlar sobre sí mismo. Su despacho en el Cabildo de Tenerife fue el marco para dejarse llevar sin perder ese halo de misterio que le gusta destilar.

 

De gesto amable, con esa cierta timidez previa a romper el hielo, de tono sereno y mirada penetrante y con la seguridad que le proporciona su extensa preparación académica, el presidente del Cabildo de Tenerife es un hombre en apariencia frío más, en la cercanía, enternecedor. Confesando sus pros y sus contras, Alonso desnuda su corazón y abre su mente, sin parpadear, en una entrevista que puede ser el preludio de unas cuantas charlas más con el hombre que hay detrás del traje diplomático.

 

 

¿Cómo le gusta que le llamen, Carlos o presidente?

-«Carlos. Me he acostumbrado a que me llamen presidente pero no me gusta mucho. De hecho, a la gente que no me conoce, cuando me preguntan a qué me dedico, les digo que trabajo en el Cabildo».

 

En su adolescencia…¿Era un chico bueno?

-«Sí, la verdad es que sí. Era muy aplicado. Sacaba muy buenas notas, era responsable y nada gamberro.

 

Estudió la carrera de Económicas…

-«Sí, en principio en la ULL y después en Inglaterra. Después hice un post grado en Francia y, más tarde, un máster en Brujas».

 

¿Cuántos idiomas habla?

-«Castellano, Inglés y Francés».

 

Le felicito, en un político, lamentablemente, no es frecuente…

-«En un político no es frecuente pero, aún así, hay gente de mi generación que habla varios idiomas».

 

Podríamos decir que es un tanto anecdótico que el presidente del Cabildo de Tenerife sepa hablar dos idiomas, aparte del materno, y que el presidente del Gobierno de España no …

-«Es otra generación y diferente formación. Por ejemplo, en la actualidad, los estudiantes empiezan a aprender algún otro idioma desde pequeños. En mi caso, el inglés lo aprendí en el colegio y lo perfeccioné en Inglaterra, y el Francés lo aprendí más tarde, por mi profesión, ya que soy funcionario de la Unión Europea. Con todo esto quiero decir que el aprendizaje de idiomas viene más derivado de cada carrera profesional que de la formación escolar básica. Eso es lo que le sucede al presidente del Gobierno de España, es registrador y no le hizo falta, en su día y para su profesión, aprender idiomas».

 

¿En qué momento se decantó por la política?

-«Desde muy temprano. Cuando terminé el máster me condujeron hacia un puesto de responsabilidad. De todas maneras, mi vocación con respecto al mundo de la política se basa en un interés público. A lo largo de mi carrera política he trabajado como funcionario público ,mi orientación personal se ha inclinado por y para trabajar por el bien general. No me vería trabajando en una empresa privada, me gusta defender el interés público, no el privado».

 

 

Foto: Rubén De Cándido para @MasMediaGroup

 

Deduzco que la política para usted es una vocación y no una profesión…

-«Por supuesto, además, no debería ser una profesión para nadie y, desde luego, para mí no lo es. La política es una etapa de una vocación en pro del interés público como funcionario».

 

En política…¿Los buenos no son tan buenos ni los malos lo son tanto?

-«Hay mucho teatro. Dentro del mundo de la política todos defendemos una posición y la teatralizamos. Eso conlleva cierto maniqueísmo, si estás en un grupo eres malo y si estás en el contrario eres bueno. Hay que intentar buscar la manera de llegar a posiciones comunes. En conclusión, lo que prima es el interés general. No debería mezclarse las rencillas personales con las profesionales. En el Cabildo de Tenerife todos intentamos encontrar ese punto en común. El teatro nos puede hacer llegar a perder el guión».

 

¿Es más fácil ser presidente del Cabildo de Tenerife que ser alcalde de la capital de la isla?

-«No lo sé porque no he sido nunca alcalde, pero prefiero ser presidente del Cabildo. Un alcalde tiene que estar en trincheras continuamente, todos los vecinos tiene derecho a hablar con su alcalde y a platearle sus demandas respectivas del día a día .Nosotros, en el Cabildo, hacemos una acción más estratégica y una dimensión mucho más amplia para realizar sendos proyectos. Me gusta trabajar desde esa visión estratégica y no estar pendiente de ese día a día que tiene un alcalde».

 

¿Es difícil conciliar ser presidente del Cabildo de Tenerife con su vida privada?

-«Sí, porque no tengo horarios. Por ejemplo, no suelo tener fines de semana libres debido a que no tengo un horario estipulado. Puedo empezar mi día laboral con una entrevista radiofónica a las siete y media de la mañana y terminar la jornada con una cena laboral a las once de la noche. Todos los días son distintos y, aunque al final la familia se acostumbre, es difícil de llevar.»

 

Mentalmente tiene que estar muy preparado, de su trabajo pueden llegar a depender muchas vidas…

-«Intento no pensar eso, pero sé la presión que conlleva la responsabilidad de mi puesto, sobretodo cuando hay crisis. Las decisiones que tomo son estratégicas y, por ende, trascendentales. El peso de la responsabilidad se toma y, después, de lo que se trata es de sacarlo adelante».

 

¿Cómo sobrelleva el estrés?

-«Soy una persona muy tranquila, normalmente no acuso el estrés. Lo que si noto es que, con el paso de los años, me enfado más a menudo».

 

Ese enfado del que habla, ¿lo exterioriza?

-«Sí, eso es lo que me pone un poco nervioso, antes ni tenía ese carácter .Antes había pocas cosas que me sacaban de quicio y ahora hay muchas que me molestan bastante».

 

¿Qué es lo que más le saca de quicio?

-«Me enfada que las cosas no se hagan. Soy muy organizado y creo que se me da bien articular responsabilidades; cuando la gente no asume dichas responsabilidades las cosas no salen y eso me enfada mucho».

 

Foto: Rubén De Cándido para @MasMediaGroup

 

¿Nota que le reconocen en la calle? ¿Cómo lleva el peso de la popularidad?

-«Sí, y lo llevo bien porque la gente es bastante amable. En ciertas ocasiones me incomoda un poco el sentirme observado. Cuando estoy con mi familia, el hecho de sentirme observado, me corta un poco, soy bastante tímido».

 

¿Nota el cariño de la gente en la calle?

-«La verdad es que sí, en general, me siento apreciado».

 

Los cargos van con sus cargas…

«Sí, claro. Tienes que asumir las cargas de un cargo. Por ejemplo, viajó mucho por temas laborales; a veces apetece y otras no. Tampoco me quejo por ello, pero hay que asumir las cargas de cada cargo».

 

¿Sabe sobrellevar las críticas?

-«No lo llevo mal, suelo intentar ver el origen de la crítica. En ocasiones son críticas sectarias, en eso no entro. La crítica que me interesa y a la que intento responder es a la del ciudadano de a pié que tiene un problema que no le hemos podido resolver, eso forma parte de mi trabajo».

 

¿Cree que le faltó hacerse una foto, al más puro estilo Fraga, y publicarla en pleno «conflicto microalgas»?

-En verano me bañé en Las Teresitas, pero creo que ese tipo de fotos espectáculo hace que entres en un juego que no me gusta, el de las medias verdades. Ha habido mucha información sesgada y un exceso de mala información. Haber hecho esa foto hubiese sido contribuir en ese tipo de juego que no me va».

 

¿Cree que existe una cortina de humo informativa, por parte de los poderes gubernamentales, para tapar los temas relevantes?

-«Eso antes sí podía pasar, el tener el control de la información para tapar los temas relevantes pero, hoy en día, las redes sociales han hecho que la información sea autónoma. No sé cómo una información puede llegar a ser viral, no controlo esos mecanismos, es algo autónomo que hace que las informaciones despeguen. Desde el Cabildo de Tenerife intentamos informar, a diario, de todo lo que hacemos. No nos sentamos para viralizar las informaciones que nos interesen. Intentamos informar de todo constantemente».

 

¿Se imagina, a corto o medio plazo, al pueblo canario demandando un referéndum para la independencia de la región?

-«No en nuestra generación. Creo en una visión más pragmática, algo parecido a lo que ha llevado el PNV en los últimos años, decidieron ir por la vía legal y fueron pragmáticos. Yo abogo por que nos den más autonomía, por ejemplo, en cuanto a costas y aeropuertos que, dentro de un contexto español y europeo, nos permita ser más autónomos. Podemos tener, dentro del estado español, autonomía propia ya que poseemos mucho potencial propio».

 

¿En Tenerife existe la igualdad real de género?

«No, no existe. Creo que no existe con carácter general. Eso es un trabajo continuo entre las administraciones públicas y la sociedad».

 

¿Qué es lo que más le preocupa de la violencia de género?

-«El impacto que provoca sobre los más débiles, los niños. Es el elemento más dramático de dicha violencia. En el peor de los casos se quedan huérfanos de padre y de madre».

 

Foto: Rubén De Cándido para @MasMediaGroup

 

¿En qué consiste el nuevo proyecto que emprende el Cabildo de Tenerife por y para las mujeres emprendedoras?

-«Este programa intenta impulsar, sobretodo en el ámbito tecnológico, la difusión de las buenas prácticas. Hay buenos ejemplos de mujeres emprendedoras en el ámbito tecnológico que no se conocen y lo que tenemos que hacer es difundirlo. No es un proyecto segregacionista, en este proyecto destacamos la igualdad para trabajar conjuntamente entre hombres y mujeres».

 

¿Suele leer nuestra revista Más Mujer?

-«La mayor parte de la prensa que suelo leer viene a través del resumen de prensa diario y, a veces, me meto a leerlo en los recortes pertinentes. Así es como  podremos leer la prensa los políticos a diario».

 

-¿Qué le parece que exista una publicación dedicada a la mujer en Canarias?

-«Me parece muy bien, es un segmento importante y, más allá de la igualdad, hay ciertos temas que interesan más al género femenino que al masculino».

 

El día 1 de marzo de 2018 se celebrará la gala de la segunda edición de los Premios Más Mujer en el teatro Guimerá. ¿Contaremos con su presencia?

-«Si la agenda me lo permite, allí estaré».

 

Una última pregunta, soy consciente que no es dueño de su tiempo. ¿Cuál es su sueño más recurrente?

-«Que mis hijos logren cumplir sus sueños. Que lo que hago con mis hijos tenga resultados óptimos para ellos. Si lo llevó al sector público mi anhelo más recurrente tiene que ver con la formación de los más jóvenes. Tenerife 2030 nace de esa preocupación por el futuro de mis hijos».

 

 

Por: Ale Hernández

Agradecimientos: Cabildo de Tenerife

 

 

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