Visitar La Gomera es el camino más directo a la naturaleza. Riqueza natural de senderos, veredas y caminos, atrapan al visitante con su esencia antigua intacta.

 

Su horizonte variado, va desde frondosos bosques, a playas volcánicas; descubriendo durante el camino paisajes esculpidos por el paso del tiempo. La naturaleza, nos brinda cascadas orográficas de vírgenes valles, turgentes montañas, abruptos acantilados, imponentes barrancos, y playas de contrastes. Con este pretexto de belleza, desde el año 2012 es Reserva de La Biosfera.

 

La isla, se divide en seis municipios, con personalidades únicas: San Sebastián, Hermigua, Agulo, Vallehermoso, Valle Gran Rey y Alajeró.

 

Siendo Hermigua el primer municipio de la carretera norte, y dejando atrás la capital, San Sebastián, continuaremos el camino, cruzando Agulo y Vallehermoso, mientras nos saludan numerosos barrancos que terminan en el mar.
En una vista panorámica, desde Agulo podremos distinguir Hermigua; el camino hacia Vallehermoso; el mar, y al fondo la isla de Tenerife. La orografía del municipio, cierra el monte del Cedro, Patrimonio de la Humanidad desde 1986, y por el que en esta época del año fluyen cascadas de agua.

 

 

El relieve abrupto rodea a Vallehermoso, sirviendo de refugio a salvajes playas poco frecuentadas y de gran belleza.
Tomando la ruta del norte o atravesando la isla por la cumbre, llegaremos a Valle Gran Rey. Municipio, en el que se encuentra la obra del lanzaroteño, César Manrique. El Mirador del Palmarejo, nos regala una estampa rural característica de la isla. El barranco de 1.200 metros de altura, esculpido en forma de cañón hacia el mar, se refugia entre palmeras escalonadas y caseríos, que conforman el linde de la ladera.

 

 

 

La carretera del sur nos conduce hacia Alajeró y Playa Santiago. Alajeró dominado por llanuras, revela en sus senderos, bancales rodeados por vegetación y casas de piedra. En el mismo estado de conservación reside un conjunto arquitectónico y urbanístico, como la Iglesia del Salvador del siglo XVII. Playa Santiago, oferta en su restauración las delicias del mar.

 

 

San Sebastián de La Gomera, es la capital de la isla y donde se concentran buena parte de los monumentos, como la Torre del Conde Peraza y la Casa de Colón; hogar en el que se hospedó antes de emprender su aventura.

 

Las playas de La Gomera son puro contraste, marcado por la arena negra de origen volcánico adentrándose en aguas cristalinas. Una de las playas más visitadas es la Playa de La Cueva, en San Sebastián.

 

 

El broche de este viaje es El Parque Garajonay. Declarado Patrimonio de la Humanidad, pertenece al vestigio de la Era Terciaria y conserva especies desaparecidas del continente europeo. Las cumbres mantienen la niebla de los vientos alisios, sirviendo de resguardo a este bosque mágico. Dieciocho itinerarios te esperan, para encontrarte, con la historia de una vegetación prehistórica, acordonada por manantiales.

 

Naturaleza única. ¡Atrévete a sentir!

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