Visitar el estudio de pintura de Alejandro Tosco puede resultar algo mágico. Colores, texturas y olores, sí, olores; el cuidado meticuloso de los materiales que utiliza en sus creaciones no pasa desapercibido para nuestros sentidos, incluido el olfato. Un rincón donde se respira arte, trabajo y dedicación; inundado de luz, la que entra por unos grandes ventanales desde donde se divisa ese mar que tanto lo inspira.

El catedrático de Historia del Arte, Fernando Castro Borrego, definió su obra como abstracta con fuertes reminiscencias figurativas, derivadas de la percepción del mundo subacuático, y a Alejandro Tosco le parece una perfecta definición, porque no concibe el arte sin la naturaleza y siempre con un mensaje de respeto hacia ella.

Dio a conocer su obra con apenas diecinueve años. ¿Qué queda de aquel joven?

Queda mucho. Sobre todo, la misma ilusión por seguir y por hacer. Y espero morir haciendo lo que me gusta que es pintar y hacer esculturas.

 

En el año 2000 realiza su primera muestra individual. ¿Le costó mucho hacerlo o al haber participado en otras muestras colectivas tuvo menos dificultades?

Mi primera exposición fue en el Real Casino de Tenerife. Me costó hacerla por el miedo a la crítica, a hacerlo bien, mal o regular. Esos miedos que siempre nos dan a todos en todas las profesiones. Pero con mucha ilusión y, la verdad, salió muy bien.

 

Londres, París, Nueva York, Tokio o Berlín son ciudades que han podido contemplar su obra. ¿Cuál le gustaría repetir?

Japón me gustó mucho. Fue una exposición que hice en Ginza, Tokio, centro neurálgico donde se cocina todo, y me pareció mágico, sobre todo, por esa mezcla de arte y cultura. Pero por repetir también me gustaría París, por el romanticismo y la excelencia del arte. También me gusta mucho exponer en mi tierra, acercar el arte abstracto a los pueblos, que es muy importante, y creo que es un deber de todos acercar el arte a todos los rincones, pero también es un deber del artista.

 

Tiene muchas exposiciones permanentes, ¿de cuál se siente más orgulloso?

Pues la escultura que está a la entrada de mi ciudad, Santa Cruz de Tenerife, me hace sentir muy orgulloso. En realidad me siento orgulloso de todas, pero esa me toca más el corazón.

 

Su obra se vio envuelta por la polémica con el cartel del Carnaval del 2015. ¿Mejor que se hable de uno, aunque sea mal, o mejor que no se hable?

El arte no se puede cambiar, es como es. Una obra no puede ser del gusto de todos, y un cartel o una obra que le gusta a todo el mundo hay que estudiarla, eso es casi imposible. Una obra siempre es polémica, y más en el caso de un cartel del carnaval, donde opinan todos: expertos, no expertos, amateurs, profesionales… Opina todo un pueblo y está claro que no puedes gustarles a todos. Dicen que si lo que haces le gusta a todo el mundo, algo estás haciendo mal. Así que creo que es mejor que se hable de tu obra a que pase desapercibida.

 

Paisajes, colores, texturas…, todo para plasmar su visión de la naturaleza. ¿Dónde se siente mejor, en la tierra o en el mar?

Tengo etapas. Está claro que si tuviera que elegir, estaría mucho mejor en el mar, sin duda. Aparte de mi signo, que es de agua y no sé si influye de verdad o no, soy más de mar que de tierra. Pero he tenido etapas de exposiciones de volcanes, de charcos, salinas.

 

Y el cielo, ¿cómo lo ve?

También he hecho exposiciones de paisajes aéreos, acuarelas. En general, lo que me atrae es la naturaleza.

 

¿Cuál es mayor, su obra pictórica o su obra escultórica?

Me considero pintor, sin duda, y mi obra más conocida, y la que más he trabajado, es la pintura. Escultura hago poca porque es muy compleja en el sentido de que dependes de más personas, porque no dispongo de un taller de escultura como tal, pero me gustan todas las artes; he hecho collage, acuarela, escultura, pintura de todo tipo, diseño gráfico, fotografía, me gustan todas las disciplinas.

 

¿Qué técnicas utiliza? ¿Las combina o son tan identificativas que no le gusta mezclar?

 En esculturas he trabajado con madera, bronce, aluminio, acero corten, un poco todas. Y en pintura lo más que hago es técnica mixta, óleo y acrílico, y suele ser siempre más o menos la misma, es verdad que también he usado arena y serrín, ahora no tanto, utilizo más pintura pura.

 

El Centro de Arte La Recova albergó en 2011 una exposición retrospectiva con casi sesenta obras. ¿Es bueno mirar al pasado?

Yo creo que, en general y por mucho que algunos se empeñen en decir que no, si no valoramos el pasado, no podemos caminar en el presente y, mucho menos, en el futuro. Creo que es muy importante mirar al pasado. No podemos, por ejemplo, no conocer a nuestros grandes pintores regionales o nacionales, saber qué pasó con ellos.

 

Autor de la obra “Fuerza Volcánica”, una escultura que sirvió como galardón a las premiadas en la Primera Edición de los Premios Más Mujer. ¿Cuánto de femenino tiene su obra?

Mucho, porque para mí lo femenino, en general, es importantísimo. En el caso de esta escultura lo tuve muy claro cuando vi hacia donde iba enfocada la revista y para qué era la revista. La fuerza de la lava representaba para mí la fuerza, la dureza y el coraje de las mujeres, sobre todo de las mujeres canarias que, en el siglo pasado, sufrieron muchísimo, también hoy en día porque, a pesar de que hemos superado muchas cosas, todavía quedan otras muchas más por superar. Creo que las representa muy bien, incluso en su dulzura, porque no es una obra que resulte agresiva. Está hecha en aluminio fundido con una pátina que imita a la piedra volcánica, su firmeza y su dureza. Para mí ha sido un honor y un placer hacer esta obra para unos premios tan importantes como estos.

 

En breve inaugurará una nueva exposición. ¿Qué nos puede contar sobre ella?

Es una exposición que se llevará a cabo en el Museo de Bellas Artes de Santa Cruz y que permanecerá abierta al público del 9 de junio al 9 de julio. La exposicion está basada en el fondo marino, peces, etc. Está compuesta por 45 piezas entre pinturas y esculturas. Con ella lo que pretendo es hacer una llamada de atención al daño que le hacemos al mar y a la poca protección y cuidado que le tenemos cuando, indefectiblemente, es parte de nuestras vidas. Para septiembre también tengo prevista una exposición en Hong Kong, pero todavía queda tiempo, primero vamos a disfrutar de esta.

 

Fotografía: Rubén de Cándido

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