La ciudad eterna, heredera de arte y cuna de la civilización occidental.
Para conocer y sentir una ciudad debes andar sus calles y conocer sus rincones. Roma se presta a descubrirla ofreciendo al turista un viaje en el tiempo por sus callejuelas escondidas, fuentes, monumentos y restos arqueológicos que cuentan historias.
Para descubrir la majestuosidad del Imperio Romano te aconsejamos un itinerario que
Quizá, la curiosidad o costumbre más extendida sea la de arrojar una moneda a la fuente para asegurarnos nuestra vuelta. Pero no todos conocen que en el extremo derecho de la fuente, se encuentra una pequeña pila con dos pequeños caños: la fuente de los enamorados. “La pareja que beba de esta fuente permanecerá enamorada para siempre”, un rito sencillo que realizaban las parejas del pasado, cuando iban a sufrir una separación. Según la tradición, quien bebía el agua de Trevi con la mente en Roma, recordaría su cortejo en la ciudad.
Para seguir enamorando nuestros sentidos, una cita a la que no puedes faltar es al Coliseo Romano, el anfiteatro más grande construido durante el Imperio. En él encontrarás cinco siglos de espectáculos de fieras, batallas de gladiadores y representaciones. A unos pocos metros, se encuentra el Arco de Constantino. El arco de triunfo más moderno de Europa, erigido en el año 315 en conmemoración de la victoria de Constantino el Grande.
Además de monumentos, podemos disfrutar de la naturaleza en la Villa Borghese, el tercer parque más grande de la capital. Conjuga estilos de jardín a la italiana con pinceladas inglesas.
Si buscas ambiente nocturno, las plazas se animan hasta bien entrada la noche. Puedes comenzar el recorrido visitando la Piazza delle Copelle desembocando en la elegante Piazza Navona.
En cuanto al tiempo, mejor atenerse al dicho popular, “Aprile non ti scoprire”, que significa “En abril no te desvistas para la playa aún”.
Buon viaggio!
Autor: Beatriz Hernández
Periodista
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