Sonia Urquiza: «Me dedico a resolver problemas»

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Fotografía: Rubén De Cándido

Sonia Urquiza: «Me dedico a resolver problemas»

Una tarde con Sonia Urquiza no es suficiente para conocer a fondo a esta abogada mercantil y empresaria que pisa fuerte sobre el angosto terreno del Derecho, derrocando los continuos techos de cristal que encuentra a su paso.

Perfeccionista, extremadamente organizada, empática, honesta, apasionada y poseedora de una gran energía, Urquiza, lejos de andarse con rodeos, va al grano y “dispara a matar» a todo aquel que ose menospreciar al género femenino.

Premio Más Mujer empresaria 2017, Sonia Urquiza se traduce en retos recurrentes, talento irrefutable, empresaria de éxito, pasión arrolladora, madraza abnegada y sonrisa perenne.

¿Quién es Sonia Urquiza? «Sonia Urquiza se divide en tres: una Sonia madre, una Sonia empresaria-profesional y una Sonia sociable. Soy una persona que creo en mí misma y en los demás, que me esfuerzo por aprender y ser mejor persona cada día y que siento un gran entusiasmo por la vida».

Si tuviera que renunciar a alguna de estas tres facetas, ¿cuál abandonaría? «No podría renunciar a ninguna, todas esas facetas forman la persona».

¿Por qué eligió la carrera de Derecho? «No puedo decir que siempre haya tenido una vocación clara de ser abogada, pero sí que siempre tuve el ánimo de querer ayudar a la gente, y encontré que la abogacía era una forma de poder resolver los problemas de los demás. Hoy puedo decir que siento pasión por lo que hago y disfruto mucho de mi trabajo».

¿Por qué el Derecho Mercantil? «Porque me gusta más la parte preventiva y no litigiosa del Derecho. He dirigido mi carrera profesional en especializarme en este tipo de derecho relacionado con el asesoramiento a la empresa: fusiones y adquisiciones, contratación mercantil, compraventas de negocios, reestructuraciones empresariales y secretarías de consejos de administración».

Es empresaria desde 2016. ¿En qué momento decide pasar de ser una empleada a tener su propia empresa? «Tras llevar 17 años trabajando para varias firmas decidí comenzar una nueva etapa creando, junto a mis socios, mi propio despacho. Sentí que tenía la capacidad de generar negocio y poder desarrollar un proyecto empresarial, el cual ha sido todo un reto, no exento de dificultades y de mucha dedicación».

¿Ha sido muy difícil el camino recorrido hasta conseguir ser empresaria? «Creo que la parte más difícil no ha sido la de iniciar el proyecto empresarial, sino la tarea de mantenerlo, es decir, hacer que la orquesta funcione y que la música suene en armonía».

¿Qué diferencias encuentra entre trabajar para un bufete de abogados a trabajar para sí misma? «Durante todo el tiempo que fui empleada, jamás me identifiqué con ninguna de las típicas frases que estamos tan acostumbrados a oir, tales como, “me están explotando”. Muy al contrario, siempre tuve claro que el esfuerzo y cada una de las horas trabajadas las estaba invirtiendo en adquirir la formación y la experiencia necesaria para convertirme en una profesional del derecho.

Trabajé como si el despacho fuera mío y con el ánimo de poder dar siempre el mejor servicio posible al cliente. Ahora que he constituido, junto a mis socios, mi propio despacho, me he dado cuenta de que todavía me puedo esforzar mucho más. Por ejemplo, ahora me centro aún más en potenciar la atención y la dedicación al cliente».

En una de sus respuestas ha dicho que usted resuelve problemas. ¿También es resolutiva en su vida privada? «¡Sí! También procuro serlo».

Hablemos de igualdad real. ¿Cuál es su manera de combatir el machismo? «Creo que hay que luchar contra los estereotipos, contra los roles de género impuestos por la sociedad a lo largo de toda la humanidad, es decir, al conjunto de normas sociales o de comportamientos, generalmente, percibidas como apropiadas para los hombres y las mujeres, y que han condicionado nuestra educación. Frases tipo “los niños no lloran” o “las niñas son más débiles”, que condicionan nuestros comportamientos.

Tanto los hombres como las mujeres deberían sentirse libres para ser sensibles o vulnerables, y todos los hombres y las mujeres deberían sentirse libres para ser fuertes. Creo que la desigualdad de género debe, fundamentalmente, combatirse desde la cuna. Yo tengo dos hijos varones y procuro educarlos en el feminismo entendido como el principio de igualdad entre hombres y mujeres. Si todos hiciésemos lo mismo desde nuestros hogares, el efecto en la sociedad sería bruta»l.

Es una mujer atractiva y sobradamente preparada. ¿En alguna ocasión ha sufrido episodios machistas en su profesión? «Sí, en muchas ocasiones. Es complicado explicarlo porque el machismo está presente y subyace, pero no nos damos cuenta de ello. A lo largo de mi carrera profesional he notado como a algunos clientes no les apetecía que les asesorase una mujer y también he sufrido el llamado techo de cristal».

¿Cuál es su reacción ante estas acciones? «Demostrando que como mujer puedo hacer igual de bien mi trabajo que un hombre y procurando poner mis límites en cada una de las situaciones».

Se podría decir que tener un trabajo como el suyo supone un alto precio por el hecho de ser mujer… «Hoy en día el mundo empresarial sigue siendo predominantemente masculino. Es más difícil moverte en el mundo empresarial si eres mujer. He tenido que esforzarme para demostrar que soy igualmente capaz».

Con un trabajo tan absorbente, y siendo madre de dos hijos, ¿ha logrado la conciliación familiar? «Trato de conciliar cada día, pero es difícil encontrar el equilibrio. Intento buscarlo cada día».

Abogada, empresaria, madre, amiga y deportista. ¿Cómo logra hacer todo eso sin morir en el intento? «Es una cuestión de organización y, sobre todo, de pasión. Si te gusta y te apasiona lo que haces, todo es mucho más fácil».

De acuerdo, le puede apasionar mucho lo que hace, pero un día tiene 24 horas. ¿Cómo hace para aprovecharlas al máximo, para multiplicarse y hacer tantas cosas? «Aprendiendo a distribuir las horas que tiene el día e ir dedicándolas a cada faceta de la mejor forma posible. Aún así, como ya te confesé, procuro buscar el equilibrio cada día».

Da la impresión de ser una mujer extremadamente perfeccionista y organizada. Corríjame, si me equivoco. «Sí, lo soy. Aunque, como todos los extremos, también es un defecto».

¿Cuál es su lema de vida? «En el ámbito personal, por decir uno de muchos, quizá sea la frase “tu felicidad depende de ti mismo”, en el sentido de que creo que la felicidad emana de uno y no depende ni de otras personas, ni de bienes materiales, ni de logros o reconocimientos. Es un trabajo personal y una actitud de vida. En el ámbito profesional me identifico con la frase «el fin no justifica los medios», porque está muy ligada a lo que a ética profesional se refiere».

¿Qué valores son imprescindibles en su vida? «La coherencia, la honestidad y la lealtad son algunos de ellos».

¿Qué hay detrás de su mirada azul? «Hay una mujer con muchas ganas de vivir, entusiasta y apasionada».

Galardonada con el Premio Más Mujer Empresaria 2017. ¿Qué significó este reconocimiento para usted? «Fue algo espectacular, no lo olvidaré jamás. Significó el reconocimiento a muchas horas de trabajo y esfuerzo. Me siento una privilegiada por haber sido escogida entre tantas mujeres que trabajan y se esfuerzan a diario».

 

Por Ale Hernández.

 

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