Amaya Saéz, esposa, madre y empresaria de éxito.
Amaya Saéz, esposa, madre y empresaria de éxito.

Es una mujer tremendamente sorprendente, vital, entusiasta. Empresaria, esposa y madre de cuatro hijos no pierde en ningún momento esa sonrisa que la convierte en alguien muy cercano y que transmite amabilidad y dulzura por los cuatro costados.

Amaya Saéz es la gerente de Arte Dental, empresa pionera en Tenerife en el campo de la odontología y que recientemente ha inaugurado nuevas instalaciones en el Puerto de la Cruz, implantando un concepto de trabajo que es la base de su éxito.

-¿Cómo y cuándo decide entrar en el mundo de la Odontología?

Yo estudié Administración y Dirección de Empresas enfocado más bien al Management. La carrera la terminé en Ginebra porque, entre otras cosas, quería perfeccionar mi francés. En realidad en ningún momento me planteé entrar en este mundo, nunca en un sector tan específico. Todo surge a raíz de conocer a mi marido. Él es protésico dental y venía de Alemania con la intención de establecer una clínica como las que existían allí, donde el dentista y el técnico trabajan mano a mano.

-¿Entonces podemos decir que fue por amor?

Por amor, por pasión y por ilusión. Cuando inicias un camino tienes que tener muy claro que es el que quieres seguir. Sólo así se consiguen las metas.
En nuestro caso comenzamos hace 22 años con una clínica en La Matanza donde fuimos los únicos durante 18 años. Fue después de 13 años que decidimos ampliar al Puerto de la Cruz con el objetivo de captar clientela extranjera ya que hasta ese momento nuestro público era básicamente local, estableciendo nuestras instalaciones en La Paz, ahí trabajábamos compartiendo espacios, mitad clínica y mitad laboratorio.

-Recientemente han inaugurado un nuevo centro. ¿Qué novedades ofrece?

Muchas y muy variadas. Hace 4 años vimos que la tendencia del mercado exigía una renovación total, o te desmarcabas de lo que ya existía o era imposible avanzar. Fue entonces cuando comenzamos a buscar emplazamientos donde poder implantar una filosofía comercial muy americana: “No Parking, No Business”. En nuestras nuevas instalaciones el cliente cuenta con acceso cómodo, parking propio, un centro comercial cercano donde combinar otro tipo de actividad, bien solo o bien con su acompañante. A nivel de empresa nos permitía también ampliar las instalaciones de manera que se pudiesen implantar nuevas tecnologías que nos han permitido especializarnos en técnicas mucho más actuales, más sofisticadas en cirugía, en carga inmediata, en todo el nuevo abanico en restauración y rehabilitación sobre implantes, etc, etc.

-Nos comentó que inicialmente trabajaban con profesionales alemanes, ¿sigue siendo así?

Durante mucho tiempo fue así. En el caso de los auxiliares estaban al 50%, nacionales y extranjeros, sobre todo para cubrir la necesidad del paciente alemán que era nuestro público importante. Cuando ampliamos a cirugía nos dimos cuenta de que el profesional español está mucho más especializado y avanzado que el alemán, más que nada porque su sistema burocratizado le obliga a ser más conservador. Digamos que ofrecemos cirugía española con técnicas alemanas. En el laboratorio, por ejemplo, la mayoría de los protésicos son alemanes y en clínica al revés. De esa forma disfrutamos de otra forma de trabajo, no solo es la combinación de la técnica con la medicina sino también de una visión bicultural donde todos se aportan cultural y profesionalmente.

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-En sus inicios Arte Dental fue pionera implantando un sistema de trabajo novedoso, ¿lo sigue siendo aún?

Es uno de nuestros principales objetivos, siempre. Hoy en día somos pioneros en sistemas de carga inmediata. Tenemos un producto presentado ante el registro de patentes y marcas: un tipo de prótesis para implantes de carga inmediata. Tener un producto definido, en vías de patente, para un tratamiento nos ha permitido abrir nuevas líneas de negocio como es el poder exportar nuestra filosofía de trabajo a través de la comercialización de nuestro producto. En el último año hemos abierto nuevos centros de tratamientos en Alemania y Austria, en un concepto de licenciatario, no franquicia, para trabajar este tipo de producto, con unas condiciones de servicio donde transmitimos nuestra filosofía de trabajo, en todos los procedimientos, incluida la atención al paciente en la línea de diálogo que hacemos en Arte Dental.

-¿Cuál es la idea de negocio de Arte Dental?

Por un lado exportar nuestra filosofía de trabajo, más que nada por las limitaciones de un público muy local, abriendo nuevas líneas en las que podamos tocar mercados económicamente más respaldados y con otro tipo de respuestas. Pero también lo hacemos con la intención de provocar un atractivo hacia este mercado. A nosotros nos encantaría que nuestro producto fuese un atractivo de Turismo de Salud, porque creemos que lo tenemos todo: garantías comunitarias en el control de la gestión profesional en el campo médico y un entorno inmejorable donde disfrutar de buen clima y maravillosos paisajes.

-¿Qué diferencia a Arte Dental del resto de las clínicas que tenemos en la isla?

Somos diferentes por la gestión de los tratamientos. En nuestra empresa tendemos a eliminar la jerarquía piramidal con lo que conseguimos que todo el equipo sea autónomo en su competencia y esa autonomía consigue que el grado de responsabilidad del profesional para con lo suyo sea mucho más elevado, y ello se transmite al paciente. Vienen encantados, y ese encanto es por el equipo humano al completo. En todos los niveles cada uno hace su trabajo como si fuera el más importante, en una estructura horizontal que permite sacar lo mejor de si mismo. Nuestros horarios de trabajo son muy flexibles, adaptándolos a las circunstancias personales de cada miembro del equipo y eso también nos hace diferentes. En el caso de la mujer, por ejemplo, puede conciliar su vida profesional y familiar, ninguna de nuestras compañeras ha faltado nunca a una entrega de notas de sus hijos o a una representación del colegio, etc. Y eso, sin duda, lo percibe el paciente.

-Y usted, ¿cómo consigue esa conciliación laboral y familiar?

Pues la verdad es que lo llevo bastante bien teniendo en cuanta que tengo cuatro hijos, dos de ellos adolescentes. Me lo han preguntado en varias ocasiones y he llegado a una conclusión: «Gestiono la empresa como si fuese una familia y la familia como si fuese una empresa». En casa, mi marido y yo hemos intentado que nuestros hijos encuentren sus espacios y sus momentos. Hay un espacio para el juego y un momento para jugar, y así con todas las actividades que puedan necesitar. Procuramos inculcarles el valor de la responsabilidad y del trabajo en equipo, de ese modo todos hacemos de todo. Sucede igual con las vacaciones. Solemos organizar juntos los viajes de manera que hagamos un poco lo que le gusta a cada uno. Recientemente hemos compartido un viaje de negocios combinado con vacaciones. Puede resultar algo extraño pero, tanto los niños como mi marido y yo, lo hemos disfrutado muchísimo.

La familia Lauch Saéz disfrutando de unas recientes vacaciones.
La familia Lauch Saéz disfrutando de unas recientes vacaciones.

Texto: Rita Calero Cordobés
Fotografía: Más Media Group

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