Carmen Soto Barrera: «La visibilización es clave para el cambio»

Carmen Soto Barrera es una de las voces femeninas que desafía las barreras de género en la pesca de Canarias.

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Carmen Soto Barrera. Premio Mujer y Sector Primario. Foto: Rubén de Cándido

En un sector tradicionalmente dominado por hombres, Carmen Soto Barrera es una de las voces femeninas que desafía las barreras de género en la pesca de Canarias. Con más de diez años de experiencia faenando en aguas atlánticas, Carmen nos recibe en el muelle de Candelaria para hablar sobre los retos y logros de ser pescadora en un mundo que todavía impone obstáculos a las mujeres.

Carmen, ¿qué te llevó a dedicarte a la pesca?  Desde pequeña, tuve un fuerte vínculo con el mar, aunque no provengo de una tradición ni de una herencia pesquera. Las vueltas de la vida me llevaron a dedicarme a esto por casualidad y, sobre todo, por amor. Encontré un modelo a seguir en Itziar, una antigua compañera que fue para mí un ejemplo de inspiración, y decidí labrarme mi propio camino en el sector. De eso ya han pasado 14 años, en los que el mundo del mar y la pesca se han convertido en una parte fundamental de mi vida.

La pesca es un sector duro. ¿Cuáles han sido los principales desafíos que has enfrentado por ser mujer?  En primer lugar, que me tomaran en serio. Cuando empecé, muchos compañeros me veían como una intrusa. No creían que pudiera aguantar el esfuerzo físico ni las condiciones extremas en alta mar. Luego está el tema de la conciliación familiar. Muchas mujeres pescadoras terminan relegadas a tareas en tierra porque es casi imposible compaginar la maternidad con semanas enteras fuera de casa.

¿Ha cambiado algo en los últimos años?  Sí, pero muy lentamente. Ahora hay más mujeres en la pesca, aunque seguimos siendo minoría. Se han impulsado algunas ayudas y programas para fomentar la presencia femenina en el sector, pero la desigualdad sigue presente. A veces no se ve, pero se siente. Por ejemplo, el reconocimiento sigue siendo menor que para los hombres.

Este año has sido galardonada con el premio Mujer y Sector Primario que concede la Asociación Más Mujer Canarias. ¿Qué significa para ti este reconocimiento?  Es un honor y una gran alegría. Siento que este galardón no solo reconoce mi trabajo, sino el esfuerzo de todas las mujeres que, como yo, han tenido que luchar por su espacio en el mar. Es un impulso para seguir adelante y un recordatorio de que estamos consiguiendo cambios.

«La visibilización es clave para el cambio»

¿Crees que premios como este pueden ayudar a visibilizar y mejorar la situación de las mujeres en el sector pesquero?  Sin duda. La visibilización es clave para el cambio. Si no se habla de nosotras, es como si no existiéramos. Premios como este ayudan a poner sobre la mesa la necesidad de igualdad en el sector y pueden inspirar a más mujeres a sumarse a la pesca sin miedo.

Sabemos que tienes proyectos de formación que quieres impartir en colegios e institutos. ¿Cuál es el objetivo de estas iniciativas?  Quiero acercar el mundo de la pesca a los jóvenes y romper los estereotipos que existen sobre esta profesión. Es importante que las nuevas generaciones conozcan la realidad del sector, su importancia para la economía local y las oportunidades que ofrece tanto a hombres como a mujeres.

También ofreces charlas relacionadas con el sector de la pesca artesanal profesional. ¿Qué temas abordas en ellas?  En mis charlas hablo sobre la sostenibilidad en la pesca, la importancia de respetar las temporadas de captura y la necesidad de mantener vivas las técnicas artesanales. También comparto mi experiencia personal como mujer en el sector y animo a quienes están interesados en la pesca a formarse y luchar por sus sueños.

«Nos hemos ganado el derecho a estar aquí y a ser tratadas con dignidad»

¿Qué cambios crees que son necesarios para que más mujeres puedan trabajar en la pesca en igualdad de condiciones?  Primero, educación y concienciación. Es fundamental enseñar desde niños que el mar es de todos. Luego, medidas concretas: acceso igualitario a licencias y subvenciones, garantías para la seguridad en los barcos y medidas de conciliación familiar reales. Y, sobre todo, respeto. Nos hemos ganado el derecho a estar aquí y a ser tratadas con dignidad.

Finalmente, ¿qué le dirías a las jóvenes que quieren dedicarse a la pesca?  Que no se dejen intimidar. Si su pasión es el mar, que luchen por ella. Nadie les regala nada, pero cada ola superada es una victoria. Y lo más importante: que se apoyen entre ellas. Juntas somos más fuertes y podemos cambiar este sector.

La historia de Carmen Soto Barrera es un testimonio de resistencia y pasión. En cada salida a faenar, desafía los estereotipos y abre camino para que futuras generaciones de mujeres puedan encontrar en la pesca su profesión y su libertad.

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