Trinidad Corral: «Una mujer tiene que mantener su identidad laboral, personal y su independencia»

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Trinidad Corral: «Una mujer tiene que mantener su identidad laboral , personal y su independencia»

 

Trinidad Corral es una mujer todo terreno, intrépida, locuaz, implicada, profesional donde las haya, madre abnegada y un cóctel explosivo en el que se conjugan su Yin y su Yang a la perfección.

 

Esta granadina, amante de las islas afortunadas, se enamoró de Tenerife cual flechazo de Cupido a primera vista. Aquí ofrece su valía profesional dentro del mundo del Marketing y, a la par, educa a su hija en la igualdad real.

Es granadina pero siente pasión por Canarias. ¿Desde cuándo y por qué? «Desde que tenía dientes de leche. Me atraía todo de Canarias, desde sus paisajes, su gente, la ternura con la que hablan. De hecho, recuerdo a Chago Melián cantando en el concurso «Gente joven». Yo seguía ese programa porque estaba Chago Melián que era canario. Además, recuerdo que si cuanto estaban danto el tiempo en las noticias mi madre apagaba la televisión antes de que dieran el tiempo en Canarias, yo entraba en cólera. Imagínate cómo era mi amor por Canarias desde muy pequeñita «.

Es usted una gran profesional del mundo del marketing. ¿Cuál ha sido su preparación académica? «Inicialmente hice hasta segundo de Periodismo y, cuando llegué a Canarias, sólo se daba hasta segundo. ¡No me lo podía creer! Mi pasión por quedarme aquí y la oportunidad de trabajo, hicieron que dejara Periodismo. Siempre tendría tiempo de retomarlo. La rama de marketing, el mundo de la moda, de la imagen, de la radio y de la televisión me encantaban, así que decidí hacer Marketing y Publicidad. Iba a la península porque aquí no había universidades que lo impartiesen. Me iba a Madrid y allí hacía los exámenes. Después he seguido mi formación, renovándome y actualizándome, porque en el mundo del marketing tienes que estar al día. Somos como los médicos y los abogados, tenemos que estar a la última y, aún así, hoy en día nos quedamos desfasados con el marketing online que evoluciona por segundos. También hice una especialización de psicología en la publicidad, para enfocar bien las campañas, valorando las actitudes, comportamientos y patrones naturales que tenemos a la hora de tomar la decisión de compra; poder trabajar correctamente, aplicarlas a las estrategias y cumplir con los objetivos que nos piden los clientes».

Trabaja como directora de cuentas y responsable de la oficina de Tenerife para Publicidad Atlantis. ¿Cuáles son sus objetivos principales? «En una agencia no vendemos sólo prensa, radio, televisión o sólo online. Somos partners de nuestros clientes que es una cosa totalmente diferente. Nos implicamos desde los cimientos de la empresa, dónde está posicionada en el mercado y dónde quiere llegar. Hacemos un análisis de la marca y, a partir de ahí, generamos las estrategias para optimizar las inversiones».

Es madre de una adolescente. ¿Cuando decidió formar una familia tuvo claro que quería seguir con su carrera profesional? «Por supuesto, yo entiendo que una mujer tiene que mantener su identidad laboral, personal y su independencia. El que tengas un trabajo es parte de la vida familiar y también enseñas y eres maestra o ejemplo de tus hijos. Cuando asumes una responsabilidad, tienes que ser capaz de mantener un trabajo profesional fuera y otro trabajo en casa, que es la familia. Indudablemente siempre tienes la colaboración de la otra parte que, en este caso, era su padre. En ocasiones, compaginar la vida laboral con la vida familiar se pone cuesta arriba».

¿Una mujer como usted, que trabaja tantas horas al día, ha conseguido eso que denominan la conciliación familiar? «Sí, lo he conseguido, aunque a veces tienes muchos reproches de tu familia y eso duele un poco, porque tu implicación laboral requiere un esfuerzo y horas que se las quitas a ellos. Por ser mujer, a diferencia de los hombres, cuando llegas a casa, tienes más reproches por no estar más tiempo con tus hijos. Eso duele pero lo sobrellevas e intentas educar a tu propia familia en que es algo necesario e imperioso el ser responsable con tu trabajo».

Habla de reproches familiares debidos al escaso tiempo que le dedica a la familia por razones laborales. ¿Considera que esos repreoches se puden deber a una educación patriarcal? «En parte si, aunque por suerte la sociedad está cambiando, o eso creemos, porque hay ciertos ámbitos que ves en los colegios e institutos que te dejan sorprendida. Aún así quiero creer que todo está evolucionando».

 

«En ocasiones tenemos que tomar ciertas decisiones para darle más contenido a nuestras vidas, necesitamos salir de nuestra zona de confort para crecer»

 

¿En alguna ocasión ha sufrido algún episodio machista? «En toda pareja siempre hay episodios machistas y yo no voy a ser diferente, y tampoco quisiera profundizar. Aunque he tenido la suerte de tener a unos padres que se han llevado muy bien hasta el último día de sus vidas. Mi padre, en ciertos aspectos, sí criticaba algunas de mis acciones, pero luego era muy tolerante. Soy la más pequeña de mi casa, mi madre me tuvo ya siendo muy mayor y, digamos que ellos estaban más desfasados, a veces no me comprendían porque me veían más como a una nieta que como a una hija. Había ciertas diferencias por la edad y aspectos que ellos no entendían de mí, pero me dejaban pasar muchas cosas que, a lo mejor, en otras ocasiones con mis hermanos no lo hubieran hecho».

Es una mujer atractiva, inteligente, profesional. ¿Se ha sentido señalada en alguna ocasión por este motivo dentro de su entorno laboral? «Siempre hay sus más y sus menos. Es verdad que todavía existe un aspecto masculino bastante dominante en el ámbito laboral. Hay ciertos rangos que no se aceptan porque, a lo mejor, perciben más capacidad en una mujer e incluso a veces nosotras no vamos más allá por no generar conflictos, lo que conlleva no evolucionar todo lo que tendrías que hacerlo como mujer. En ocasiones tenemos que tomar ciertas decisiones para darle más contenido a nuestras vidas, necesitamos salir de nuestra zona de confort para crecer».

Dentro de su sector, el mundo del marketing, de la publicidad y de la comunicación, ¿se siente una mujer en un mundo de hombres? «Sí, además me gustan los retos. Si un hombre se impone, muy educadamente, hay que decirle que el mundo es un rompecabezas, que lo que le sobra a él me falta a mí, pero lo que me sobra a mí le falta a él. Somos complementarios, el hombre en su posición y la mujer en la suya, perfectas piezas de esta vida, para que sea equilibrada y correcta».

El ser complementarios puede derivar a la igualdad real. «Exactamente y, sobre todo, el respeto. El hombre debe de respetar a la mujer en todos los aspectos que la definen como mujer, al igual que la mujer debe de respetar al hombre en los aspectos masculinos que van implícitos en él. Mientras existe respeto hay armonía. Es el famoso Yin Yang, el equilibrio, y donde está el equilibro está la perfección».

Tiene una hija adolescente. ¿Cuáles son los valores en que basa la educación de su hija? «Desde muy pequeñita siempre he intentado que ella sea consciente de que todas las acciones y decisiones que hace y toma son para ella y que van a tener consecuencia exclusivas para ella. Nosotros estamos alrededor, somos sus padres, durante un tiempo podemos ser sus amigos y, sobre todo, lo que le intento inculcar es que aunque seamos sus padres, somos sus compañeros de camino y no sus yugos para castigarla. Al igual que cuando ella tenga pareja no encuentre a un marido sino a un compañero de vida, de camino y de proyecto. Los compañeros se aman y ayudan, no solo se quieren. Solo querer significa «tú eres mí propiedad y quiero que seas ésto», el amor es el respeto por el crecimiento de la otra persona, por el apoyo y por el caminar juntos de la mano. No es lo mismo ser “solo un marido” que un marido-compañero de camino en nuestra vida, eso mismo se lo estoy inculcando a mi hija desde todos los ámbitos. Ahora tiene 16 años, tiene la cabeza muy bien puesta, creo que sabe lo que quiere y, para la edad que tiene, parece que es mucho más madura».

Foto: Rubén De Cándido para @masmediagroup

Educa a su hija en base a su independencia personal. ¿Dicha educación tiene como principal objetivo el que sea libre? «Por supuesto, quiero que sea libre para poder tomar sus propias decisiones. Indudablemente va a estar condicionada por el entorno en que se desarrolle, pero dentro de esos hándicaps que la puedan limitar, que ella pueda hacerlo desde un ámbito más libre que el de cualquier otra persona».

Hablemos de feminismo. En base a que el feminismo es la lucha por y para la igualdad real, ¿es usted feminista? «No me considero feminista, hay un concepto del feminismo que no es el real, al menos lo veo así, creo que tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones tanto los hombres como las mujeres, pero sí que es verdad que hay ciertos ámbitos en el mundo laboral y en el personal que no son de esa forma. La mujer tiene que luchar por sus propios derechos en cualquier ámbito mucho más que un hombre. Es cierto que las mujeres tenemos que hacer un mayor esfuerzo por identificarnos como tales».

¿En pleno siglo XXI cree que es lógico que las mujeres tengamos que seguir luchando por la igualdad real? «Claro que no, deberíamos tener claro que somos iguales. Pero no se corresponde con la realidad. Si te das cuenta, y hacemos una comparativa de cómo va evolucionando la vida en cuanto a la era tecnológica se refiere, un minuto en la actualidad puede ser 10 años del siglo XIX, dicha evolución, que llevamos en nuestro día a día, no se corresponde con la evolución del ser humano, que seguimos sin crecer al mismo tiempo como personas».

¿Una mujer sobradamente preparada como usted necesita a un hombre a su lado para ser feliz? «El ser humano en sí necesita tener compañía, de hecho está demostrado que la persona más feliz es la que vive en manada, pero si te refieres al hecho de tener que ser persona por estar en pareja, NO. Una mujer puede ser feliz estando sola, lo que sucede es que nos han enseñado desde pequeños que somos felices cuando encontramos a nuestra «media naranja» y yo, precisamente, lo que le enseño a mi hija es que ella tiene que ser una «naranja completa» y que, por lo tanto, no necesita a una «media naranja» para ser feliz. Lo ideal es que ella elija a «otra naranja completa» y rueden juntos. Tenemos que ser «esas naranjas completas» que vayan caminando, juntas y al mismo tiempo, por el camino de la vida».

Está separada del padre de su hija y ha sido usted la que ha propuesto la custodia compartida de la misma. Deduzco que no está de acuerdo con cierto sector femenino de la población que piensa que por haber parido los hijos son de su exclusividad. «No, todo ser humano es una parte masculina y una parte femenina, por lo tanto, necesita de la energía masculina de su padre y de la femenina de su madre. Desde que se separa eso se crea un ser incompleto, por lo tanto, creo que es imperiosamente necesario que un hijo conviva con su madre (energía femenina) y con su padre (energía masculina) para que mantenga ese equilibrio del que te hablaba antes. Aunque cada progenitor establezca su vida por separado, lo que hay en común debe mantener unido su Ying Yang, para ello tiene que haber una custodia compartida, hay cosas que su padre no le puede dar y necesita de su madre, y viceversa».

Escuchando su exposición, como ya sabe, existen muchos modelos de familia. Algunos de los mismos son los homoparentales. En relación a su respuesta anterior, ¿los hijos de las familias homoparentales estarían incompletos al no contar con la parte femenina y masculina en sus progenitores?  «No, no están incompletos, porque todo ser humano tiene más desarrollada una energía, ya sea la masculina o la femenina. Tu conducta, tu actitud y tu disposición puede ser más masculina estando en un cuerpo de mujer o más femenina estando en un cuerpo de hombre. Aquí lo que está implícito es la actitud y la energía de cada ser humano, por lo tanto, se complementan de igual manera. Dicho esto, los hijos de las familias homoparentales van a ser completos porque van a tener la parte femenina y la parte masculina complementada».

Al margen de su profesión, ¿en qué aspectos de su vida aplica esa creatividad que lleva implícita en su ser? «Aplico la creatividad absolutamente en todo… En mi vida personal, en la familiar, en la profesional y hasta con los amigos».

Es una mujer atractiva, salta a la vista. En lo que a su profesión se refiere, ¿tener un físico como el suyo ha sido un hándicap para usted? «Sí que he notado competitividad, pero siempre hay que actuar de manera inteligente, no darle la mayor importancia y complementarlo para que esas personas se den cuenta que se están equivocando. En el terreno laboral, cuando formamos parte de una empresa somos una «pieza» más dentro del mecanismo de la misma, tenemos que encajar perfectamente. Lo más inteligente es saber respetarnos y no generar luchas encarnecidas por el poder que solo llevan a ralentizar los buenos resultados «.

En las empresas para las que trabaja, ¿todas las «piezas» encajan a la perfección? «Sí, entiendo que sí. En primer lugar, dentro de nuestra empresa debemos ser complementarios. Y con nuestros clientes somos partners de las marcas con las que trabajamos, donde está implícito todo un mecanismo de trabajo. Funcionan perfectamente porque así es como se consiguen los objetivos y la confianza de los mismos».

 

«Cuando eres responsable, te implicas y haces tuyo el proyecto y es cuando se consiguen muy buenos resultados»

 

¿Cómo se consiguen los objetivos? «Se consiguen implicándote al 100% en tu trabajo, en tu responsabilidad y en buscar las opciones más óptimas que necesitan los clientes. En mi campo y área tengo que dedicar muchas horas, hay que analizar muchos aspectos, valorar y cruzar información para poder sacar la esencia de lo que realmente se necesita. Cuando eres responsable, te implicas y haces tuyo el proyecto y es cuando se consiguen muy buenos resultados».

¿Cómo es el día a día de una mujer profesional, comprometida al máximo con su trabajo como usted? «Muy dinámico y sin parar, además de muy sano. Me levanto muy temprano, me tomo mi agua con limón, mis batidos verdes y comienzo el día. Soy muy diurna, para mí la noche es para descansar. Me gusta el equilibrio entre el ejercicio, el yoga, la alimentación sana y el sueño, aunque aún no he conseguido regular mi exceso de horas de trabajo».

¿Cómo ve a la nueva generación de mujeres del siglo XXI? «Están un poco perdidas, el hecho de que tengan ese acceso tan libre al mundo online conlleva a un campo tan amplio en el cual, si no se saben orientar, se pierden un poco en enfocar su camino. Los jóvenes, hoy en día, tienen tanta información que no saben centrarse en un objetivo y en un camino exacto de lo que quieren, les cuesta poder enfocar lo que desean y lo que necesitan debido a esa masificación de la información y a esa facilidad que tienen para acceder a la misma. Otra cosa de la que me horrorizo es de los nuevos estilos musicales que a veces son tan groseros y ofensivos para la mujer. Mi hija sabe que no me gustan ciertas canciones que escucha con sus amigas, me refiero algunas de reggaeton.

Por Ale Hernández

Agradecimientos: Iberostar Grand Hotel Mencey

 

 

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