Son muchas las parejas que siguen unidas, no por estar enamorados, sino por el miedo atroz que les ata y no les permite tomar una decisión que pueda cambiar sus vidas.
Los motivos que te aten a tu pareja y no quieras dejarla aunque las cosas no vayan nada bien pueden ser muchos. Las discusiones diarias, el cansancio de la rutina, la necesidad de conocer gente nueva y , aún así, se sentimos un miedo terrible a dar el paso de romper la relación por……
1.- El miedo a la soledad y a vivir un futuro solos. Más vale solos que mal acompañados, solemos decir. Preferimos quedarnos con la persona con la que estamos por si no encontramos a otra con la que congeniar.
2.- El miedo al dolor porque no queremos pasarlo mal e intentamos prevenir nuestro dolor. El hecho de que pensemos dejar a nuestra pareja no quiere decir que no vayamos a sufrir, simplemente que hemos dado el paso porque la relación está acabada. Aún así, siempre será doloroso ya que ambos hemos compartido tiempo juntos.
3.- Miedo al fracaso, porque se ha invertido mucho tiempo en un proyecto de vida en común que suele suponer una inversión de esfuerzo, tiempo, energía, etc…
4.- Miedo al paso equivocado, porque puede ocurrir que después de dejar a tu pareja, con el tiempo, reconozcas que no tenías que haberlo hecho.
5.- La comodidad que sentimos con una pareja estable suele provocar en nosotros el miedo a volver a empezar de cero con otras personas. Es mucho más fácil acomodarse a lo que conocemos.
6.- Miedo a ver como la persona a la que hemos apartado de nuestra vida rehace la suya con otra, es otro de los miedos que sentimos y que nos resulta, quizás, más doloroso.
